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Mundo

Partidarios de Morsi temen represión en Egipto

Por CNN en Español

Por Holly Yan y Reza Sayah

(CNN) — Los partidarios del expresidente Mohamed Morsi están instalados en dos campamentos en El Cairo desde hace seis semanas.

Con el fin del mes sagrado musulmán del Ramadán, ¿podría desencadenarse una represión por parte del gobierno en cualquier momento?

Reportes de medios egipcios indican que las fuerzas de seguridad pueden comenzar a desalojar a los campamentos este lunes.

"Todas las opciones están sobre la mesa", dijo este domingo un funcionario del Ministerio Interior al sitio estatal de noticias Ahram Online.

El funcionario agregó que las fuerzas de seguridad ampliaron su presencia cerca de los sitios: uno alrededor de la mezquita de Rabáh al-Adawiya, en el este de la capital, y uno más pequeño cerca del campus de la Universidad de El Cairo.

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Los campamentos, llenos de manifestantes que piden la restitución de Mohamed Morsi, se han convertido en ciudades dentro de la ciudad.  Miles se aglomeran en ambos lugares, ahí viven y duermen en tiendas de campaña, algunos con sus familias.

Los vendedores aprovechan la situación, comercian desde botellas de agua hasta máscaras antigás. Los niños juegan en castillos inflables y en pequeñas piscinas.

El gobierno ha acusado a los manifestantes de llevar a los sitios de protesta a sus hijos para utilizarlos como escudos humanos.

"Estamos viviendo aquí", dijo una mujer llamada Ranya. "No podemos dejar a nuestros hijos en casa  y venirnos para acá. Tenemos que traerlos con nosotros".

Dicen que están listos y que están comprometidos con la batalla.

"El más joven entre nosotros será un león contra ellos", dijo un manifestante que se identificó como Haneen. "Si quieren venir, son bienvenidos. Lo que les frustra es que seamos pacíficos".

Anticipándose a una ofensiva inminente, los manifestantes han protegido sus sitios con costales de arena, neumáticos y pilas de ladrillos.

Voluntarios revisan el equipaje de los visitantes.

El gobierno ha autorizado a las fuerzas de seguridad que tomen "todas las medidas necesarias para hacer frente a los peligros y acabar con ellos".

En ocasiones, un helicóptero militar sobrevuela la zona.

Los sitios son claramente el punto focal de esta lucha política. Y cómo responda el gobierno interino será decisivo en este complejo enfrentamiento.

Inflexible

Las protestas comenzaron el mes pasado, poco después del golpe de estado que derrocó al presidente Morsi.

Cientos han muerto y miles han resultado heridos en las últimas semanas, ya sea en enfrentamientos entre bandos opositores o por los choques contra las fuerzas de seguridad.

El ministro de Información, Durriya Sharaf el-Din, dijo en julio que las reuniones eran una amenaza para la seguridad nacional y que provocaban problemas de tránsito.

Hace dos semanas, el presidente interino Adly Mansour dio órdenes en caso de un posible "estado de emergencia", informó el sitio web EGYnews.

Ese término está cargado de significado en Egipto. El antecesor de Morsi, Hosni Mubarak, gobernó durante 30 años bajo un decreto de emergencia que prohibía reuniones no autorizada, restringía la libertad de expresión y la policía llevaba a la gente a la cárcel indefinidamente.

Una fuente de alto nivel citada por EGYnews dijo que las fuerzas armadas se encargarían de la tarea de limpieza de los sitios de acuerdo a la ley y en fases, comenzando con una advertencia, luego usando gases lacrimógenos, hasta la necesidad legítima de la autodefensa.

¿Qué pasó con Morsi?

Morsi fue el primer presidente elegido democráticamente en Egipto en 2012, un año después de que las protestas populares obligaron a dimitir a Mubarak.

Sin embargo, un año después, muchos egipcios querían fuera a Morsi también. Ellos creían que la educación occidental islamista, alineada con el movimiento de la Hermandad Musulmana, no era inclusiva y señalaban incompetencia para cumplir con las aspiraciones populares de libertad y justicia social.

Morsi fue acusado de autoritarismo y de tratar de forzar la agenda islámica de la Hermandad en las leyes de la nación. También fue criticado por muchos egipcios inconformes con la delincuencia y una economía en dificultades que no mostraba una mejora desde la renuncia de Mubarak.

Pero sus partidarios dicen que él ofreció puestos del gabinete a laicos y liberales, peticiones que fueron rechazadas.

Desde que Morsi fue destituido de su cargo, el Ejército de Egipto instaló un gobierno civil interino liderado por Mansour.

Pero los generales de Egipto, los que supervisaron la destitución de Morsi y llevaron al país durante un año tras la renuncia de Mubarak, aún ejercen un poder considerable.

Reza Sayah informó desde El Cairo; Holly Yan escribió desde Atlanta.