(CNN Español) – El domingo cuando el presidente Juan Manuel Santos ofreció su mensaje en medio de la ceremonia que le puso fin al conflicto armado en Colombia con las FARC mencionó a una de las víctimas: Fabiola Perdomo, esposa de Juan Carlos Narváez, uno de los diputados del Valle secuestrado en 2002 y asesinado en 2007 por la guerrilla.
Perdomo se ha convertido en un símbolo de las víctimas que se se han manifestado capaces de perdonar a las FARC. Ella, junto con otros familiares de los diputados, se reunieron en La Habana en privado con los jefes guerrilleros a principios de septiembre en un acto de comunicación, de preguntas y respuestas, de verdad y de perdón.
En entrevista con Patricia Janiot, presentadora principal de CNN en Español, Fabiola Perdomo cuenta cómo en el encuentro de más de cinco horas los familiares expresaron de frente a los guerrilleros cómo sufrieron por el secuestro y la masacre. “Fue un día de 5 horas de reclamos, de señalamientos, de lágrimas y de duelo. Solo hasta ese día, 9 años después de la muerte de mi esposo, lo despedimos y empezamos a hacer el duelo”.
Perdomo relata cómo los familiares sin reparos expresaron su rabia pero también vieron y sintieron de verdad el pedido de perdón de los victimarios.
Un error histórico y una nueva oportunidad
La viuda dice que hoy se siente sanada y que solo tiene dolor, pero no sufrimiento ni resentimiento. “Perdonar sana”.
Perdomo cuenta cómo los jefes guerrilleros pidieron perdón y que ‘Pablo Catatumbo’ dijo que sentía vergüenza por un error que les había hecho reflexionar. “Hoy creemos que fue la muerte de los diputados que lo que llevó que las FARC se sentara a negociar”.
“Yo no podía creer que los victimarios que dieron la orden que dieron la orden para que asesinaran a los secuestrados en caso de un rescate, estaban pidiéndole (ad Dios) que se fueran a descansar”.
“Ese día me despedí de él”.
Para Perdomo, la masacre de los diputados fue un “error histórico”, pero un error “que los llevó a repleantear su posición radical sobre una negociación, sobre la entrega de los secuestrados”.
“Hoy puedo decir que la sangre de mi esposo y de sus 10 compañeros más no fue en vano: abonó el camino para que este país hoy pueda tener una gran esperanza”.
Perdomo dice que a las FARC les cree porque los vio cuando les transmitió su dolor.
Perdomo cree que hay que darle esta oportunidad a Colombia y a las FARC. “Quienes no viven en el campo sino en la capital no alcanzan a entender la dimensión del dolor, de la guerra, del sufrimiento. Hay que darnos una oportunidad. Las víctimas hemos tomado la decisión de perdonar, ¡por qué no lo puede hacer quien ni siquiera lo ha vivido?”.
Fabiola Perdomo considera que este país se merece esa nueva oportunidad. “No tenemos nada que perder sino mucho que ganar”.
La invitación a Uribe
“Hoy no tengo odio, no tengo rencor, no tengo sed de venganza; hoy solamente tengo dolor y tristeza, una tristeza enorme, porque era posible hacer la paz, era posible hacer un acuerdo humanitario como se lo reclamamos durante muchos años al (entonces) presidente Álvaro Uribe”, dijo Perdomo, entre lágrimas.
“Le rogábamos, le suplicábamos, le decíamos: ‘Presidente, ayúdenos, usted es nuestro negociador’. Nosotros siempre quisimos hablar con las FARC y nos decían que ‘Este no es un secuestro económico, es un secuestro político, por lo tanto su negociador es el Gobierno’. Nosotros no teníamos nada contra el presidente Uribe, solo le reclamábamos un derecho constitucional: el de tener una familia, el de que mi hija pudiera crecer al lado de su padre, y nunca nos oyó, nunca entendió nuestro dolor”, relató Perdomo.
Hoy, tras la firma del acuerdo final, recuerda las palabras de Uribe cuando el entonces mandatario fue a visitar a los familiares después de que se conociera la muerte de los diputados.
“Al presidente Uribe no le vi cuando dolor cuando nosotros le suplicamos que autorizara a la Cruz Roja para que entraran a recoger los cadáveres. No solamente nos tocó suplicarle por un acuerdo humanitario para traerlos con vida sino también suplicarle para que entrara a recuperar los cadáveres”.
“Ese día Uribe nos dijo: ‘A ustedes les tocó poner la cuota de sacrificio por este país, en 20 años los colombianos se los agradecerán. Uno con ese dolor le dice ‘Presidente, ¿usted estaría dispuesto a poner la cuota de sacrificio con su esposa y con sus hijos?’ Y no me respondió. Pero hoy, nueve años después, quiero decirle al presidente (Uribe) que hoy ya sus palabras no me duelen, porque ya las entendí, entendí que nuestro dolor, nuestra rabia y nuestro sufrimiento no pueden estar por encima de este país”.
“Quiero invitarlo de corazón a que haga sacrificios: a que depongo su odio, su rabia y no mate la esperanza de un país en paz que entre todos, con usted, con sus aportes, podemos ayudar a construir. Haga su sacrificio y créame que en 20 años la historia y este país se lo agradecerán”.
La respuesta de Uribe
Patricia Janiot le leyó textualmente el mensaje de Fabiola Perdomo al expresidente Uribe, líder de la campaña por el No en el plebiscito. Uribe contestó: “Le digo de corazón, y ono habría sido capaz de firmar este acuerdo que es una claudicación de la democracia. A Fabiola, que quiere el Sí —que siempre tuve muy buen diálogo con ella, y rescatamos a su madre— le digo con cariño y solidaridad que mi contradicción no es con los del Sí —porque nosotros también queremos la paz— mi preocupación es porque estos acuerdos generan el mal ejemplo de la impunidad total y no generan condiciones de reconciliación”.