(HLN) – Taylor Swift está hablando sobre ello, Lady Gaga está hablando sobre ello, y #FreeKesha ha acaparado titulares, pero la batalla legal entre Kesha y su productor discográfico, Dr. Luke, es mucho más compleja que un hashtag.
En resumen, Kesha presentó una demanda civil en el 2014 en la que afirma que Dr. Luke la drogó, abuso emocionalmente de ella y la agredió sexualmente durante el tiempo que estuvo con Kemosabe Records, el sello discográfico propiedad del productor. Su equipo legal estaba tratando de anular su contrato con Kemosabe Records y su empresa matriz, Sony Music Entertainment, para que pudiera continuar su carrera lejos de la influencia de Dr. Luke. El 19 de febrero, el Tribunal Supremo de Nueva York negó una medida cautelar en relación con el caso, haciendo llorar a la cantante y desatando un frenesí de enojo entre sus partidarios y activismo en su nombre.
Si este suceso suena como el más reciente de una interminable serie intricada de acontecimientos, es porque lo es. Para empezar por el principio, será necesario retroceder años de acusaciones y dificultades, tanto personales como profesionales.
El auge de Ke$ha (con un $)
La mayoría de la gente posiblemente escuchó a Kesha antes de que incluso escuchara hablar de ella. A pesar de que había estado trabajando con Kemosabe Records y Dr. Luke desde el 2005, hizo su debut como cantante sin crédito, cantando de fondo en la radio “Right Round” del rapero Flo Rida en el 2009.
Posteriormente ese año, Kesha amplio su escenario con “Tik Tok”, una melodía pegadiza de las buenas fiestas (y tema de remixes) que básicamente definió el verano de 2010.
Los fans fueron cautivados por su reluciente imagen grunge y el signo de dólar que aparecía en su nombre dio lugar a que las personas buscaran en Google la pronunciación. Lanzó su primer disco “Animal”, y pronto le siguieron otros éxitos. Para cuando lanzó su segundo álbum, “Warrior”, en el 2012, su enfadado rostro pecoso y sonido crudo se volvieron inmediatamente reconocibles.
Tras bastidores, ella aún estaba trabajando con Dr. Luke. Los compañeros de trabajo también mantuvieron una amistad pública, intercambiando conversaciones e imágenes por medio de las redes sociales y participando juntos en funciones.
¿Quién es Dr. Luke?
Lukasz Gottwald en realidad no es un médico, sino un productor de música ridículamente exitoso y bien conocido que ha producido grandes éxitos de la talla de Katy Perry, Kelly Clarkson y Pink. Dado que su sello es propiedad de Sony Music Entertainment, eso le da a SME pleno derecho a sus servicios como productor. Como uno puede suponer, Dr. Luke es inseparable del salto a la fama de Kesha… no solo era el productor discográfico cuando inició con Kemosabe en el 2005, sino que también co-escribió y produjo el sencillo Flo Rida del 2009 que sirvió como su primer paso a la fama.
Inicia el movimiento “Free Kesha”
Aunque su álbum “Warrior” del 2012 estaba lejos de ser un fracaso, los fans comenzaron a sospechar que la cantante estaba siendo “controlada” por Kemosabe Records y Dr. Luke. En el 2013, circuló una petición para liberar a Kesha de su contrato discográfico, en el que pedían que la sacaran del ámbito de Dr. Luke. En una entrevista de Rolling Stone del 2013, Kesha dijo que no sentía como si tuviera el control creativo sobre su música.
“Lo que ha sido lanzado como un sencillo simplemente ha perpetuado una imagen particular que podría o no ser precisa”, dijo. “Me gustaría mostrarle al mundo otros lados de mi personalidad”.
En el 2014, Kesha se internó en rehabilitación por un desorden alimenticio y dijo que quería “aprender a amarse a sí misma de nuevo, exactamente como es”. Cuando se salió dos meses después, ella le quitó el signo de dólar a su nombre. Posteriormente ese mismo año, ella demandó a Dr. Luke por abuso y agresión sexual. La lucha, la cual insinuó en sus entrevistas y declaraciones públicas, muy pronto se volvió muy real.
Las acusaciones de abuso y la contrademanda
La feroz demanda presentada por Kesha y sus abogados en octubre del 2014 afirmaba que, durante todo el tiempo de su carrera profesional, había sido controlada y abusada por Dr. Luke. La demanda afirmaba que Dr. Luke la convenció para firmar con su sello discográfico, “la colmó de promesas de fama y fortuna”, y la ha estado controlando desde entonces.
“Durante los últimos diez años, Dr. Luke ha abusado sexual, física, verbal y emocionalmente de la Srta. Sebert hasta el punto donde la Srta. Sebert casi perdió su vida”, afirmó la demanda. “Dr. Luke abusó de la Srta. Sebert con el fin de destruir su confianza en sí misma, auto-imagen y autoestima para que pudiera mantener el control completo sobre su vida y carrera”. La demanda incluye reclamaciones de varias instancias donde Dr. Luke “se aprovechaba” de Kesha mientras ella estaba “intoxicada y drogada”, y luego la amenazaba para que se callara.
