CNNEarrow-downclosecomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
Tecnología

¿Cuándo dejó Facebook de ser popular?

Por cnninvitationsaccount

Por John D. Sutter, CNN

(CNN) — Algo extraño sucedió esta semana en Internet.

Fecebook, la red social que alguna vez se encontró en desventaja, fundada en un dormitorio universitario por un muchacho que vestía sudaderas, pudo haber consolidado oficialmente su estatus como titán en el mundo de la tecnología que alguna vez desafió.

¿Qué fue lo que cambió? Facebook ya no es una red social que comenzaba luchando, sino una corporación de 3.000 personas, que pronto se hará pública, con 3.900 millones de dólares en efectivo y con un valor que va de los 85.000 millones a los 100.000 millones de dólares. Gastó 1.000 millones para absorber a un competidor mucho más pequeño: la aplicación para compartir fotografías Instagram.

Cuando lo hizo, despertó los sentimientos de mala voluntad que la gente en Internet ha estado albergando hacia la empresa de Zuckerber, que alguna vez fue moderna. Algunos usuarios de Instagram dijeron que habían estado descargando todas sus fotografías y borrándolas de la aplicación sólo para que Facebook no pudiera poner sus manos encima de ellas.

Los expertos tampoco fueron amables con Facebook. David Horse, de Los Angeles Times, notó que cada vez más la empresa se está viendo como un 'Gran Amigo', una variación más gentil del Gran Hemano de George Orwell. Los datos indican que otros también comparten ese punto de vista. Una nueva encuesta, realizada antes de conocer las noticias sobre Instagram, publicó que el 28% de los estadunidenses tiene una visión negativa de Facebook; dos veces mayor que los que desaprueban a Apple y casi tres veces más que los que desaprueban a Google.

Esta reacción resalta una nueva realidad: como un gigante tecnológico, Facebook es más Microsoft que Tumblr. Para usar una analogía musical empleada en Twitter, es el equivalente a Nickelback e Instagram sería Bon Iver.

publicidad

Facebook y las imágenes de Instagram no pueden ser más diferentes, así que es tentador decir que este acontecimiento en el que Goliat compra a David es un momento crucial para Facebook. Pero las personas han escrito sobre cómo Facebook ha perdido su encanto desde hace varios años. En 2009, AdWeek publicó este titular: “¿Facebook está pasando de moda para los jóvenes de 18 a 24 años?”. Un año después, los sitios web de noticias sobre tendencias de cultura dominante notaron que el fenómeno de que los padres y abuelos se estaban uniendo a Facebook, comenzaban a asustar a los jóvenes.

“Es oficial, Facebook está perdiendo su genialidad”, publicó CBS.

Es difícil identificar el momento en el que los problemas de imagen de Facebook comenzaron. Quizá fue cuando los usuarios se dieron cuenta de cuántos datos sobre ellos estaba recolectando. Quizá fue cuando el CEO, Mark Zuckerberg, comenzó a verse menos geek o como un chico universitario que formaba parte de la contracultura y comenzó a verse más como un multimillonario común y corriente.

Pero es posible echar un vistazo a la conversación y desentrañar algunos de los factores que parecen haber llevado al estatus actual de Facebook como un gigante de Internet del que no se puede escapar, quizá con un parecido Orwelliano.

Primero: el dinero.

Nada conduce al escepticismo público como unos cuantos miles de millones de dólares en efectivo. Compara ese tipo de situación entre Facebook e Instagram, que como señala CNNMoney no ha monetizado su producto. No apoya anuncios publicitarios y aparentemente no vende los datos de sus usuarios.

Facebook, por otro lado, está acusado de hacer ganancias a las espaldas de 850 millones de personas que comparten detalles personales sobre sus vidas en la red social. Para saber más sobre eso, puedes visitar el artículo más reciente del Wall Street Journal, Vendiéndote en Facebook, que analiza la información que las aplicaciones de la red social recogen.

Segundo: el tamaño.

A medida que las empresas se hacen más grandes, las personas tienden a cuestionar sus motivos. Google es un buen ejemplo de este punto de vista. La empresa de Silicon Valley una vez fue una de las más queridas en Internet, el motor de búsqueda que no tenía anuncios publicitarios en su página de inicio y que declaró que su característica distintiva era “no ser malvado”. Como escribe el blog de tecnología Gizmodo, Google “construyó una empresa muy lucrativa en la reputación de respeto al usuario”.

Eso era fácil cuando Google era pequeño. Sin embargo, mientras fue creciendo, algunas personas comenzaron a perder fe en la empresa y a cuestionar sus motivos.

