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El Salvador

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¿Salvador o autoritario? El presidente 'millennial' de El Salvador desafía a las cortes y al Congreso en la respuesta al coronavirus

Por Patrick Oppmann

(CNN) – Pocos líderes mundiales han generado tantas críticas y elogios –muchas veces al mismo tiempo– por el manejo de la pandemia de coronavirus como Nayib Bukele, presidente de El Salvador.

Aunque Bukele ha estado en el cargo por un poco más de un año, en marzo tomó la drástica decisión de cerrar las fronteras de su país incluso antes de que allí se reportara el primer caso de coronavirus, argumentando que la nación centroamericana tenía que adelantarse al brote.

Algunos salvadoreños lo elogian por tomar medidas decisivas que pueden haber salvado a su pequeño país de los peores impactos del coronavirus. Otros señalan que se está convirtiendo en un hombre autoritario que viola la constitución de su propio país, más recientemente ahora que se disputa con la Corte Suprema y la Asamblea Legislativa sobre cuán pronto El Salvador reabrirá.

El hecho de que Bukele, de 38 años, esté en el cargo sigue siendo una sorpresa para muchos salvadoreños.

Es el primer presidente desde el fin la guerra civil de El Salvador en 1992 que no pertenece a ninguno de los dos principales partidos políticos del país.

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Bukele, los primeros 100 días 2:39

Los abuelos paternos de Bukele fueron inmigrantes palestinos en territorio salvadoreño, y él se lanzó a la presidencia como un millennial fuera del establishment, con chaquetas de cuero, y experto en redes sociales que sacudiría las cosas dentro de una nación desgastada por la corrupción interminable y la horrible violencia de las pandillas.

“Bukele está muy concentrado en lograr lo que cree que debe hacerse, y tiene poca paciencia con sus críticos o con las instituciones que se oponen, ralentizan o limitan su capacidad de actuar”, señaló Geoff Thale, presidente de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, en una entrevista por correo electrónico con CNN.

“Él ha utilizado las redes sociales para atacar a sus críticos, incluidos periodistas. Ha atacado repetidamente a la Asamblea Legislativa, que está dominada por los dos partidos políticos tradicionales, los cuales son hostiles hacia él”.

Habilidad en las redes sociales

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se toma una selfie durante sus discursos en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Con casi dos millones de seguidores en Twitter y encuestas que a menudo muestran una aprobación de más del 90%, Bukele ha quebrado el molde tradicional de los políticos en su país y ha llamado la atención internacional.

En 2019, Bukele reconoció la responsabilidad de su país por las condiciones que han llevado a los migrantes a huir, después de que se conociera la muerte de un padre salvadoreño y su hija de dos años, quienes se ahogaron en las orillas del Río Grande.

Antes de dar su primer discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre, Bukele le pidió a la audiencia esperar un momento y se tomó una selfie. Luego dijo que esa foto tendría más impacto que las palabras que había preparado.

Pero antes del brote de coronavirus, algunos críticos en El Salvador advirtieron que el estilo disruptivo de Bukele erosionaba cada vez más la separación de poderes y amenazaba la frágil democracia del país.

Desacuerdos con la Asamblea Legislativa

Soldados de las Fuerzas Especiales del Ejército de El Salvador, siguiendo las órdenes del presidente Nayib Bukele, entran al congreso a la llegada de los legisladores, en San Salvador, el domingo 9 de febrero de 2020.

En febrero, mientras Bukele exigía a los legisladores del país aprobar un préstamo por 109 millones de dólares para equipar mejor a la policía y los soldados, tropas fuertemente armadas irrumpieron en la Asamblea Legislativa bajo sus órdenes, lo que muchos en El Salvador vieron como un intento descarado de intimidación y un retorno a la era en que la violencia política dominaba el país.

La Asamblea Legislativa rechazó la campaña de presión y el incidente afectó la imagen de Bukele en el exterior, aunque el gobierno de Trump –que considera a Bukele un aliado en materia de inmigración y de su estrategia en Venezuela– no condenó sus acciones.

Bukele da una semana al Legislativo 2:00

En marzo, la propagación del coronavirus le ofreció a Bukele otra oportunidad de actuar con osadía o, como afirman sus críticos, concentrar más poder.

