(CNN) – En Estados Unidos hay más tigres como mascotas que los que vagan libremente en la naturaleza, según dicen los activistas mientras demandan nuevas leyes enérgicas para prohibir esa práctica en el Día Internacional del Tigre.
Aun cuando solo 3.000 tigres habitan los bosques de Asia y Rusia, se calcula que hasta 5.000 son mantenidos cautivos en jaulas pequeñas en los patios traseros de Estados Unidos.
“La razón principal para que todos estos gatos estén en patios, sótanos y garajes a lo largo de Estados Unidos es que es legal que las personas se tomen una fotografía con un precioso cachorro de tigre”, le explica Carole Baskin, fundadora y directora ejecutiva de Big Cat Rescue, a CNN.
“Y estos cachorros son lindos y dóciles solamente hasta cuando tienen alrededor de 12 semanas de edad. Para cuando cumplen 13 semanas, las personas que los usan para estas cabinas fotográficas descubren que el costo de su mantenimiento es de 10.000 dólares al año, por lo que se deshacen de ellos… los venden”, dice Baskin.
Un anuncio en el periódico en el que venden cachorros de tigre en Florida, Estados Unidos.
Y ese valor es solamente para la comida y los gastos veterinarios… no incluye el mantenimiento de las jaulas y las instalaciones de alta seguridad.
El Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW, por sus siglas en inglés), conjuntamente con otras organizaciones de protección animal como Big Cat Rescue, están exigiéndole al Congreso que apruebe la ley “The Big Cats and Public Safety Protection Act” (Ley de Protección de Grandes Felinos y Seguridad Pública), para poner fin a la posesión privada y cría de varios felinos grandes.
Leigh Henry, Asesora Principal de Políticas para World Wildlife Fund (WWF), le dijo a CNN: “En el pasado, esta ley no ha logrado obtener el apoyo suficiente para que pase por el proceso legislativo”, aunque ella espera que eso cambie.
“Es fundamental que Estados Unidos logre manejar de mejor manera esta población y que demostremos el liderazgo de conservación para influir en China –que tiene una población de tigres en cautiverio aun mayor– a fin de que tome acciones similares”, añade.
Amenaza de ataque
Los peligros de tener felinos grandes como mascotas es evidente en las cifras que muestran que, en Estados Unidos, entre 1990 y 2015, ocho personas murieron y 54 resultaron heridas por felinos grandes domésticos.
Tim Harrison, director de Outreach for Animals, organización que también rescata mascotas exóticas no deseadas, le cuenta a CNN: “No conozco a ningún dueño, y yo solía tener grandes felinos, que no haya sido atacado o asustado por un felino grande ya maduro. Si te dicen algo distinto, están mintiendo. A la larga, esa vida en la tierra de la fantasía, les cuesta la vida, tanto al dueño como al felino”.
Él dice que los tigres cautivos, por ejemplo, llegan a ser más grandes que sus amos y, a menudo, son forzados a pasar sus vidas adultas en jaulas.
“El tigre no entiende por qué ahora es un preso cuando solía dormir contigo… Algunos propietarios alteran quirúrgicamente a los felinos, lo cual hace que sea difícil ubicarlos en muchas reservas puesto que un felino al que le han quitado sus garras, que queda con sus colmillos sin filo y que no ha sido alimentado de la manera correcta, no se puede proteger de otros felinos”.
Harrison, un oficial de policía retirado, añade: “…siempre es la policía y el departamento de bomberos los que tienen que encargarse de estas llamadas. No hay academia de formación que enseñe a manejar este tipo de incidente”.
¡Por favor, llévese a mi felino!
Como socorrista de linces –también conocidos como gatos monteses– desde que tenía 17 años, Baskin, de Big Cat Rescue, comenzó a recibir llamadas pidiéndole que recibiera tigres y leones de las personas que ya no podían manejarlos. El terreno en el que ella vivía en Florida era de un poco más de dos hectáreas y, en 1992, compró un poco más de 27 hectáreas más para tratar de satisfacer la demanda cada vez mayor.
En el 2003, la Ley de Seguridad de Vida Silvestre en Cautiverio fue aprobada y la misma penaliza la importación, exportación, compra, venta, transporte, recepción y adquisición de ciertos felinos grandes, con excepciones.
Después de que se aprobó la ley, Baskin descubrió que la cantidad de llamadas que recibía de personas desesperadas por darle a alguien sus mascotas exóticas, se redujo de 312 hasta aproximadamente 160.
Sin embargo, pronto se descubrieron los vacíos legales. “…solo se aplicaba a las personas que compraban a los animales como mascotas. Así que, por 40 dólares, cualquiera puede obtener una licencia del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), la cual se considera un permiso comercial. Entonces, tu tigre no es una mascota, es una iniciativa comercial. Así es como la gente evita las prohibiciones estatales”.
“Si queremos resolver este problema, tendremos que cambiar las leyes”, dice Baskin.
