(CNN) – El Pentágono aprobó apoyo militar adicional para el Departamento de Seguridad Nacional en la frontera sur de Estados Unidos, confirmó el lunes el Departamento de Defensa.
“En respuesta a la solicitud del Departamento de Seguridad Nacional del 27 de diciembre de 2018, el secretario de Defensa interino Pat Shanahan aprobó la asistencia del Departamento de Defensa al Departamento de Seguridad Nacional hasta el 30 de septiembre de 2019”, se lee en el comunicado del Pentágono.
La declaración agrega que el ejército estadounidense “está modificando su apoyo en la frontera suroeste del fortalecimiento de los puertos de entrada a la vigilancia y detección móviles, así como la colocación de alambre de púas entre puertos de entrada”.
A finales de noviembre, los militares ya habían colocado más de 16 kilómetros de obstáculos de alambre en Texas, Arizona y California.
Esta solicitud de asistencia es independiente de los esfuerzos de la Casa Blanca para utilizar potencialmente los fondos y el personal existentes del Pentágono para ayudar a construir nuevas secciones de un muro fronterizo.
Los soldados de EE. UU. también continuarán brindando apoyo aéreo a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), que históricamente ha involucrado aviones militares de EE. UU. que transportan personal de la CBP a ubicaciones situadas a lo largo de la frontera.
Los funcionarios de defensa habían informado anteriormente a CNN que la nueva vigilancia móvil incluiría soldados que controlen puestos de observación móvil que implicarían que se comuniquen por radio con el personal de Aduanas y Protección Fronteriza para interceptar cualquier actividad ilegal detectada.
Los funcionarios del Pentágono dicen a CNN que el Departamento de Defensa aún determina el tamaño de la fuerza y la composición de los soldados involucrados, por lo que no está claro si el nuevo apoyo militar incluirá soldados en servicio activo o fuerzas de la Guardia Nacional.
Los aproximadamente 2.300 soldados en servicio activo actualmente desplegados en la frontera estaban originalmente programados para regresar a casa el 15 de diciembre, pero su despliegue se extendió hasta finales de enero a petición del Departamento de Seguridad Nacional.
El costo de ese despliegue, que alcanzó un máximo de 5.800 efectivos, se estimó en unos US$ 132 millones.
Además, el presidente Donald Trump había ordenado anteriormente el despliegue de las fuerzas de la Guardia Nacional para ayudar a proteger la frontera. Hay aproximadamente 2.200 efectivos asignados a esa misión. Se estima que el despliegue, que también está programado para finalizar en septiembre, costará US$ 308 millones.
El Pentágono se ha negado a informar de dónde proviene el dinero para pagar el despliegue de estos elementos.