CNNE c4589281 - t1larg-mobile-phone-habits

Puedes considerar a Kimberly Brown una adicta a los teléfonos inteligentes.

“Estoy segura de que todos a mi alrededor dicen que soy adicta”, reconoció Brown, una arqueóloga del Museo de Gibraltar, en Gibraltar.

“Creo que lo utilizo al máximo: como reproductor de música, cámara, para enviar mensajes de texto, para correos electrónicos, para navegar… aplicaciones, juegos”.

Brown nunca utiliza su teléfono… como teléfono.

“Hay tantas maneras de mantenerse en contacto constante con la gente, que las llamadas de voz son demasiado invasivas ahora”, dijo, y agregó que no recuerda cuándo hizo la última llamada con su iPhone 4.

Según los expertos, cada vez hay más usuarios como Brown, a medida que se extiende la cultura de los mensajes de texto y aumenta la oferta de teléfonos inteligentes que pueden enviar mensajes a través de texto, correo electrónico, Facebook o Twitter.

Este cambio cultural parece haberse acentuado tras el anuncio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que la radiación de los teléfonos móviles pudiera aumentar el riesgo de cáncer.

Varios fabricantes de móviles aconsejan alejar el teléfono del cuerpo cuando se transmiten datos, lo cual es más fácil cuando se envían mensajes de texto que cuando se habla.

Para muchos, un texto o un mensaje de Facebook es menos invasivo que una llamada telefónica, que obliga al destinatario a interrumpir lo que está haciendo y responder.

Según la CTIA,que agrupa a la industria de telefonía inalámbrica, el número de mensajes de texto enviados cada mes se ha disparado: de alrededor de 10.000 millones en 2005 a cerca de 188.000 millones el año pasado.

En 2009, la cantidad de datos intercambiados en forma de mensajes de texto y otras actividades inalámbricas en Estados Unidos superó la cantidad utilizada en llamadas de voz, de acuerdo con la CTIA.