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Mundo

El ejército de Malí retoma una ciudad mientras la crisis humanitaria crece

Por cnninvitationsaccount

Por Nima Elbagir y Ingrid Formanek

Sevare (CNN) — El ejército de Malí informó que tiene el control del centro de la ciudad de Diabaly, en la parte central del país, lo que representa un avance clave en la batalla contra los militantes islamistas del norte.

Las fuerzas del país retomaron la localidad sin ayuda de las tropas francesas, agregó un vocero del Ejército este domingo. El Ejército francés confirmó que solo dio apoyo por aire.

Funcionarios franceses informaron que las fuerzas de Malí sacaron a los islamistas de Diabaly, y que han tomado el control de otra área, Douentza. Las fuerzas de Francia con base en Niono y Mopti-Sevare respaldaron a los malienses al llevar sus fuerzas a unos 600 kilómetros del norte de la capital, Bamako.

En Diabaly, un equipo de CNN vio a islamistas luchando por huir mientras era atacado directamente uno de sus campamentos improvisados. La escena tras la batalla incluía tanques quemados y un camión de los islamistas en el que las fuerzas francesas encontraron sofisticadas armas que creen provienen de Libia.

Al entrar en la localidad, el equipo de CNN encontró calles polvorientas y vacías donde solo había vehículos militares. Todos los camiones de los islamistas habían sido abandonados con armas en ellos.

La crisis humanitaria en Malí es severa, según el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos Noruego.

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Debido a que Argelia cerró sus fronteras, habitantes del norte se están dirigiendo al desierto, donde enfrentarán severas condiciones y una lucha real por alimentos y comida, destacó el grupo.

Muchos están huyendo a pie porque no pueden pagar un boleto de barco o de autobús, y si acaso pueden, se dan cuenta que los caminos están bloqueados.

El grupo está particularmente preocupado por las mujeres, los niños y los heridos que no van a los hospitales porque temen que éstos sean bombardeados. El centro noruego está preocupado por la víctimas de violación usadas como armas de guerra.

Francia se involucró en el conflicto un día después de que los militantes tomaron la ciudad de Konna el 10 de enero, al este de Diabaly, en el centro de Malí.

Los franceses se involucraron en esta lucha porque alguna vez Malí estuvo bajo su control y porque los islamistas han estado amenazando en convertir la alguna vez pacífica democracia en un refugio para terroristas.

En 2012, la etnia Tuareg, la cual regresó la Malí bien armada tras luchar por el fallecido líder Moamar Gadhafi, dio un golpe de estado contra el gobierno maliense. Los islamistas extremistas aprovecharon el caos para labrar un refugio en el norte de Malí e imponer una estricta interpretación de la sharia. Prohibieron la música, fumar, tomar y ver deportes en televisión. También destruyeron tumbas históricas y santuarios.

Esos hechos esparcieron temores a nivel global de que Malí podía convertirse en el nuevo corazón del terrorismo. La posibilidad de que así sea son altas visto a la luz de los hechos recientes ocurridos en Argelia.

Argelia permitió a Francia usar su espacio aéreo para atrapar insurgentes, lo que supuestamente causó la ira de militantes que tomaron instalaciones de una planta de gas al este de Argelia y tomaron rehenes. La toma provocó tres días de caos que terminaron el sábado con 23 rehenes y docenas de militantes muertos.

En días recientes, el presidente francés, Francois Hollande, dijo que si su país no hubiera intervenido, “Mali probablemente hubiera caído en manos de terroristas”.

3,150 soldados han sido asignados a la misión francesa llamada Operación Serval. Al menos 2,150 están en el territorio de Malí, según el gobierno francés.