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Donald Trump

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Pese a la advertencia de Trump, General Electric muda empleos de EE.UU. a Canadá

Por Heather Long

Waukesha, Wisconsin (CNN) -- Kenneth Olsen vive en el distrito del presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, en Wisconsin. Hubiese querido que Ryan estuviera estado allí para ver a su esposa de 42 años desplomarse en su silla y llorar cuando le contó la noticia: su trabajo en la fábrica de General Electric sería eliminado.

La fábrica entera de General Electric (GE) será trasladada a Canadá.

“Ella me miró, diciendo: '¿Qué vamos a hacer?'”, dijo Olsen, el obrero de voz suave de 60 años de edad, haciendo una pausa para limpiarse las lágrimas mientras hablaba con CNNMoney. “Y yo me quedé allí sentado, pensando: 'No estoy seguro'”.

Olsen gana casi 30 dólares por hora como despachador en la planta de GE Power en Waukesha, Wisconsin. La fábrica produce grandes motores industriales. Olsen es el experto del departamento de soldadura, y coordina a dónde van los trabajadores y las partes.

“Estoy muy preocupado por perder mi casa”, dice Olsen. Incluso si encuentra otro trabajo, en algún lugar cercano, sabe que hay pocas posibilidades de que gane lo mismo que aquí. La mayoría de las compañías que contratan en la zona pagan 15 dólares o menos por hora.

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El presidente Donald Trump ha criticado a las empresas por enviar empleos de Estados Unidos a México. Pero Canadá también está atrayendo agresivamente a fábricas de toda la frontera norte. El gobierno canadiense dio a General Electric 2.000 millones de dólares en incentivos para cerrar en Wisconsin y mudarse a una ciudad en Ontario, Canadá.

Es un gran golpe para la ciudad de Waukesha. La fábrica de motores ha sido un cimiento para la comunidad durante más de un siglo. Las 350 personas que trabajan en la planta perderán sus empleos.

“General Electric tiene algunos de los trabajos de manufactura mejor pagados en la ciudad de Waukesha”, dice el alcalde Shawn Reilly, republicano.

¿Debería Trump castigar a General Electric?

Joe Barlow ha trabajado en la misma planta de General Electric durante casi 25 años. Está tan enojado por los empleos que serán trasladados a Canadá que tiró a la basura cada producto de General Electric que tenía en su casa, incluyendo la tostadora y los focos.

“Ya no soy dueño de nada de General Electric”, dijo Barlow. “Toda mi familia está de acuerdo en que nadie va a comprar ningún otro producto de General Electric jamás”.

Barlow votó a favor de Donald Trump, ayudando a pintar a Wisconsin de rojo en una elección presidencial por primera vez desde 1984. En Barlow resonó profundamente la promesa de Trump de poner un impuesto elevado sobre las compañías que envían trabajos al extranjero.

“Espero que [el presidente Trump] siga adelante con su impuesto del 35% y castigue a esos negocios”, dijo Barlow. Le gustaría ver a General Electric en el primer lugar en esa lista.

El CEO de General Electric, Jeff Immelt, es miembro del consejo consultivo de manufactura del presidente Trump. Los trabajadores de la planta de Waukesha, muchos de los cuales votaron por Trump, están desconcertados de que el presidente le diera a Immelt un rol prominente.

Bret Mattice está particularmente sorprendido. Él votó por primera vez en 2016, emitiendo su boleta electoral a favor de Trump, porque sentía que Trump no se parecía en nada a los republicanos y a los presidentes ejecutivos de la clase dirigente.

“Los valores de Trump eran diferentes a los de todos ellos”, dice Mattice, otro veterano trabajador de la planta. Él cree que Trump se preocupa por la “persona promedio”.

Mattice da a Trump una calificación de B+ hasta ahora.

El entonces presidente de EE.UU., Barack Obama, visita la planta de General Electric en Waukesha (Wisconsin), el 30 de enero del 2014. (Crédito: MANDEL NGAN/AFP/Getty Images)

General Electric ha empezado la construcción en Canadá

Immelt tiene historia asesorando presidentes. Antes de su rol con Trump, Immelt fue presidente del Consejo de Empleo del expresidente estadounidense Barack Obama.

Obama de hecho visitó la planta de GE Power en Waukesha en 2014. Se paró en el mismo lugar donde Mattice y Barlow trabajan todos los días y proclamó que era una fábrica estadounidense modelo.

Ya no lo es. Pronto será una planta canadiense.

General Electric ya ha comenzado la construcción en Ontario. La compañía publicó un comunicado de prensa llamándola “fábrica brillante”.

La presencia de la empresa en Estados Unidos se ha reducido considerablemente. En 1995, casi el 70% de los empleados de GE trabajaban en Estados Unidos. A finales de 2015, menos del 40% de los trabajadores de GE estaban en Estados Unidos, según un análisis de CNNMoney.

GE dice que la compañía ha “cambiado drásticamente”, ya que ha vendido GE Capital, NBC Universal y su unidad de electrodomésticos. Su negocio hoy es más global e industrial. Es por eso que GE compró la planta Waukesha Engine en 2010.

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Wisconsin ha perdido más de 125.000 empleos

Los trabajadores de Wisconsin habían esperado que Trump interviniera para salvar sus empleos. Su sindicato envió al presidente una carta el 6 de febrero. Pero ahora creen que sus días en GE están contados. GE ya ha comenzado a empacar equipos.

