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(CNN) — El presidente de Turquía pronunció palabras de consuelo a los seres queridos de los cerca de 300 mineros que murieron en un incendio de la mina, un día después de que el primer ministro fuera criticado por los comentarios que hizo y que fueron vistos como insensibles.

El incendio mortal de una mina en Turquía es una “tristeza para toda la nación turca”, dijo el presidente Abdullah Gul este jueves. Ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas.

Los espectadores escuchaban en silencio hasta que un hombre interrumpió a Gul con gritos: “¡Por favor, presidente, ayúdenos por favor!”

Pero un día antes, el primer ministro Recep Tayyip Erdogan dijo a los familiares de de las víctimas que la tragedia ocurrida era parte de los riesgos en ese peligroso negocio de la minería.

Soma, en el oeste de Turquía, ha tenido un historial de accidentes y tragedias que incluso se remonta al siglo XIX bajo la jurisdicción de de Gran Bretaña.

Mientras el primer ministro caminaba por la ciudad, los espectadores lo colmaron de abucheos ensordecedores, así como gritos de “¡renuncia, primer ministro!”

Cientos salieron a las calles en protestas en contra del gobierno en Estambul y Ankara, con enfrentamientos con la policía que usó cañones de agua y gases lacrimógenos.

En la capital de la nación, Ankara, algunos ataúdes negros fueron colocados en frente de la Secretaría de Energía, así como de los edificios de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social.

En la mina, había pocas señales del enojo que es la moneda corriente en Turquía tras el accidente. Los sindicatos han convocado huelgas en todo el país este jueves.

Una investigación sobre el desastre de la mina está en marcha, dijo Gul. “Estoy seguro de que esto va a arrojar luz” sobre las regulaciones necesarias. “Lo que sea necesario se hará”, dijo.

Elogió a la minería como una profesión valiosa.

“No hay duda de que la minería y el trabajo… para ganar su pan en el subsuelo quizás es lo más sagrado” de las empresas, dijo a periodistas.

La esperanza de encontrar sobrevivientes casi ha desaparecido, y al parecer era poco lo que podían hacer.

Más cuerpos

Los trabajadores de rescate recuperaron más cuerpos este jueves en la mina de carbón de Soma, con lo que la cifra de víctimas se elevó a 282 muertos hasta ahora.

Los cuerpos de los cerca de 200 mineros que quedaron atrapados a casi un kilómetro y medio bajo tierra han sido devueltos a sus familias.

El estado de ánimo en la mina fue igualmente hosco que el día anterior, pero de vez en cuando, el dolor llegó alto y claro. “¡Ya es suficiente para mi vida!”, gritó una mujer agitando los brazos y mientras sus lágrimas corrían por sus mejillas. “¡Que esta mina me quite la vida también!”

Los equipos de rescate salvaron al menos a 88 mineros en los momentos inmediatos después que un transformador de energía explotó el martes. El incidente ocurrió durante un cambio de turno en la mina, lo que desató un incendio en el interior que causó asfixia.

Las autopsias de decenas de cadáveres revelaron que los mineros habían muerto de envenenamiento por monóxido de carbono.

Acusaciones de los ingenieros

Un grupo de ingenieros que investigan la causa de la tragedia ha hecho una acusación escandalosa esta semana.

“Lo que ocurrió en Soma no es el destino, es asesinato”, escribió una rama local de la Cámara de Ingenieros Eléctricos en letras mayúsculas en la parte superior de su declaración oficial el miércoles.

Aunque el grupo no es conocido por tener alguna afiliación política y está integrado por expertos serios, sus declaraciones son comunes en un país desgarrado por la división política, donde las protestas callejeras y cañones de agua se han convertido en una imagen familiar.

El gremio también contradice la versión oficial de cómo comenzó el fuego: “El fuego no fue provocado por una situación eléctrica, como se presentó al público en los primeros reportes”.

Dijeron que “la inspección reveló que los sistemas que detectan gases tóxicos y explosivos en la mina, y los sistemas para la gestión de los sistemas de aire eran insuficientes y viejos”.

El incendio comenzó como un “fuego de carbón” a 700 metros de profundidad, y luego los ventiladores empujaron las llamas y el humo a través de la mina, según la Cámara. La ventilación no se corrigió hasta “mucho más tarde”.

Hoguera política

Las acusaciones de la Cámara aterrizan en la parte superior de las protestas contra el gobierno de Erdogan que han sostenido sus opositores políticos.

El opositor Ozgur Ozel de la región de Manisa, que incluye Soma, presentó una propuesta a finales de abril para investigar las minas turcas después de los accidentes mortales sucesivos. Ha dicho que está harto de ir a los funerales de los mineros en su distrito.

Varias docenas de miembros de partidos de la oposición firmaron su propuesta, pero el gobierno conservador de Erdogan la desechó. Algunos de sus miembros la satirizaron públicamente, dijo un vocero de la oposición.

La mina, propiedad de SOMA Komur Isletmeleri AS, se sometió a inspecciones regulares en los últimos tres años, dos de ellas en marzo, dijo el gobierno de Turquía. Los inspectores informaron que no hubo ninguna violación de las leyes de salud y seguridad.

Ivan Watson, Gul Tuysuz, Ben Brumfield, Michael Pearson, Greg Botelho, Diana Magnay y Talia Kayali contribuyeron con este reporte.