La figura oscura de la delincuencia
Además de la especulación con estos animales, existe otro problema grave… se sospecha que algunos de los tigres podrían terminar en el comercio ilegal de vida silvestre por sus huesos y partes, cuyo valor sugiere ser de cientos de millones de dólares.
“Nosotros estimamos que, de forma conservadora, aproximadamente 200 cachorros de estos eran criados y usados cada año. Pero la cantidad de cachorros que terminan necesitando rescate de ninguna manera se aproxima a esta”.
“…Realmente creemos que acaban en el comercio ilegal. El problema es que eso es algo extremadamente difícil de probar. Estos tipos malvados trabajan juntos en una estrecha red; ellos son sumamente cuidadosos para no permitir que lo que están haciendo al margen de su propia industria salga a luz”.
Cuando Baskin ha acompañado a las autoridades en grandes redadas de felinos y recibe a los animales, por lo general los ha encontrado en condiciones deplorables.
“El último allanamiento que realizamos fue en agosto del año pasado y esa fue la primera vez que rescatamos a un felino que se encontraba en condiciones decentes. Hemos estado haciendo esto durante 22 años”.
‘Debería permitirse conservar a los felinos’
El tigre que ella recibió pertenecía a Timothy Gress, de 52 años de edad, de Augusta, Georgia, quien estaba reubicando a los animales exóticos de su reserva –Augusta Conservation Education–, la que él inició hace 22 años mientras que trabajaba tiempo completo como electricista. La reserva era el hogar de un lince, un puma, leopardos, ligres (híbrido producto del cruce entre un león y una tigresa), varios leones grandes, un lobo gris y un oso negro, pero Gress necesitaba reducir paulatinamente la operación puesto que había crecido demasiado y ya no tenía la capacidad para manejarla de manera adecuada.
Él hizo uso de sus contactos confiables para albergar con éxito a todos sus animales en un plazo de seis meses, y Big Cat Rescue, recibió a su último animal… una tigresa llamada Kali, hija de una madre que fue abandonada en condiciones insalubres por un criador hace 15 años.
Gress argumenta que deberían permitir tener una mascota exótica… siempre y cuando los propietarios sepan lo que les espera. Él aboga por programas de capacitación para todo aquel que quiera compartir su espacio de vida con un animal salvaje. “Si ellos están debidamente capacitados y lo hacen por las razones correctas, entonces pueden tener éxito al hacer cosas que hagan que sus vidas sean mejores”, le dijo a CNN.
“Eso es en definitiva lo que estamos buscando. Ellos no pidieron estar en una jaula en Estados Unidos. Pero están aquí. Y nuestro trabajo es hacer que se sientan cómodos”.
De hecho, él dice que sus animales estaban viviendo muy satisfechos. “Tenían recintos techados, piscinas, carne fresca y agua todos los días”.
Y de manera apasionada, él habla largo y tendido de la manera en que se debe cuidar de estos depredadores.
Antes de entrar en la jaula de un tigre, debes saludar al tigre, o hacer sonidos “chuff”… el sonido que, según dice él, hacen los tigres cuando se encuentran entre sí en la naturaleza. “…no debes darles la espalda, te mueves de forma circular en una esquina de la jaula. Si están sobresaltados, entonces eso significa que cuando entres, probablemente no vayas a tener una buena experiencia”, dice riendo.
Los criadores son “parte del problema”
Gress sostiene que él nunca fue criador, no vendió ni explotó comercialmente a sus animales. “Cualquiera que se dedica a la crianza no es parte de la solución. Son parte del problema”, dice.
Sin embargo, muchos activistas de la vida salvaje desean ponerle freno tanto a la propiedad como a la crianza de felinos salvajes. La ley propuesta –Big Cats and Public Safety Protection Act– prohibiría ambas cosas, si logra obtener suficiente apoyo político.
Gress argumenta: “Siempre existirán tigres en cautiverio en Estados Unidos, nunca podrás detenerlo. Hay demasiados que ni siquiera sabemos que existen”.
El Día Internacional del Tigre se celebra el 29 de julio de cada año y tiene el propósito de despertar conciencia en cuanto al animal en peligro de extinción. Baskin cree que el proyecto de ley podría servir para redimir al tigre.
“Si prohibimos la posesión privada y las personas son atrapadas con partes de tigre –un producto de primera calidad–, tienen que demostrar de dónde vienen. El tigre en la naturaleza tiene una oportunidad si podemos prohibir su posesión privada”.
Aun cuando ella dice que lleva a cabo su deber sin rencor, desearía que no fuera necesario. “Todos los que están en la industria de la reserva deseamos estar fuera del negocio”.
“No queremos que haya necesidad de un lugar para rescatar a los grandes felinos de situaciones horribles. Queremos que termine toda esa industria, toda esa práctica, la gente que los usa”.
Harrison cree que la desilusión es una parte importante del problema. “Todo el mundo quiere un cachorro de tigre, pero nadie quiere un tigre”.