China podría continuar con dificultades en su economía en 2016.

(CNNMoney) – Los mercados de valores se dispararon en el primer semestre antes de estrellar espectacularmente. Se han recuperado desde entonces, pero la razón subyacente de la caída del verano —las preocupaciones sobre la desaceleración económica de China— no han desaparecido. Y el coro de preocupaciones es cada vez más fuerte.

Los números ciertamente no lucen muy bien: las cifras trimestrales del PIB reflejan el peor crecimiento de China desde la crisis financiera. El crecimiento para 2015 en su conjunto, que será publicado en enero, probablemente sean bastante decepcionantes a pesar de que los datos oficiales aún podrían alcanzar la meta del gobierno de alrededor del 7%.

Además de eso, la moneda china está cuesta abajo, y varios altos ejecutivos han sido arrastrados por las investigaciones del gobierno sobre la corrupción y el abuso de información privilegiada.

Estos son algunos puntos a considerar en 2016:

1. ¿Cuán débil será el crecimiento?

Los viejos días de crecimiento vertiginoso han desaparecido. Los economistas sondeados por CNNMoney esperan un crecimiento del PIB de 6.8% este año y de 6.5% en 2016.

Eso está muy lejos de las tasas de crecimiento de dos dígitos que China solía disfrutar, pero tanto los funcionarios del gobierno como los economistas parecen pensar las cosas van por buen camino.

Dicen que China necesitará un promedio de crecimiento anual del 6.5% en cada uno de los próximos cinco años para alcanzar su objetivo de impulsar su economía de alrededor de 12 billones de dólares para 2020.

Eso representaría una ambiciosa duplicación del tamaño de la producción de China en solo 10 años. Y solo sucederá si el sector servicios del país —por ejemplo, educación y viajes— continúa expandiéndose rápidamente a medida que la actividad fabril se contrae.

El equilibrio ya está cambiando: los servicios ahora aportan alrededor del 48% del PIB de China, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas. Y los economistas dicen que el abandono del sector de la manufactura —que representó 43% de la economía el año pasado— continuará.

2. ¿Se avecinan más recortes de tasas?

A pesar de las crecientes preocupaciones sobre la desaceleración económica de China, Pekín evitó desatar un importante estímulo este año.

En su lugar, el gobierno implementó medidas de “miniestímulo”, al recortar las tasas de interés varias veces, reducir la cantidad de efectivo que se exige a los bancos que mantengan a disposición para alentar los préstamos, y acelerar proyectos de infraestructura. Permitir que la moneda cayera también debe haber dado un impulso a los exportadores.

Una gran reunión del gobierno en marzo será la próxima gran revisión de la política. Pero los economistas no esperan un paquete de estímulo tipo “big bang”.

“Esperamos un incremento en el apoyo fiscal y en los préstamos para inversiones en infraestructura, pero no un nuevo paquete masivo de estímulo”, dijo el economista de UBS Wang Tao. Aún así, podría haber dos recortes más de las tasas de interés a principios de 2016.

3. ¿Podrá China calmar sus mercados?

Si bien la mayoría de los mercados de China todavía están dominados por los inversores nacionales, Pekín quiere fomentar mayor participación extranjera.

La volatilidad extrema de este año dificultará mucho eso.

El gobierno ha tomado algunas medidas para combatir los vaivenes bruscos del mercado. China adoptó interruptores a partir del primero de enero, que esencialmente son un freno de emergencia, que son un freno de emergencia que detiene las operaciones durante 15 minutos si el principal índice bursátil chino oscila hacia arriba o hacia abajo en un 5%.

Los reguladores también están estudiando la posibilidad de cambiar las reglas para las empresas que quieren salir a bolsa. Pekín levantó recientemente una prohibición de cuatro meses sobre las ofertas públicas iniciales.

Hay planes para vincular las bolsas de Hong Kong y de Shenzhen en 2016, al dar a los inversionistas en ambos lugares acceso a los mercados. Pero los expertos dicen que China tendrá que reconstruir la confianza de los inversionistas, tanto en casa como en el extranjero para que este vínculo tenga éxito, un programa similar este año entre Hong Kong y Shanghai fracasó.

4. ¿El yuan seguirá cayendo?

El yuan, también conocido como renminbi, ha caído casi 5% frente al dólar en lo que va de este año, y los analistas piensan que la moneda tiene más espacio para caer, lo cual refleja un crecimiento y un comercio más débiles.

Uno de los economistas sondeados por CNNMoney estima que el yuan podría hundirse a 7,50 frente al dólar a finales de 2016, un tobogán de 16% desde los niveles actuales.

China ha estado trabajando para lograr que su moneda sea aceptada como un actor global en el comercio y la inversión.

En noviembre, recibió un sello de aprobación del FMI, que acordó incluir al yuan en una cesta de monedas exclusiva a partir del 1 de octubre 2016.

Pero con su moneda ahora en el centro de atención mundial, China se encuentra bajo una presión aún mayor para permitir que las fuerzas del mercado jueguen un papel más importante.

Como parte de ese esfuerzo, el gobierno anunció que comenzaría a seguir el valor del yuan contra una cesta de monedas del mundo, y no solo contra el dólar estadounidense.

En todo el mundo, el yuan está creciendo en importancia. En octubre, se convirtió en la cuarta divisa más utilizada en el mundo para pagos internacionales, según Swift, una organización que ofrece servicios de transacciones globales.