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Historias Humanas

Amor a primera vista: una refugiada y un policía fronterizo

Por Masuma Ahuja

(CNN) -- La suya era una historia de amor poco probable: ella es una refugiada musulmana de Iraq, él es un agente cristiano de la policía fronteriza de Macedonia.

Pero dicen que fue amor a primera vista.

Un día, en marzo pasado, Noora Arkavazi, de 20 años, sus padres y sus hermanos llegaron a la frontera con Serbia. Habían salido de su casa en Diyala, Iraq, meses atrás, en dirección a Europa para huir de los combates entre los militantes de ISIS y la coalición iraquí. "Estábamos viajando, al igual que todos los refugiados", explica.

Bobi Dodevski era el único funcionario en turno que hablaba inglés ese día.

Noora y Bobi dijeron a CNN que se enamoraron al instante en ese primer encuentro, y en julio ya estaban casados. La pareja vive ahora en Kumanovo, Macedonia.

En los meses que siguieron al encuentro entre Bobi y Noora, la familia de ella continuó hacia Alemania, donde buscaron asilo.

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Ella decidió quedarse en Macedonia con Bobi. Habla varios idiomas y ahora trabaja con la Cruz Roja.

Bobi, que es agente de policía desde hace 15 años, trabaja en la frontera debido a la crisis de refugiados. Su conocimiento de inglés es especialmente útil allí.

Es también un bailarín profesional, razón por la que aprendió inglés. Su compañía de baile ha viajado alrededor del mundo: Rusia, España y Monte Carlo.

Nuevo amor, nueva vida

Noora dice que se ha adaptado fácilmente a la vida en Macedonia.

"La gente, el país, la ciudad, nunca me hacen sentir como refugiada", dice.

La comunidad la aceptó rápido, y cuenta que su familia aceptó su matrimonio igualmente.

"En Macedonia, tenemos una mezcla de tradición y religión", explica Bobi. "Tengo muchos amigos que son musulmanes, y celebramos el Ramadán".

Del mismo modo, Noora dice que creció en una comunidad diversa en Iraq. "Mi familia creció con los cristianos, somos gente de mente abierta".

Ella explica que la vacilación inicial de su familia acerca de la relación desapareció cuando los vieron juntos y entendieron cuán profundamente enamorados estaban el uno del otro.

El día que Bobi le propuso matrimonio a Noora, se tatuó el nombre de su prometida en su brazo. Unos días más tarde, ella hizo lo mismo con el nombre de él.