Después de cerrar las fronteras, Bukele implementó estrictas medidas de cuarentena, pero también destinó alimentos y dinero a los salvadoreños empobrecidos.

Les ordenó a los militares arrestar a las personas que infringían las nuevas medidas, enviando a miles a los “centros de cuarentena” del gobierno.

Cuando la Corte Suprema declaró que los arrestos eran inconstitucionales y ordenó que se suspendieran, Bukele se negó y los soldados permanecieron en las calles.

“5 personas no van a decidir la muerte de cientos de miles de salvadoreños”, escribió Bukele en Twitter sobre el fallo de la corte. Y luego añadió: “Una cosa es interpretar la Constitución, otra muy diferente es ordenar la muerte del pueblo”.

Según el recuento de Johns Hopkins sobre el coronavirus, hasta la fecha se han confirmado 1.640 casos de coronavirus en El Salvador, con 32 muertes atribuidas al virus.

Lucha contra las pandillas

Después de un aumento en la violencia de pandillas en abril, Bukele escribió en Twitter que la policía y el ejército tenían la autoridad para responder como creyeran conveniente, y su gobierno publicó fotos de decenas de miembros de pandillas sin camisa y forzados a sentarse uno encima del otro en prisión, a pesar de los peligros de propagar aún más el virus.

“Creo que fue muy desagradable, supongo que era su forma de presumir ante las personas quién tiene el poder”, dijo Will, un exmiembro de la pandilla Barrio 18 en El Salvador, quien comenzó un programa comunitario de pandillas a través de una iglesia local y todavía está cubierto por los tatuajes que las pandillas en Centroamérica a menudo utilizaban para identificar su afiliación.

Bukele autoriza uso de la fuerza letal contra pandillas 1:20

Will pidió que no se revelara su apellido por temor a que las fuerzas de seguridad pudieran perseguirlo como un exmiembro de una pandilla. El Salvador ha sido destrozado por décadas de violencia sin control de las pandillas, lo que lo convierte en uno de los países más peligrosos del mundo.

La estricta respuesta del gobierno a la pandemia ha detenido los esfuerzos del grupo de la iglesia para convencer a los miembros de las pandillas de que busquen una nueva vida, señaló Will.

“El gobierno no sabe cómo identificar la raíz del problema, y sigue disparándole a todo lo que se mueve, por lo que estamos muy afectados”, le escribió Will a CNN en Facebook Messenger. “Ni siquiera puedo salir sin preocuparme de qué tipo de policía me va a detener sabiendo que tienen licencia para matar ahora si se sienten amenazados”, añadió.

A pesar de sentir que un tiro al blanco fue puesto sobre su espalda, Will dijo que entendía la popularidad de Bukele entre muchos salvadoreños.

“Algunos dicen que estamos perdiendo nuestra democracia”, escribió el exmiembro de la pandilla, “pero para ser sincero, parece que él está pensando en la gente y ha hecho cosas que nunca antes se habían hecho para las personas, especialmente las de bajos ingresos”.

Confrontación por la reapertura del país

La batalla sobre quién tiene el poder para decidir los términos de la cuarentena en El Salvador probablemente continuará mientras el virus esté.

Bukele ha dicho que quiere que el país comience a reabrir el 6 de junio, pero los legisladores en la Asamblea han señalado que debe ocurrir antes.

Bukele extiende la Ley Nacional de Emergencia 3:19

Este lunes, la Corte Suprema del país desautorizó a Bukele, diciendo que no tenía el poder para extender las medidas contra el coronavirus e instó a la Asamblea Legislativa y al presidente a trabajar juntos para reabrir el país.

Pero, incluso cuando los congresistas presentaron el proyecto de ley para levantar inmediatamente la cuarentena, Bukele aseguró que no se convertiría en ley.

Otro enfrentamiento parece estar en desarrollo con legisladores que buscan anteponerse a un presidente que está decidido a usar todos sus poderes y más para detenerlos.

“Esta es una ley que busca el contagio masivo de los salvadoreños”, escribió Bukele en Twitter. “Gracias a Dios, que puedo VETARLA”.