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África

Liberia cierra la mayoría de sus fronteras por el mortal brote de ébola

Por CNNEspañol sjv

Por Jen Christensen, CNN

(CNN) — El brote más mortífero de ébola en la historia continúa plagando el Occidente de África mientras los mandatarios luchan para detener el virus y su propagación.

El fin de semana, la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, cerró la mayoría de las fronteras de su país.

Los pocos puntos de entrada que continúan abiertos tendrán centros de pruebas para detectar el ébola e implementarán medidas preventivas, dijo la mandataria.

La presidenta también estableció restricciones en lugares públicos, y ordenó que los hoteles, restaurantes y otros centros de entretenimiento transmitan un video de 5 minutos sobre las medidas para protegerse ante el ébola.

“No hay ninguna duda que el virus del ébola es un problema de seguridad nacional”, dijo Sirleaf en un comunicado.

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“Ataca nuestra forma de vida, con serias consecuencias económicas y sociales. Por tal motivo, estamos obligados a dar el máximo de nuestros esfuerzos para resolver y luchar contra este brote”.

El virus

Hasta el pasado 20 de julio, la Organización Mundial de la Salud había confirmado 224 casos de ébola en Liberia, incluyendo 127 muertes.

En total, el ébola ha matado al menos a 660 personas en el occidente de África. Se presentaron 45 nuevos casos en la región tan solo del pasado 18 al 20 de julio.

Las autoridades de salud están preocupadas por la propagación del virus a otros país en la región. El viernes, un hombre de Liberia que estaba contagiado de ébola murió en Lagos, Nigeria, informó el Ministro de Salud de Nigeria, Onyebuchi Chukwu.

El hombre llegó al aeropuerto de Lagos el 20 de julio y fue aislado en un hospital local tras exhibir los síntomas comunes del ébola. El hombre le dijo a las autoridades que no había tenido contacto directo con ninguna persona que tuviera el virus.

El lunes, Arik Air, una de las aerolíneas más grandes de Nigeria, suspendió sus operaciones hacia la capital del país, Morovia, y otra ciudad llamada Freetown, de acuerdo con el sitio AllAfrica.com.

Entre tanto, trabajadores de salud estadounidenses que ayudaban a luchar contra la enfermedad mortal, están en peligro.

Kent Brantly, un residente de 33 años, había tendido a pacientes en Monrovia cuando comenzó a sentirse enfermo.

Brantly trabaja con Samaritan's Purse, una agencia de apoyo internacional fundado por los evangelistas.Franklin Graham y Robert Pierce.

El hombre había sido director médico para el Centro de Control de Casos Consolidados de Ébola en Monrovia y había trabajado para ayudar a los pacientes que contrajeron el virus desde octubre pasado.

Tras resultar positivo de ébola, acudió a tratamiento en el centro de aislamiento de Samaritan's Purse en el Hospital ELWA en Paynesville City, Monrovia.

Otra trabajadora estadounidense que trabaja con Samaritan's Pursetambién resultó infectada. Nancy Writebol de Charlotte, Carolina del Norte, trabaja con Serving in Mission, o SIM.

Ella y su esposo solían trabajar con huérfanos y otros niños que luchaban contra temas relacionados con la pobreza, pero expandió sus esfuerzos para atender los complejos problemas médicos en Monrovia.

Otro doctor que había tenido un papel clave en la lucha contra el brote en Sierra Leona, Sheik Humarr Kahn, está enfermo. El hombre está siendo atendido por el grupo de ayuda de Francia Medecins Sans Frontieres, conocido como Médicos Sin Fronteras, en  Kailahun, Sierra Leona, de acuerdo a un representante de la agencia.

Kahn había atendido a pacientes con ébola en unidades de aislamiento en el Hospital de Gobierno de Kenema, que está a unos 298 kilómetros al este de la capital, Freetown.

En un comunicado, el Ministerio de Salud y Sanidad de Sierra Leona llamó al doctor un héroe nacional por sus sacrificios en tratar de detener el brote.

La enfermedad no es contagiosa sino hasta que los síntomas ocurren. Estos incluyen fiebre, fatiga y dolores de cabeza. Pueden aparecer de dos a 21 días después de la infección, lo que significa que muchos de los infectados ni siquiera saben que lo están.

Los primeros síntomas pueden progresar a vómitos, diarrea, problemas de funcionalidad del riñón y el hígado e incluso algún sangrado interno o externo.