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Elecciones en Estados Unidos

Elecciones en Estados Unidos

Michelle Obama, la gran baza de Clinton para derrotar a Trump

Por Kevin Liptak

(CNN) -- Michelle Obama no solo ha pronunciado dos de los mejores discursos de apoyo a Hillary Clinton durante la campaña de 2016, sino que también dio a la campaña de la candidata demócrata su lema no oficial.

"Cuando ellos van bajo", dice Clinton en la campaña electoral, "nosotros vamos alto", gritan sus seguidores.

El jueves, la primera dama desplegó un reproche profundamente personal contra los alardes sexualmente agresivos de Donald Trump, la crítica más potente hasta la fecha a las opiniones expresadas por el candidato del GOP hacia las mujeres.

Fue la segunda vez este año que Obama atrapó a su audiencia y dio un emocionante mensaje en una forma en la que ningún otro demócrata -ni siquiera la propia Clinton- ha podido. Tras pulir cuidadosamente un aire apolítico de autenticidad en los últimos ocho años, en parte por evitar activamente el foco de la campaña, la primera dama está desembolsando su capital con una fuerza fulminante en los 26 días antes de la elección, con el objetivo de convencer a las mujeres y a los votantes minoritarios que ayudaron a impulsar a los Obama a la Casa Blanca.

La primera dama se ha beneficiado de una insistencia desde hace mucho tiempo de que ella no está interesada en buscar la presidencia, algo que, no obstante, ha decepcionado a las multitudes que apoyarían con entusiasmo otra campaña de Obama.

Su voz temblaba de furia, cuando la primera dama dijo el jueves que los comentarios de Trump sobre cómo usar su fama para tocar a las mujeres la dejaron "estremecida".

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"No puedo creer que un candidato a presidente de los Estados Unidos se jacte de agredir sexualmente a las mujeres", dijo Obama.

"He escuchado esto, y lo siento como algo personal", dijo. "Y estoy segura de que muchos de ustedes también... en particular las mujeres. Los comentarios vergonzosos sobre nuestros cuerpos. La falta de respeto a nuestras ambiciones e intelecto. La creencia de que puedes hacer lo que quieras con una mujer. Es cruel. Es aterrador. Y la verdad es que duele".

Sus observaciones sobre la campaña electoral fueron un mensaje tanto para hombres como para mujeres, un recordatorio de que la decencia todavía existe.

"Descartar esto como una charla de vestuario de todos los días es un insulto a los hombres decentes en todas partes", dijo. "Los hombres que tú y yo conocemos no tratan a las mujeres de esta manera. Son padres amorosos que se enfermaron al pensar que sus hijas están expuestas a este tipo de lenguaje vicioso sobre las mujeres".

Junto con su discurso en la Convención Demócrata a principios de este verano, la primera dama ha dado los dos discursos más emotivos en apoyo a la campaña de Clinton -y en contra de Trump-. Su ahora famosa frase en la Convención "cuando ellos van bajo, nosotros vamos alto"- se ha convertido en el lema de facto de Clinton.

La carrera en ese entonces era amarga, pero aún no había caído en el terreno fangoso de este tramo final.

Michelle Obama ha golpeado en la pista con un ritmo más agresivo que su marido, que ha estado limitado por un horario presidencial para hacer apariciones más de una vez o dos veces a la semana. Sus paradas en Carolina del Norte, Pensilvania, Nueva Hampshire y Virginia proporcionan un mapa de las zonas que la campaña de Clinton necesita para derrotar a Trump.

Las declaraciones de Michelle Obama del jueves se distinguen del guión habitual de la primera dama. Un discurso de 10 minutos que incorporó tanto la naturaleza histórica de la presidencia de su marido como el potencial de hacer historia de Clinton.

"Verla hoy, resulta claro que estaba emocionada, incluso en lágrimas en un momento dado", dijo Kate Andersen Brower, autora de "Primeras mujeres: La gracia y el poder de las Primeras Damas del Estados Unidos moderno", que cubrió la Casa Blanca bajo el mandato de Obama durante cuatro años. "Nunca había visto antes una primera dama tan apasionada en un discurso como este".

Ese ardor, dijo Michelle Obama el jueves, ha sido una sorpresa incluso para ella.

"No puedo dejar de pensar sobre esto", dijo durante un acto de campaña en New Hampshire. "Me ha estremecido hasta lo más profundo en una forma en la que nunca habría previsto".