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Tecnología

Cómo pasar el tiempo sin tu teléfono celular

Por CNN en Español

Por Andrea Bartz y Brenna Ehrlich, especial para CNN*

Durante la agitada vida de cada uno de nosotros existen cortos espacios de tiempo en los que podemos reflexionar. Esos 15 segundos que toma que un semáforo cambie a la luz verde, los 30 segundos mientras esperas en la fila del café de la mañana, y el minuto y medio de libertad sin la supervisión de tu jefe.

Y, ¿cuántos de nosotros pasamos esos pocos segundos libres jugueteando con Instagram en lugar de pensar en cosas más importantes?

Lo mas probable es que seamos muchos.

Lo que nos lleva al reto de esta semana: Hacer lo que hacían nuestros antepasados (o nosotros hace cinco años) cuando teníamos un momento libre y veíamos el mundo a nuestro alrededor, en lugar de entrar a Foursquare para ver qué está haciendo nuestra pareja.

A continuación presentamos cinco ejemplos en los que puedes guardar tu celular y mirar el mundo a tu alrededor:

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En un ascensor

Lo sabemos: el ascensor es uno de los cinco lugares más incómodos del mundo.

“Si no reviso mi correo electrónico, ¿dónde demonios puedo siquiera fijar mi vista; en los números que se iluminan lentamente hasta que llego a mi piso?”.

¿Podríamos sugerirte que le digas “Hola” a los compañeros que te acompañan en esa caja metálica? Especialmente a las personas que ya conoces. Es incómodo y está en el límite de lo más extraño pretender que no ves a alguien que se encuentra a 15 centímetros de ti.

Además, la gente en las comedias románticas (y en las canciones de Aerosmith), ¿no se conoce siempre en el elevador? ¿Realmente quieres cambiar una descabellada aventura romántica que termine con una carrera frenética al aeropuerto por un vistazo rápido a Facebook móvil? Creemos que no.

En la fila

Esperar en una fila de cualquier tipo —seguridad en el aeropuerto, el metro, el banco, *inserta aquí cualquier otro círculo del infierno*)— puede ser desquiciante.

“¡Sólo quiero ir llegar a ALGÚN LUGAR! —podrías gritar, crujiendo tus dientes— Soy una persona muy importante y estoy muy ocupado y sólo quiero continuar y poder ir A UNA PARTE!”.

Esa manía a menudo impulsa a que uno saque el teléfono y navegue por una gran variedad de pantallas con muchas miradas al cielo y suspiros —en un esfuerzo por mostrar cuán ocupado estás y cuánta prisa tienes— incluso si, en realidad, simplemente estás en Spotify recorriendo una lista de reproducción de soundtracks de Disney.

En tales casos, para y desiste con esas muestras de impaciencia que inducen a un infarto, y no sé, medita o algo así.

Cuando tus amigos hacen algo que no te gusta

¿No te gusta ir a los museos? Es justo. ¿En realidad no te gusta mucho esa banda? Está bien. ¿Sólo intentas aguantar la película de La Bella y la Bestia en 3D... ¿Qué demonios pasa contigo?

Algunas veces los amigos te involucran en actividades que quizás no te gusten, y en un esfuerzo por ser un buen amigo los acompañas, mientras pasas el tiempo jugando Angry Birds hasta que finalmente sales del Museo de Arte Moderno/la Terminal 5/la sala de cine y por fin van al bar.

Pero aquí está la cosa, amigo: todo el mundo puede ver el brillo de tu teléfono como un faro que atraviesa la oscuridad del teatro. Así que guárdalo y aprende un poco de maldita cultura.

Esperando una persona en el bar

Tu teléfono celular en realidad no disuade al más desagradable de los desagradables (“Oye nena, ¿con quién intercambias mensajes de texto? ¿conmigo? Oh, cierto, no tienes mi número. ¿Lo quieres?”), así que deja la farsa. Envíale a tu amigo o a tu cita un texto rápido (“¡Estoy aquí!”) y luego deja de iluminar tu “cara de salgo con alguien” con la luz azul de tu iPhone 4S (¡presumido!).

“¿Pero qué puedo hacer mientras tanto? ¡Este pequeño lugar está demasiado oscuro para seguir sufriendo mientras leo el libro IQ84!”.

Bueno, ¿por qué no platicas con el barman?

Es probable que las personas de esa profesión tengan una inclinación por una variedad de actividades artísticas y requieran historias muy tristes para seguir componiendo canciones, escribiendo libros o filmando cortometrajes. Así que date vuelo. De todos modos no puedes costear un terapeuta.

Además, la experiencia nos ha enseñado —y a los empleados de Apple— que en los bares y en la noche es mejor guardar tu teléfono.

En cualquier lugar donde no estés totalmente vestido

Lo hemos dicho antes, pero parece que tenemos que decirlo de nuevo, a juzgar por los resultados de un estudio reciente en donde se muestra que 7 de cada 10 personas encuestadas usaron su teléfono en el cuarto de baño.

Pero... ¿cómo es posible, chicos?

*Nota del editor: Brenna Ehrlich y Andrea Bartz son las creadoras del blog de humor y el libro Stuff Hipsters Hate (Cosas que los 'hipsters' odian) y expertas en etiqueta digital.