Los investigadores recuperan datos de las "cajas negras" del vuelo de Air France

Investigadores que intentan determinar por qué un avión de Air France se estrelló hace dos años en el Atlántico informaron este lunes que recuperaron el contenido completo de la grabadora de datos de la aeronave y las últimas dos horas de conversaciones de la cabina.

Tomará varias semanas para analizar los datos, según los expertos en accidentes de aviación franceses.

En el accidente del vuelo 447 de Air France murieron 228 personas cuando el Airbus A330 se estrelló en el océano el 1 de junio de 2009 durante clima tormentoso. La causa del accidente aún no ha sido dada a conocer.

La grabadora de voz y la grabadora de datos fueron encontradas a principios de mayo luego de una serie de búsquedas sin precedentes mediante submarinos a profundidades de más de 3,900 metros bajo la superficie del mar, y fueron traídas a la superficie y llevadas a París en un avión y un barco.

Los investigadores también recuperaron dos cuerpos en semanas recientes, luego de encontrar solo cerca de 50 cuerpos en los días inmediatos al accidente, y afirmaron que no recuperarán más cuerpos si no pueden identificar a los dos recuperados.

A ambos cuerpos se le realizarán pruebas de ADN para identificarlos, y se esperan resultados para este miércoles.

Los restos de la aeronave fueron localizados durante los primeros meses del año y contienen más restos humanos, pero recuperarlos será una tarea difícil, con kilómetros de cable necesarios para subirlos uno a uno durante un periodo de tres horas, dijeron los investigadores.

Los investigadores también trajeron a la superficie un motor y una bahía aviónica que contiene computadoras.

Los pilotos del vuelo 447 de Air France perdieron contacto con los controladores de tráfico aéreo el 1 de junio de 2009 mientras volaban sobre un área del océano Atlántico conocida por su severa turbulencia. Pero exactamente que causó que el avión se estrellara en el océano permanece como un misterio.

El avión se estrelló contra el agua mientras cubría la ruta de Río de Janeiro, Brasil, a París, cayendo tan rápido que las máscaras de oxígeno no fueron desplegadas.