Animales

La mascota presidencial: otra antigua tradición que los Trump rompieron

Por -CNN-

13:33 ET(17:33 GMT) 21 octubre, 2017

**1 de 20** | El hijo del presidente Abraham Lincoln, Tad, monta uno de sus caballos.

**2 de 20** | El hijo mayor del presidente Theodore Roosevelt, Teddy Jr., sostiene a su guacamayo, Eli.

**3 de 20** | La vaca mascota del presidente William Howard Taft.

**4 de 20** | Las ovejas del presidente Woodrow Wilson en el jardín de la Casa Blanca.

**5 de 20** | El presidente Warren G. Harding y su perro Laddie se toman una fotografía frente a la casa Blanca.

**6 de 20** | La esposa del presidente Calvin Coolidge, Grace, sostiene a su mapache mascota, Rebecca.

**7 de 20** | El presidente Herbert Hoover posa con su perro, King Tut.

**8 de 20** | El presidente Franklin D. Roosevelt conduce su convertible junto a su perro Fala.

**9 de 20** | La primera dama Mamie Eisenhower y su nieta Barbara Anne Eisenhower junto al perro de la familia, Heidi, afuera de la Casa Blanca.

**10 de 20** | El presidente John F. Kennedy y la primera dama Jacqueline Kennedy junto a invitados a y a los ponis de su hija, Macaroni y Tex, afuera de la Casa Blanca en 1962.

**11 de 20** | El presidente Lyndon Johnson canta con su perro Yuki mientras su nieto, Patrick, observa en el Rancho LBJ en 1968.

**12 de 20** | El presidente Richard Nixon, su esposa y sus dos hijas juegan con su mascota, un cocker spaniel de nombre Checkers, en la playa en Mantoloking, Nueva Jersey, en 1953.

**13 de 20** | El presidente Gerald Ford se relaja junto a su perro Liberty en la Oficina Oval en 1975.

**14 de 20** | La hija del presidente Jimmy Carter, Amy, carga a su gato siamés Misty Malarky Ying Yang.

**15 de 20** | La primera dama Nancy Reagan lleva a su mascota, Rex, junto a su esposo, el presidente Ronald Reagan, en 1985.

**16 de 20** | El presidente George H.W. Bush camina en la Casa Blanca junto a su perrita Millie y sus cachorros. En 1989, Millie dio a luz una camada de seis cachorros, incluyendo a Spot, quien luego volvió a la Casa Blanca con el presidente George W. Bush.

**17 de 20** | El presidente Bill Clinton camina con el gato de la familia, Socks, en la Casa Blanca en 1983.

**18 de 20** | El presidente George W. Bush y la primera dama Barbara Bush con sus perros Spot y Barney en la Casa Blanca el 30 de septiembre de 2001.

**19 de 20** | Los perros Bo y Sunny del presidente Barack Obama.

**20 de 20** | Aunque el presidente Donald Trump no tiene una mascota en la Casa Blanca, el vicepresidente Mike Pence ha continuado con la tradición. Su familia tiene un perro, dos gatos y un conejo.

(CNN) -- Él hizo campaña y ganó con la promesa de sacudir a Washington. Ahora, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nuevamente está rompiendo la tradición en un asunto más personal: tener una mascota en la Casa Blanca.

La ilustre tradición de tener mascotas en la Casa Blanca data de la época de Thomas Jefferson, quien tuvo un ruiseñor y una pareja de cachorros de oso durante su presidencia. A lo largo de los años, las mascotas presidenciales se volvieron un tipo de celebridades.

"Esto suaviza su imagen, amplía su atractivo", dijo a CNN Ed Lengel, jefe de historiadores en la Asociación Histórica de la Casa Blanca. "Les ayudan a crear una atmósfera familiar en la Casa Blanca, un lugar vivo y no únicamente un rígido museo, sino un lugar en el que una familia vive, juega y disfruta la compañía de otros".

Para ser un presidente consciente de la imagen, Trump parece tener poca prisa para añadir un amigo peludo a la progenie de la Casa Blanca, haciendo que la suya sea la única familia en la historia presidencial moderna de Estados Unidos que no tiene una mascota.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, camina en el jardín de la Casa Blanca junto con su esposa y su hijo. (Photo by Molly Riley -Pool/Getty Images

"No hay planes en este momento" para añadir una mascota a la primera familia, dijo a CNN Stephanie Grisham, directora de comunicaciones del Ala Este de la Casa Blanca.

Trump tenía un perro poodle, Chappy, con su primera esposa, Ivana, quien escribió en su libro de memorias, Raising Trump" ("Criando a Trump"), que "Donald no era un fanático de los perros".

"Cuando le dije que llevaría a Chappy conmigo a Nueva York, él dijo: 'No'", escribió ella. "'¡Somos Chappy y yo o ninguno!, insistí y eso fue todo".

Chappy, dijo ella posteriormente, "tenía la misma aversión hacia Donald".