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Ciencia y Espacio

Fabiola Gianotti, la mujer que busca descubrir la "partícula de Dios"

Por CNN en Español

(CNN) — Como coordinadora del experimento científico más grande del mundo, Fabiola Gianotti ocupa uno de los puestos más altos en la ciencia.

Ubicado en una instalación subterránea en la frontera entre Francia y Suiza, el CERN (por las siglas en francés de Consejo Europeo de Investigación Nuclear), también conocido como Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales, es el corazón latente de la investigación en Física Moderna. Es una colaboración de 20 estados miembros, y también donde la world wide web (www) fue inventada en 1989.

Después de 18 años en el CERN, Gianotti se volvió vocera y coordinadora del experimento ATLAS del laboratorio, que emplea a 3.000 científicos. Su trabajo (una posición elegida democráticamente) es dirigir la planificación estratégica del experimento y presentar sus descubrimientos a los medios internacionales.

ATLAS es el detector más grande en el CERN, utilizado para registrar colisiones entre protones acelerados en el Gran Colisionador de Hadrones, de 27 kilómetros, descrito como “el microscopio construido por humanos más poderoso del planeta”.

Los científicos esperan que, al observar estas colisiones, que replican las condiciones inmediatas al Big Bang, los científicos puedan abordar preguntas fundamentales como el origen de la masa, la constitución de la materia oscura, cómo se unen las fuerzas fundamentales, y si hay más de tres o cuatro dimensiones.

Después de algunos problemas iniciales, el Gran Colisionador de Hadrones este año ha sido intensificado hasta su máximo nivel, y ha generado más datos en abril y junio que en todo 2011.

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El experimento ha capturado la imaginación del mundo, con higgsteria (un término para referirse a la histeria por el bosón de Higgs) observable en Twitter, donde el hashtag #HiggsRumors (rumores de Higgs) fue trending topic este 20 de junio, cuando algunos entusiastas anticiparon un anuncio sobre los resultados preliminares de 2012 del detector.

En particular, los geeks de la Física esperan que estos experimentos finalmente confirmen o refuten la existencia de un tipo de partícula llamada el Bosón de Higgs, popularmente conocido como la partícula de Dios, que confirmaría teorías actualmente aceptadas sobre la estructura del universo. Este miércoles científicos del CERN dijeron que estaban casi seguros de que habían demstrado la existencia del bosón de Higgs. (Se dio a conocer aquí este 4 de julio, a las 7:00 horas tiempo GMT).

“No podría decirte qué (resultado) preferiría”, dice Gianotti. “Construir una nueva partícula es muy bueno. Pero demostrar que un mecanismo que ha sido propuesto como la solución durante muchos años no es el correcto, es un paso importante hacia adelante para la ciencia fundamental”.

“Por supuesto, la humanidad ha tomado grandes pasos adelante”, dice. “Sin embargo, lo que sabemos es muy, muy poco, comparado con lo que todavía tenemos que saber”.

“Es importante que tratemos de hacer cosas que amamos”, dice, pero también aconseja a los científicos ser “extremadamente pacientes y extremadamente humildes”.

La carrera de Gianotti es estadísticamente excepcional. Las científicas son una minoría, y representan alrededor del 30% de los investigadores europeos, según informes de la Comisión Europea y la UNESCO.

Un informe de la Comisión Europea señala que, aunque “el bajo rendimiento de las niñas en Matemáticas se ha reducido en todos los países y ahora está en vías de desaparecer en la mayoría”, las niñas tienden a perder interés en la ciencia en sus primeros tres años de secundaria, y creen que son peores que los niños en Física, incluso cuando sus calificaciones no lo son.

En Estados Unidos, un informe de la Fundación Nacional de Ciencia que llegó a la misma conclusión, observó que incluso las niñas que son buenas en Matemáticas muestran menos interés en las carreras de ciencias.

Esto sugiere que, por cada Gianotti, hay muchas más que se dan por vencido. Sin embargo, Gianotti ha llegado a la cima de su campo, y está involucrada en los niveles más altos en un trabajo históricamente significativo y pionero. ¿Qué salió bien para ella?

Nacida en Milán, Italia, Gianotti no sintió atracción por la ciencia cuando era niña. Fue educada en un liceo classico, un tipo de escuela secundaria italiana con un énfasis en Historia del Arte, Literatura y Lenguas Antiguas, y “muy poco en Matemáticas o Física”, dice.

Hija de un geólogo, Gianotti dice que creció con un amor por la naturaleza y una inmensa curiosidad por el mundo a su alrededor, alimentado por “interminables” caminatas en las montañas, cuando su padre se detenía para mostrarle “una flor, una planta o un pequeño insecto”.

Cuando era adolescente, Gianotti se interesó en la Filosofía, “una disciplina que al menos hace preguntas fundamentales”, pero tomó el paso inusual de elegir estudiar Física en la universidad.

“La Física también intenta responder las preguntas fundamentales, y a menudo puede dar una respuesta”, dice. “Quizá no la respuesta final, tal vez sólo un pequeño paso adelante. Me gustó inmediatamente”, dice.

Aunque se mudó de los campos artísticos a la ciencia, Gianotti, quien también estudió piano en el Conservatorio de Milán, dice que “el Arte y la Física son mucho más cercanos de lo que pensarías”.

“El arte está basado en principios matemáticos muy claros, como la proporción y la armonía. Al mismo tiempo, los físicos necesitan ser inventivos, tener ideas, tener algo de fantasía”.

El informe de la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos sugiere que menos mujeres hacen carreras en ciencias, porque las mujeres son más propensas a preferir trabajo con “un propósito social claro”, y “la mayoría de las personas no ven las profesiones (de ciencia y tecnología) como que beneficien directamente a la sociedad”.

Pero Gianotti dice que uno de los aspectos más atractivos de su trabajo son las aplicaciones más amplias para las tecnologías de vanguardia que están siendo desarrolladas en el CERN. Por ejemplo, 17.000 de los 30.000 aceleradores del mundo son utilizados para aplicaciones médicas, como la terapia para el cáncer, dice.

Trabajar junto con científicos de 38 países es otro beneficio. “Para mí, este trabajo es, por supuesto, una grandiosa aventura científica, pero también es una grandiosa aventura humana”, dice.