La masacre en Thiabieh comenzó hace varios días.

(CNN) — Un grupo de oposición reportó la muerte de 343 personas este miércoles, la cifra más alta en un día desde que comenzaron los disturbios desde marzo de 2011.

El portavoz de los Comités de Coordinación Locales de Siria (LCC) Rafif Jouejati indicó que habían muerto 162 personas en varios puntos del país, y 107 de ellas en una masacre reportada en Thiabieh.

“El régimen está escalando la violencia en cada oportunidad posible, es la prueba de que está decidido a aplastar la revolución por todos los medios necesarios”, dijo.

“Las cifras son horribles, pero el mundo también necesita saber que existe una tortura sexual cada vez mayor, y más niños son torturados”.

Jouejati acusó al régimen sirio de estar dispuesto a cometer genocidio.

“Hay un aumento sistemático de la violencia y las potencias del mundo - hasta el momento - han demostrado que no están dispuestas a hacer mucho más que las mismas condenas que hemos escuchado durante los últimos 19 meses”.

La masacre en Thiabieh comenzó hace varios días y terminó este miércoles, relató a CNN un activista de la oposición y testigo del crimen.

En total 107 residentes de Al Thiabieh murieron, dijo Abu Jaafr, el nombre de guerra de un miembro del opositor Comité de Coordinación de Thiabieh que habló vía Skype desde el interior de la ciudad de unos 70,000 habitantes que se ubica a 17 kilómetros de Damasco.

Abu Jaafr dijo que se enteró de la magnitud de la matanza, descrita como una “masacre” por un grupo rebelde, después de ir de casa por casa ayudando a recuperar los cuerpos y auxiliando de forma limitada a los sobrevivientes.

El ataque comenzó hace cuatro días cuando las fuerzas del régimen comenzaron a bombardear la ciudad, según el AlJolan Media Centro, un grupo de medios de la oposición en Al Thiabieh.

Cuando los rebeldes del Ejército Libre Sirio de Al Thiabieh y los suburbios cercanos lanzaron contraataques, el ejército del régimen intensificó los bombardeos; en un punto, decenas de proyectiles llovían sobre la ciudad en un momento dado, dijo Abu Jaafr.

Por la mañana del miércoles, los soldados del Ejército Libre Sirio, incapaces de resistir los ataques de artillería pesada con sus armas ligeras y pequeñas cantidades, se retiraron y dos de ellos murieron durante el ataque, dijo el testigo.

Cuando se retiraron, los rebeldes pidieron a los residentes que salieran de la ciudad, pero muchos se negaron, incluyendo a Abu Jaafr. “Siempre hemos resistido y nunca nos doblegamos y la gente es demasiado orgullosa para ceder ahora”, dijo.

Luego de una hora y media de que se retiró el Ejército Libre Sirio, las fuerzas leales al presidente sirio Bachar al Asad entraron en la ciudad y se dedicaron a asaltar casas, matando a cerca de 50 residentes, la mayoría de ellos hombres, dijo Abu Jaafr.

Unas horas más tarde, las tropas de al Asad se retiraron, dejando a la población diezmada, agregó Abu Jaafr, quien luego se unió a otros rebeldes para ayudar en la recuperación de los daños.

“En cada casa en que entramos, había un cuerpo muerto”, dijo. “El grito de las mujeres y los niños nos perforó y los hombres seguían golpeándose el pecho y gritando de dolor completamente abrumados por la emoción. Era imposible para nosotros, ya que no queríamos pasar a la casa de al lado, porque conocíamos la escena, repitiéndose una y otra vez”.

Muchas de las víctimas, que incluían dos mujeres y tres niños, habían sido blanco de los francotiradores; 25 edificios habían sido atacados, dijo. Por la noche del miércoles, la ciudad estaba extrañamente tranquila. “No hay nada aquí mas que edificios destruidos y calles vacías”.

También lo que quedaban eran los cuerpos. Un video de YouTube muestra a los cadáveres de más de una docena en el suelo, muchos de sus ropas manchadas de color rojo oscuro. Algunos parecían haber recibido un disparo en la cabeza.

El relato de Abu Jaafr fue corroborado por el AlJolan Media Center, así como por los Comités de Coordinación Local de Siria, otro grupo de la oposición, que describía los asesinatos como una “masacre”.

El segundo día más mortífero ocurrió el 25 de agosto del 2012, cuando 330 personas murieron, según el grupo de la oposición.

Desde que comenzaron los disturbios, en marzo del año pasado, más de 30,000 personas han muerto, según el Observatorio de la oposición siria para los Derechos Humanos.

La cifra incluye 21,534 civiles, 7,322 elementos sirios y 1,168 desertores que se unieron a los rebeldes, dijo el grupo.

CNN no puede confirmar las cifras de forma independiente.

Salma Abdelaziz contribuyó con este informe.