La demanda también afirmaba que su continua asociación con el productor discográfico sería “peligrosa para la vida”.
En respuesta, Dr. Luke y sus abogados contraatacaron y presentaron una demanda en contra de Kesha, asegurando que sus acusaciones eran difamación y un “intento por extorsionar a Gottwald para que liberara a Kesha de su acuerdo exclusivo de grabación con Dr. Luke”.
Y así, se establecieron las líneas: Kesha y su bando dejaron en claro que veían a Dr. Luke como un abusador que era una amenaza para la carrera de Kesha y su vida misma, y el bando de Dr. Luke cree que sus acusaciones son una forma extrema de darle de baja a su negociación.
En el otoño de 2015, Kesha y su abogado Mark Geragos solicitaron una medida cautelar en su caso. Geragos indicó que la medida era para apresurar una decisión en su caso y que le permitirá grabar con otros sellos discográficos y productores en el ínterin. “Su valor de marca ha caído”, declaró Geragos. “Y a menos que la Corte emita este mandato, Kesha sufrirá un daño irreparable, haciendo que su carrera se desplome al punto que no pueda regresar”.
Sentencia del tribunal y reacción violenta
A medida que la lucha de Kesha se hizo cada vez más pública, sus fans y compañeros artistas continuaron pintando un panorama en el que Sony Music Entertainment, Kemosabe Records y la propia ley estaban perpetuando un sistema que estaba reteniendo como rehén la propia vida y sustento de una víctima de abuso. El movimiento Free Kesha (liberen a Kesha) que comenzó como una petición vaga en el 2013 se convirtió en #FreeKesha, un grito de guerra; es decir, para los telespectadores, se trataba tanto sobre derechos de las víctimas como de la libertad creativa y la legalidad de los contratos vinculantes.
Sin embargo, el fallo de la corte de la semana pasada fue un duro golpe para la causa de Kesha. Aunque la demanda original contra Dr. Luke había incluido relatos vívidos y perturbadores de abuso sexual y psicológico, un juez de la Corte Suprema de Nueva York dijo que sus acusaciones eran vagas y que no había evidencia médica proporcionada para respaldar sus afirmaciones de abuso. La medida cautelar fue denegada, y sus fans —afuera de la corte y de todo el mundo— reaccionaron con ira.
¿Tiene que trabajar ella con él?
La afirmación más común por parte de los partidarios de #FreeKesha es que ahora se ve obligada a trabajar directamente con su presunto agresor, según lo estipulado en el contrato original. Esta es una afirmación repetida por grandes estrellas como Taylor Swift, Demi Lovato y del cantante líder de Bleachers, Jack Antonoff, quien recientemente se ofreció a producir música para ella hasta que se librara de la influencia de ese “imbécil”.
Sin embargo, el abogado de Dr. Luke ha dicho que este panorama no es del todo exacto.
“El Tribunal Supremo del Condado de Nueva York encontró que… Kesha ya está ‘libre’ para grabar y editar música sin tener que trabajar con Dr. Luke como productor si ella no quiere. Cualquier afirmación de que ella no es ‘libre’ es un mito”, dijo la abogada de Dr. Luke, Christine Le Pera, en un comunicado después de la sentencia.
El abogado de Kesha no ha respondido directamente a esta afirmación, pero dijo después de la sentencia que el ofrecimiento de Sony para que pudiera contar con otras opciones de grabación era una “promesa difícil de alcanzar”.
La lucha, en sus propias palabras
El peso emocional de la decisión judicial de febrero se resume en una serie de fotos de Kesha en el fondo de la sala de la ciudad de Nueva York, llorando junto a su madre.
Estas imágenes han servido como una fuerte retórica para sus seguidores, pero la cantante en sí se ha mantenido bastante tranquila, a medida que se ha desarrollado la última ronda de drama. Un día antes de que se produjera el fallo, publicó una foto serena del sol en su cuenta de Instagram.
“No tengo nada que ocultar”, escribió junto a la misma. “Hice esto porque la verdad estaba corroyendo mi alma y me está matando por dentro. Esto no es solo por mí. Esto es por todas las mujeres, todos los seres humanos que hayan sido objeto de abusos. Sexualmente… emocionalmente… mentalmente. Tenía que decir la verdad. Así que sucederá lo que tenga que suceder”.
Mientras tanto, Dr. Luke mantuvo su posición después de que la medida cautelar fuera denegada. El tuiteó que las acusaciones contra él son falsas y que Kesha era como su “hermana pequeña”.
¿Qué sigue?
El fallo de la Corte el 19 de febrero fue solamente una medida cautelar; la mayor demanda civil presentada por Kesha continúa en el tribunal y la decisión podría tardar meses o años. Debido a que se denegó la medida cautelar, cualquier grabación que Kesha quiera hacer en un futuro próximo tendrá que estar bajo el control de Sony.