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Música

Escuchen a Lady Gaga, sean amables y detengan el bullying

Por CNN en Español

Por Kathleen McCartney y Richard Weissbourd*

(CNN) — Stefani Joanne Angelina Germanotta, mejor conocida como Lady Gaga, recuerda que sufrió de bullying (abuso por parte de sus compañeros) en la preparatoria. Regresaba de clase de deportes y se encontraba con vulgaridades escritas en su casillero. "Se queda contigo y duele. Y me iba a mi casa y lloraba. No quería ir a la escuela", dijo. Su historia no es única, en cualquier día, 160,000 estudiantes en Estados Unidos prefieren quedarse en casa por el miedo al bullying.

Pero recientemente, en la Harvard Graduate School of Education, Lady Gaga lanzó oficialmente la Fundación Born This Way, con la que busca inspirar valor y bondad entre los jóvenes. Como una de las artistas que han vendido más discos, frecuentemente Lady Gaga anima a sus fans a "ser alguien que nutre". Con su nueva fundación está lista para hacer mucho más.

El abuso permanece dentro y fuera de la escuela. Cada año, el 20% de los estudiantes de preparatoria reporta que fue molestado física, emocional o socialmente. Los resultados pueden ser trágicos, como los recientes suicidios de Phoebe Prince, Jamey Rodemeyer y Carl Joseph Walker-Hoover.

Rara vez, las víctimas reportan estos incidentes a sus padres o profesores, porque están avergonzados, tienen miedo a represalias, les preocupa que los adultos empeoren la situación o se resignan porque creen que no hay solución.

La humillación por el bullying puede seguir a las personas durante toda su vida. Como lo describió el secretario de Educación, Arne Duncan, "el bullying es engañoso, tiende a estar protegido en un código de silencio y vergüenza”.

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Contrario a los puntos de vista convencionales, este tipo de abuso no es mero resultado de chicos problemáticos o la presión de los amigos. La cruda realidad es que esta práctica tiene raíces profundas en el comportamiento y la actitud adulta.

¿Qué harías si vieras que tres estudiantes de preparatoria están molestando a otro estudiante por ser estudioso, gay, con algún impedimento de aprendizaje, callado o simplemente diferente? Investigaciones han demostrado que la mayoría de nosotros no haría nada.

Tendemos sólo a observar porque pensamos que son sólo niños siendo niños o no sabemos cómo intervenir efectivamente.

Nuestra incapacidad para actuar tiene graves consecuencias para nuestra comunidad. Cuando los adultos son sólo observadores, inconscientemente apoyan a quienes hacen bullying y a la pasividad de los jóvenes. Sin embargo, esto se detiene cuando estudiantes defienden a las víctimas.

Este abuso no es un rito de paso, es un tema de derechos humanos. Afortunadamente, para los niños de cualquier lugar, el bullying no es un problema sin solución.

Hay muchas maneras para combatirlo: podemos empezar por darle herramientas importantes a los educadores. Los programas de los profesores usualmente no incluyen temas de cómo crear un ambiente sano en el salón de clases o estrategias para controlar problemas entre compañeros, además de que no proveen el conocimiento básico del desarrollo del niño en su temario. Esto tiene que cambiar.

Los educadores pueden también implementar técnicas antibullying probadas. Por ejemplo, el Olweus Bullying Prevention Program ha reducido en un 50% la conducta abusiva en Noruega.

Aparte, los profesores pueden hacer su parte rompiendo la barrera que por lo general divide a los adultos de los estudiantes. Cuando las personas mayores ganan la confianza de los jóvenes, tienen más credibilidad para resolver conflictos. Una sólida relación profesor-alumno tiene muchos beneficios académicos, emocionales, sociales y morales para los estudiantes.

Los jóvenes deben de enlistarse en esfuerzos de prevención. Tienden a ser más inteligentes respecto a su medio ambiente social que los adultos y son más propensos a cumplir los estándares de la sociedad si se involucran en crear lineamientos y monitorearlos.

Finalmente, corresponde a los adultos dar un paso al frente. Se requiere de una gran campaña mediática para cambiar actitudes y comportamientos de la gente.

Este tipo de movimiento social tiene precedentes. El mejor ejemplo es una campaña de conductor designado que salvó al menos 50,00 vidas sólo en Estados Unidos. Imagina un mundo donde tanto adultos como jóvenes vean el bullying como algo tan estúpido como manejar tomado y que sepan cómo frenarlo de golpe.

La gente necesitará una guía para enfrentarse a los bullies: cuándo preguntar a una víctima si está bien, cómo pedir ayuda de los demás y cuándo llamar al 911. Podemos darles a adultos y niños la habilidad y la confianza para actuar cuando sean molestados en una parada de autobús, en el parque o en internet.

Nos encontramos en un momento de grandes oportunidades. En el 2010, el Departamento de Educación fue anfitrión de la primera cumbre de prevención del bullying; ahora, 48 estados ahora tienen una legislación al respecto.

Muchas escuelas y distritos trabajan para crear más comunidades preocupadas por esto y Lady Gaga está hablando alto y claro en Harvard. No dejemos que pase este momento, transformemos esta energía en acciones concretas que no sólo prevean el bullying, sino que ayuden a los adultos a criar niños preocupados por tener un mundo más justo y bueno.

*Nota del Editor: Kathleen McCartney es decana y Gerlad S. Lesser profesor en desarrollo de infancia temprana en Harvard Graduate School of Education. Richard Weissbourd es director del Programa de Desarrollo Humano y Psicología de la escuela.

(Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Kathleen McCartney y Richard Weissbourd).