“Ellos te sacan una parte del corazón cada vez. Mudan trabajos, trasladan equipos, despejan espacio y lo convierten en almacenes”, dice Jeff Neibauer, quien ha pasado casi un cuarto de siglo en la fábrica.

Neibuaer y sus colegas pronto se unirán a una creciente lista de trabajadores manufactureros de Wisconsin que han sido echados a un lado. El estado ha perdido más de 125,000 puestos de trabajo de manufactura desde el 2000.

¿De quién es la culpa? GE culpa al gobierno

GE atribuye las pérdidas de empleos al Congreso.

En el verano de 2015, el Congreso cerró el Export-Import Bank. Es una organización gubernamental que proporciona dinero para ayudar a impulsar las exportaciones estadounidenses.

Las poderosas naciones contra las que compite Estados Unidos, incluyendo China y Alemania, tienen algo similar al Ex-Im Bank. Pero muchos republicanos, incluyendo a Ryan, criticaron al banco como “asistencia social corporativa”.

“El Congreso no ha tomado medidas”, dijo un portavoz de GE a CNNMoney. “Somos la única economía importante en el planeta sin una agencia de crédito a la exportación completamente funcional”.

A finales de 2015, el Congreso autorizó nuevamente al banco. Pero no ha logrado hacer grandes transacciones por encima de los 10 millones de dólares porque el Senado de Estados Unidos no ha confirmado suficiente gente para fungir en el directorio del banco.

Trump solía favorecer el cierre del banco, pero recientemente dio un giro de 180 grados y nombró a más personas para llenar los puestos vacantes del consejo.

"Si Ex-Im hubiera sido reautorizado durante ese tiempo, la decisión de cerrar Waukesha no habría sido tomada”, dijo un portavoz de GE a CNNMoney.

Ryan dice que el banco no tuvo nada que ver con la decisión de GE de trasladarse a Canadá.

"La decisión de GE de trastocar los medios de vida de cientos de Wisconsinianos fue profundamente decepcionante”, dijo a CNNMoney la portavoz de Ryan, AshLee Strong. “El banco fue reautorizado en 2015, pero la planta aún va a cerrar”.

Los trabajadores que están a punto de perder sus empleos se sienten como peones. No creen en la historia de GE, ni en su congresista.

“No me gustaría nada más que ver a Donald Trump entrar en ese planta con Jeffrey Immelt y decir: 'Esto es una zona cero para la creación de empleo. Cumplamos mi promesa de campaña de mantener los empleos aquí”, dice Scott Schmidt, quien pensaba que estaría en la fábrica de GE durante toda su carrera.

'No puedes sostener a una familia con 17 dólares por hora'

La planta de GE Power está ubicada en el distrito del representante Jim Sensenbrenner. Es un republicano que ha estado en el Congreso desde 1979 y es millonario. Pero muchos de los empleados de GE viven en el vecino distrito del presidente Ryan.

Entre los trabajadores, hay una sensación de que Ryan y Sensenbrenner están fuera de contacto con la vida de clase media.

“No se puede sostener a una familia con 17 dólares por hora”, dice Joe Acker, un veterano militar que todavía lleva un corte rapado y que le encanta fabricar cosas. El día en que consiguió el trabajo en la fábrica de motores de GE hace más de una década, fue a casa y le dijo a su esposa que iba a trabajar en el “Supertazón de los motores”.

Los empleos de GE pagan 30 dólares la hora, casi el doble del salario medio de Wisconsin de 17.50 dólares. Estos son los “buenos trabajos” que Trump dice que no se deben perder.

Randy Bryce, un trabajador de la industria del hierro de 52 años, planea enfrentarse a Ryan por el escaño en el Congreso. Bryce, quien gana 32 dólares por hora, dice que escucha mucho enojo a causa de que “la clase media esté bajo ataque en Wisconsin”.

¿Qué pasa con los trabajadores?

Todos los trabajadores de GE con los que CNNMoney habló creían que estarían en la fábrica hasta su jubilación. Los salarios y beneficios que ganaban les permitían tener casas, pagar la universidad de sus hijos y tener el tipo de retiro que te permite comprar una camper y recorrer Estados Unidos.

Ahora están pagando furiosamente sus deudas y advirtiendo a sus hijos que tal vez no puedan pagar la universidad.

GE colocó un aviso en el piso de la fábrica diciéndole a los trabajadores que no hablaran con CNNMoney.

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“En ningún momento los empleados deben hablar por la empresa, ni tampoco deben entrar en contacto o responder a nadie en los medios de comunicación”, escribió GE.

El aviso enumeró varios números a los que se podía llamar. Dos de ellos eran para personas fuera de Estados Unidos, según una fotografía del aviso compartida con CNNMoney.

GE anunció por primera vez que trasladaría la fábrica a Canadá el 28 de septiembre de 2015. Los empleados han tenido tiempo para prepararse y el alcalde Reilly dice que la compañía está tratando de ser un buen socio y no dejar un lote vacante tras su partida, pero todavía hay molestia. Los obreros están perdiendo sus empleos en Waukesha, pero GE mantiene los trabajos administrativos de ingeniería.

“Todo el mundo siempre está tratando de (preguntar): '¿Cómo podemos hacerlo más barato y más rápido y poner más dinero en los bolsillos del CEO?'”, dice Acker. “Somos los que estamos creando el producto, debemos tener un pedazo de ese pastel también”.

Abigail Brooks, de CNNMoney, contribuyó a este artículo