Sun Yang, con la medalla de plata, Mack Horton, con el oro, y el italiano Gabriele Detti en el podio el pasado sábado (Clive Rose/Getty Images).

(CNN) – Un nadador del equipo olímpico de Australia provocó indignación al llamar al chino Sun Yang “tramposo que se dopa”.

En declaraciones a los medios de comunicación después de vencer a Sun el pasado sábado por apenas 0,16 segundos para ganar el oro en los 400 m estilo libre, Mack Horton describió su victoria como una “de los buenos”.

Antes de la carrera, Horton dijo que Sun, quien cumplió una suspensión de tres meses por dar positivo por una sustancia prohibida en 2014, era un “tramposo que se dopa”.

En declaraciones a la agencia estatal de noticias Xinhua, el director del equipo de natación de China, Xu Qi, exigió una disculpa.

“Exigimos enérgicamente una disculpa de este nadador”, dijo Xu, refiriéndose a Horton.

La jefa de la misión olímpica australiana, Kitty Chiller, descartó rotundamente cualquier posibilidad de una disculpa el martes, de acuerdo con la afiliada de CNN, Sky News Australia.

En declaraciones a la prensa, dijo que Horton “tiene todo el derecho a expresar sus puntos de vista y su descontento”.

“No tenemos ninguna intención de pedir una disculpa”, agregó.

Sun, quien ganó el oro en los 200 metros estilo libre el lunes, y Horton se enfrentarán de nuevo el viernes en los 1500 m estilo libre.

“Sun Yang Do not Cry”

Los comentarios del australiano provocaron furia en China después de un emocional Sun se quebrara en la rueda de prensa posterior a la competición, acusando a Horton de tratar deliberadamente de desconcentrarlo.

El hashtag “Sun Yang Do not Cry” se volvió viral en China, y las páginas de Facebook, Twitter e Instagram de Horton se inundaron con comentarios atacándolo y exigiendo una disculpa a Sun.

“Eres demasiado complaciente y vas a morir rápidamente”, se leía en un comentario sobre una de las publicaciones de Instagram de Horton. Otros lo llamaron un “perdedor” y “vergonzoso” e inundaron los comentarios con el emoji de serpiente.

Los medios estatales chinos también se unieron a la indignación. Un artículo de opinión publicado por el tabloide nacionalista Global Times describió a Australia como un país “en los márgenes de la civilización” y se refirió a su historia como “prisión en alta mar de Gran Bretaña”.