CNNEarrow-downclosecomment-02commentglobeplaylistsearchsocial-facebooksocial-googleplussocial-instagramsocial-linkedinsocial-mailsocial-moresocial-twittersocial-whatsapp-01social-whatsapptimestamptype-audiotype-gallery
Empresas

Así funciona la 'policía' que lucha contra Airbnb

Por Heather Goldin

(CNNMoney) -- El apartamento del segundo piso era bello y grande, tenía dos cuartos muy bien decorados. Estaba en el elegante barrio Pacific Heights de San Francisco. Era caro, cerca de 400 dólares la noche en Airbnb, y venía con una advertencia imprevista.

Junto con una botella de vino de California, gratis, los inquilinos fueron recibidos con una nota escrita a mano en la que se les ordenaba mentir si se cruzaban con algún vecino. Cualquier pregunta que les hicieran, debían decir que eran amigos de la familia.

Las personas que alquilan apartamentos por temporadas cortas cada vez son más recursivas para hacerle el quite a las normas, pero ahora no sólo se enfrentan a vecinos chismosos. Existe una nueva ola de empresas que investigan y atrapan a los huéspedes que violen las regulaciones de las construcciones donde se alojan y las leyes locales. Estas empresas son contratadas por propietarios cada vez más preocupados por la calidad de vida o las pólizas de seguros, y por ciudades que ven con malos ojos cómo disminuye el parque inmobiliario y cómo los habitantes no pagan todos los impuestos.

Dueños y administradores de apartamentos y asociaciones de condominios contrataron a BNBShield, empresa con sede en Austin e inaugurada en febrero, para atrapar a las personas que renten de manera ilegal una propiedad. Para ello, los empleados de BNBShield no señalan los edificios ni buscan a personas que hablen extraño. Utilizan un software personalizado para rastrear en listas de áreas determinadas y luego combinar esos datos con las características de un edificio específico.

Algunos edificios tienen los mismos pisos, ventanas, molduras o neveras en todas las unidades. BNBShield pone esa información en su base de datos y escanea fotos de los documentos de identidad de los arrendatarios.

Jacques Casimir, de 36 años y fundador de BNBShield, asegura que muchos inquilinos son cada vez más hábiles y no publican detalles que los identifiquen, como una foto afuera del edificio. La mayoría son personas comunes y corrientes que tratan de ganarse unos pesos mientras están fuera. Pero Casimir también supo del caso de una persona que tomó 13 propiedades en arriendo y las alquiló de manera permanente, creando un negocio hotelero clandestino.

publicidad

Independientemente del tema de los hoteles ilegales, ¿por qué un propietario pagaría dinero solo para callar el ruido de un huésped? David Shapiro, de SubletAlert.com, asegura que se trata de una combinación de factores. Su empresa, con base en San Francisco, produce herramientas que pueden ser utilizadas por inmobiliarias y por compañías que administren edificios para encontrar alquileres de corto plazo.

Tener a extraños que van y vienen puede ser un asunto que preocupe a otros propietarios por su seguridad o calidad de vida. Los edificios suelen tener políticas de seguros específicas que no cubren los subalquileres de un apartamento por temporadas cortas. Y Shapiro opina que cada vez hay más viajeros y turistas que deterioran los inmuebles.

Como BNBShield, SubletAlert no gestiona órdenes de desalojo. Las compañías le envían la información que encuentran al cliente para que decida qué hacer, normalmente comenzando a través de una advertencia. Pero los propietarios no siempre son las víctimas. En un caso en Los Ángeles, los dueños de una construcción fueron acusados de desalojar ilegalmente a todos los arrendatarios que tenían contratos por largos periodos de tiempo, para convertir sus apartamentos en un negocio más lucrativo a través de los alquileres de Airbnb.

Empresas como Airbnb cada vez atraen más la atención de los gobiernos locales. Diferentes ciudades están promulgando sus propias leyes para abordar la proliferación de alquileres de corto plazo.

Cada ciudad tiene razones diferentes. Algunas enfrentan la escasez de viviendas y buscan, de esta manera, asegurar que los apartamentos estén siendo usados por arrendatarios que tienen contratos a largo plazo. Otras son ciudades visitadas sobre todo en época de vacaciones, que quieren promover el turismo pero también asegurarse que reciban todo el dinero que debe llegarles por el pago de impuestos. Muchas comunidades están preocupadas por asuntos relacionados con su calidad de vida, como el ruido.

Airbnb asegura que apoya esas regulaciones, pero se ha enfrentado con algunas ciudades que, le parece, están yendo muy lejos. La compañía demandó a San Francisco, por ejemplo, por una nueva norma que pide que todos los inquilinos se registren en la ciudad.

Host Compliance es otra de esas empresas emprendedoras que ayuda a las ciudades a reforzar sus leyes sobre los alquileres de corto plazo. La compañía ya ha trabajado con casi 15 ciudades, incluyendo Vancouver, Pasadena, Los Ángeles y Truckee, un balneario cerca del Lago Tahoe, en California.

La empresa reúne toda la información que encuentra en los registros de arriendos de corto plazo y envía noticias a los huéspedes, en nombre de las ciudades. Puede decirles que se registren o que paguen impuestos, o informarles de otras normas locales. Tiene una línea telefónica de asistencia para vecinos que quieran reportar problemas con el ruido o los estacionamientos, y reúne evidencia para soportar las reclamaciones o demandas que luego hagan las ciudades.

“El mundo es mejor para los que alquilan a corto plazo si el comportamiento es el correcto”, dice el fundador de Host Compliance, Ulrik Binzer. Como las otras compañías, no ve a la suya como enemiga de Airbnb, sino encargándose de lo que esa empresa ha dejado de lado. Para él, ese es el camino con el que esa industria podrá ser sostenible a largo plazo.

Airbnb parece pecar por hacer un mínimo esfuerzo en este tema. Comparte regulaciones locales en su página web, pero no está inscrito en esos registros. Si un vecino o el dueño de un apartamento se queja con la empresa, esta se comunica con el inquilino y les ayuda a resolver el problema.

Airbnb no quiso hablar sobre las políticas de las otras compañías.

“Creo que tratarán de decir que queremos quitarles la habilidad de que hagan dinero. Pero si juegan el juego de manera correcta, todos ganamos”, dice Casimir, de BNBShield.