“En un cambio a su política en la privacidad, Google anunció hoy que comenzará a rastrear a usuarios dentro de todos sus servicios: Gmail, el motor de búsqueda; YouTube y más, y a compartir datos sobre la actividad del usuario en todos estos. Mucho más del Google en el que nos habíamos registrado”, publicó Gizmodo.

Las personas nunca hablaron así de Instagram, que sólo tiene 13 empleados y 33 millones de usuarios.

Tercero: la confianza.

A medida que la empresa crecía, algunas personas han llegado a confiar tan poco en Facebook que están quitando algunas fotografías de Instagram.

De acuerdo con Megan Garber de The Atlantic, 25,000 personas visitaron el sitio de Instaport en seis horas el lunes, luego de que se diera a conocer la noticia, comparadas con las 400 personas que lo visitaban en un día normal. Instaport es un servicio que ayuda a las personas a quitar fotografías de Instagram para almacenarlas en casa.

“Puedes interpretarlo, por una parte, como un enloquecimiento masivo de parte de los usuarios no confían en Facebook, a pesar de las promesas de Mark Zuckerberg, con sus redes y recuerdos”, escribe Garber. “También puedes interpretarlo como una jugada segura, un movimiento para sólo estar seguros, de parte de personas que quieren asegurarse de que sus fotografías están seguras”.

La desconfianza en Facebook se debe en parte a la preocupación sobre sus políticas de privacidad, que han sido descritas como confusas. Facebook en sí, reconoce que las preocupaciones sobre la privacidad podrían hacer tropezar a la empresa en el futuro.

En su oferta pública inicial presentada ante la Comisión de Intercambio y Seguridad de Estados Unidos, la empresa escribió: “Hemos experimentado en el pasado, y esperamos que en el futuro continuemos experimentando escrutinio mediático, legislativo o regulatorio sobre nuestras decisiones con respecto a la privacidad del usuario y otros problemas, que puedan afectar adversamente nuestra reputación y nuestra marca”.

Finalmente: el factor genialidad.

Quizá no se trata de que la gente vea a Facebook como malvado y sea más sobre que el sitio ya no es tan genial como antes; en parte por su popularidad y también porque ya no es “el nuevo chico de la cuadra”. Zuckerberg lanzó Facebook en 2004, hace miles de años en el tiempo de Internet. MySpace y Friendster, todos predecesores de Facebook, no sobrevivieron (o no continuaron creciendo).

Instagram, por su parte, fue fundada en 2010 y fue sólo en meses recientes que se volvió parte del espíritu de la época. Los hipsters amantes de los iPhones gustaron de la aplicación por su movilidad, podías publicar fotografías fácilmente desde tu teléfono, y los filtros le daban a tus imágenes una vibra retro y antigua.

“Instagram es, en una palabra, genial. Facebook está perdiendo su genialidad, rápidamente”, escribió Allan Swann en la revista Computer Business Review.

Instagram pudo crear un caché en parte por su estatus como un éxito alternativo. Incluso con decenas de millones de usuarios, la aplicación fue alabada por quienes hacen reseñas como intimate, un lugar, verdadero o no, donde era seguro publicar fotografías personales y compartir historias con una relativamente pequeña red de amigos. (Sólo para arrojar algunos datos: tengo 815 amigos en Facebook y sólo 67 personas que sigo en Instagram, y conozco a la mayoría).

No está claro si algo de eso cambiará para Instagram. Zuckerberg dice que la aplicación seguirá operando como un producto que es independiente de Facebook y que las personas no tienen que publicar fotografías en Facebook sólo porque la empresa es dueña de la aplicación. Pero la reacción ayudó a cristalizar la idea de que Facebook ya no es visto como la empresa que siempre fue genial en la que todos confiaban implícitamente.

“Algunos fanáticos de Instagram están actuando como si fuera una tragedia”, escribió Horsey de Los Angeles Times sobre la adquisición. “Les gustaba la idea de que había una pequeña esquina en el mundo en línea donde podían reunirse y estar fuera del alcance del imperio de Zuckerberg…”.

Había un tiempo en el que la gente clamaba ser parte de la red de Zuckerberg, que fue lanzada primeramente sólo para estudiantes de Harvard. Pero ahora, como muestran las reacciones de Instagram, Facebook ha dejado de ser un club exclusivo. Es visto como la empresa grande y poco fuerte que hace que los usuarios de la aplicación se preocupen sobre si arruinará la aplicación “genial” que tenían.