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Clínica Universidad de Navarra

5 consejos para mantener una voz sana

Por Clínica Universidad de Navarra

Como las huellas, la voz de cada persona es única. Juega un papel muy importante a la hora de diferenciarnos. Por eso, es muy importante cuidarla, puesto que ciertos trastornos pueden jugar una mala pasada en nuestras cuerdas vocales.

Normalmente, las mujeres sufren más trastornos de la voz que la población masculina, y el más frecuente es la disfonía funcional. En su mayoría, los problemas de la voz se manifiestan por la presencia de ronquera, carraspera, aspereza, etc.

Las personas afectadas presentan cambios en el tono, afonía e, incluso, dolor agudo o sordo asociado con el uso de la voz. Sin embargo, la aparición de sangre en la saliva o en la mucosidad indica la existencia de un problema más serio.

Así, los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra aseguran que el diagnóstico precoz determina la eficacia del tratamiento ya que, por lo general, existe una gran variedad de causas que pueden dar lugar a estos problemas.

La laringitis es uno de los trastornos más frecuentes. Se trata de la inflamación de las cuerdas vocales, que tiene su origen en una infección viral de las vías aéreas altas. Cuando las cuerdas vocales se inflaman, vibran de manera diferente y producen ronquera. El mejor tratamiento en este caso es el reposo de la voz y una buena hidratación. Asimismo, es importante extremar los cuidados, ya que en las cuerdas vocales inflamadas aumenta el riesgo de padecer lesiones importantes o un daño permanente.

El reflujo de ácido del estómago en la garganta puede dar lugar a diversos síntomas en la garganta, como ronquera, problemas al tragar y dolor de garganta. Es un trastorno de difícil diagnóstico, ya que la mitad de los pacientes que padecen este reflujo laringofaríngeo no tienen ardor, un síntoma que tradicionalmente acompaña al reflujo gastroesofágico. Por su parte, el reflujo laringofaríngeo nocturno es el más difícil de diagnosticar, ya que no cursa con los síntomas habituales, sino que presenta con irritación de garganta y ronquera al despertar.

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Otros trastornos de la voz son las lesiones de las cuerdas vocales que, junto con el abuso y mal uso de la voz, pueden dar lugar a tumoraciones benignas. Las tumoraciones alteran la vibración normal de las cuerdas vocales y producen cambios en la calidad de voz. Las lesiones más frecuentes son los nódulos, que se suelen corregir con reposo y rehabilitación, y los pólipos o quistes, que pueden requerir tratamiento quirúrgico.

El cáncer de laringe es una enfermedad muy seria que afecta directamente en la voz del paciente. Cuando el cáncer afecta a las cuerdas vocales, la voz sufre un cambio en el tono, que se vuelve ronca y áspera. Otros signos son dificultad al tragar y respirar, dolor de oído o la presencia de un bulto en el cuello. Estos síntomas suelen aparecer de manera bastante precoz, por lo que en cuanto se detecten es fundamental acudir al especialista. Su diagnóstico temprano garantiza que el tratamiento quirúrgico o radioterápico obtenga un porcentaje de curación superior al 90%.

Aunque entre las causas del cáncer de laringe están presentes varios factores, en su mayoría está relacionado con el consumo de tabaco y alcohol y con el virus del papiloma humano. Por eso hay que incidir en la importancia de que el cáncer de laringe se puede prevenir modificando los hábitos de vida; es decir, abandonando el tabaco y la ingesta de alcohol.

Medidas para cuidar la voz

A la hora de prevenir los problemas de la voz o bien para mantener una voz sana se pueden seguir algunas medidas saludables:

  • Beber entre seis y ochos vasos de agua al día. Mantener un buen estado de hidratación asegura una óptima lubricación de las cuerdas vocales. Por ello se recomienda reducir el consumo de aquellas sustancias que producen deshidratación, como las bebidas alcohólicas o las que contienen cafeína.
  • No fumar. El tabaco produce cáncer de pulmón y garganta, en particular, y en muchos otros órganos. En concreto, da lugar a cambios permanentes en el tono de la voz, su naturaleza y su capacidad.
  • No abusar o hacer mal uso de la voz. La voz no es indestructible, por lo que hay que intentar no gritar ni elevar la voz mucho cuando se está en ambientes ruidosos. Si notamos que nuestra garganta se reseca mucho o que la voz se está volviendo ronca, debemos dejar de hablar.
  • No aclararse la garganta a menudo. Si carraspea con frecuencia, se recomienda acudir al especialista, puesto que puede estar causado por reflujo, enfermedades alérgicas y/o de los senos paranasales.
  • Dormir lo suficiente. La voz es muy sensible a la falta de sueño. Dormir menos de seis horas produce predisposición a padecer lesiones vocales.