Por Jethro Mullen
(CNN) — Cuando el HMS Birkenhead —un barco británico que transportaba soldados— empezó a hundirse en las aguas de Sudáfrica en 1852, el capitán y los oficiales militares que iban a bordo permitieron que las mujeres y los niños abordaran primero los botes salvavidas.
El capitán y muchos de los soldados se quedaron a bordo del barco hasta el final y perecieron en el océano mientras las mujeres y los niños quedaron a salvo. Se considera que su galante sacrificio ayudó a establecer el estándar de la conducta honorable en el mar.
En las décadas que han transcurrido desde entonces, ha habido esporádicas demostraciones de valor de los capitanes y la tripulación que dieron prioridad a sus pasajeros, como el capitán Edward J. Smith, quien se hundió con el Titanic.
Sin embargo, ese valor ha faltado notoriamente en dos de los mayores desastres marítimos recientes.
Lee Joon-seok, el capitán del Sewol —el transbordador surcoreano que se hundió la semana pasada— ha sido blanco de duras críticas por haber abandonado el barco mientras aún había cientos de pasajeros a bordo. Decenas de ellos murieron y hasta el lunes seguían desaparecidos más de 200.
Las acciones de Lee suscitaron comparaciones con el capitán Francesco Schettino, quien estaba al mando del crucero Costa Concordia que chocó con un arrecife en las costas de Italia en 2012, incidente en el que murieron 32 personas.
Los testigos dijeron que Schettino saltó a un bote salvavidas para escapar del barco aunque todavía había cientos de pasajeros a bordo. Durante su juicio, el capitán dijo que había caído a un bote cuando el barco se inclinó abruptamente.
Se está juzgando a Schettino por varios cargos de homicidio imprudencial, por haber causado un desastre marítimo y por haber abandonado el barco cuando aún había pasajeros a bordo. Él niega haber cometido algún ilícito.
Los casos del Sewol y el Costa Concordia han suscitado dudas sobre las obligaciones del capitán para con los pasajeros cuando un buque se encuentra en problemas.
¿Hundirse con el barco?
Al abandonar el Sewol poco después de que empezara a hundirse, Lee faltó a algunos de sus deberes principales, dicen los expertos.
“La primera responsabilidad del capitán es la seguridad de su tripulación y sus pasajeros”, dijo a CNN el capitán James Staples, consultor marítimo. “Debió quedarse a bordo de ese buque hasta que supiera que habían evacuado a todos con seguridad. Otra de las razones por las que se queda a bordo de la nave son los derechos sobre lo que se recupere. El que el capitán haya abandonado la nave prematuramente no es la forma en la que debe hacerse”.
De acuerdo con una convención marítima internacional sobre la seguridad de la vida en el mar, el capitán es el responsable del barco y de toda la gente que va a bordo, pero no se estipula que el capitán deba quedarse en el barco durante toda la crisis.
“No necesariamente quieres que un capitán muera con el barco. No obstante tiene la responsabilidad de la seguridad de todos los que van a bordo de ese barco”, dijo Cade Courtley, antiguo miembro del equipo táctico SEAL de la Armada estadounidense y presidente de SEAL Survival. “Tiene que estar allí y encargarse de eso”, dijo Courtley a CNN. “Y este tipo no lo hico. Fue uno de los primeros en escapar. Es decir, eso es un tanto imperdonable, básicamente”.
Cargos penales
En algunos países, incluidos Italia y Corea del Sur, abandonar el barco es un delito marítimo.
Al igual que con Schettino, en Italia, Lee se enfrenta a cargos penales por su participación en el desastre que incluyen el haber abandonado el barco, negligencia, provocar lesiones corporales y no pedir ayuda a otros barcos.
La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, equiparó los actos de Lee y de algunos de los tripulantes del transbordador con el homicidio.
No obstante, Schettino y Lee no son los únicos que han abandonado un barco condenado a la perdición antes que sus pasajeros.
Así como hay una lista de honor de capitanes que se hundieron con su barco, hay un salón de la infamia de capitanes que lo abandonaron.
Tenemos por ejemplo al vapor italiano Sirio, que naufragó en las costas de España en 1906 y cobró la vida de más de 150 personas. Se dice que su capitán abandonó el barco en la primera oportunidad, pero murió al año siguiente porque “se le rompió el corazón”, según un reporte que se publicó en el diario estadounidense The New York Times.
Una evacuación retrasada
Lee ha sido blanco de críticas particularmente porque al parecer ordenó a los pasajeros que retrasaran la evacuación mientras el Sewol se hundía.
“El capitán debió transmitir información honesta y clara a todos respecto a la situación y no debió haberles dicho simplemente que se sentaran”, dijo William Doherty, capitán retirado de la marina mercante estadounidense.
Lee ha defendido sus actos.
“Es una zona de corrientes bastante rápidas y el agua estaba fría”, dijo, según los medios locales.
“Pensé que abandonar el barco imprudentemente provocaría que uno flotara a la deriva a gran distancia y eso causaría muchos problemas. El barco de rescate no llegaba y no había botes pesqueros ni barcos de apoyo en las cercanías que ayudaran en ese momento”.
Vacío de liderazgo
La partida prematura de Lee pudo haber exacerbado la crisis a bordo del barco, dijo Doherty, quien da clases de gestión de la seguridad en la Academia Marítima de Massachusetts.
“Cuando la dirigencia se rompe y huye, queda un vacío casi imposible de llenar”, dijo a CNN. “Los tripulantes debieron dirigirse a las estaciones de las lanchas salvavidas. Algunos tripulantes debieron haber reunido a los pasajeros para saber cuántas personas había. Si faltaba gente, otros tripulantes debieron revisar el barco para encontrarlos”.
Aunque la ley estadounidense no especifica que abandonar el barco sea un delito, la tradición dicta que el capitán sea el último en abandonar un barco que se hunde, de acuerdo con los expertos en leyes.
“En general, el capitán es el último que sale de ese barco”, dijo Staples.
‘Más seguro que cualquier otro vehículo’
No obstante, advirtió que no se han dado a conocer todos los detalles de cómo actuó Lee durante los momentos cruciales en el Sewol.
“No sabemos si la guardia costera le exigió en ese momento que desembarcara”, dijo. “Tal vez estaban a un lado y le dijeron al capitán que tenía que desembarcar en ese momento. No estamos seguros de lo que ocurrió”.
Al parecer Lee confiaba en su capacidad para garantizar la seguridad de los pasajeros.
En un video promocional de 2010, se lo ve en el puente de mando de un barco, mirando el mar a través de unos binoculares mientras alaba la seguridad que un barco provee a sus pasajeros.
“Creo que es más seguro que cualquier otro vehículo”, dice, “siempre y cuando sigan las instrucciones de nuestra tripulación”.