Los Boston Bruins ganaron su primera Copa Stanley en 39 años, al derrotar a los Vancouver Canucks 4-0 el miércoles en la noche, el séptimo y decisivo juego del campeonato anual de la Liga Nacional de Hockey (NHL, por sus siglas en inglés).
La derrota no fue bien aceptada por los cientos de aficionados de los Canucks, en su mayoría jóvenes, que salieron a las calles e incendiaran varios vehículos volcados a pocas cuadras del Rogers Arena, donde se jugó el juego.
Algunos seguidores se detuvieron a posar delante de las llamas. Otros bailaban encima de otro vehículo que fue volcado. Una nube de humo gris cubría algunas áreas del centro de la ciudad.
Imágenes aéreas mostraban a la policía de Vancouver vadeando entre la multitud rebelde que continuamente se burlaba y lanzaba cosas a los agentes. Algunos miembros de la multitud saltaban sobre el fuego callejero y los oficiales lograron tender a varios aficionados en el piso.
“No podemos comentar nada formal en este momento, pero los agentes están ocupados lidiando con unos pocos grupos centrales de gente empeñada en cometer actos delictivos como causar daños, vandalismo y peleas”, dijo la oficial de relaciones públicas de la Policía de Vancouver, Lindsey Houghton en un comunicado. “Estamos trabajando duro para lograr que todos lleguen a salvo a casa”.
El periodista independiente Jorge Contreras dijo a CNN que entre 1.000 y 2.000 personas salieron a las calles del centro de Vancouver, y que seis vehículos de la policía habían sido incendiados.
Después de perder los dos primeros juegos en Vancouver, los Bruins ganaron cuatro de los últimos cinco partidos a los Canucks, que luchaban por mantenerse en el séptimo partido después de ir abajo 1-0 en el primer tiempo.
Los Bruins reventaron el juego en el segundo, después de que el novato Brad Marchand anotó un rebote del portero de los Canucks, Roberto Luongo, para conseguir su segundo gol del partido.
“Sabíamos que el segundo gol iba a ser enorme”, dijo Marchand, el novato de 23 años, en una entrevista tras el partido. “Fue bueno anotar ése y seguimos presionando hacia adelante después de eso”.
Pero el juego en realidad lo decidió Thomas, quien pulió su desempeño en los playoffs, con un espectacular partido sin goles en contra para obtener el codiciado trofeo Conn Smythe. Tim Thomas –cuya habilidad poco ortodoxa de portero desconcertó a los Canucks toda la noche– fijó el récord de la NHL del mayor número de tiros enfrentados y el mayor número de salvadas de gol en la historia de los playoffs.
También rompió el récord de 1960 de Johnny Bower del mayor número de salvadas de gol en una final de la Copa Stanley.
Al llegar a la serie, Vancouver era considerado un equipo superior entre los equipos especiales, sobre todo en juegos en situación ventajosa. Pero ése no fue el caso en la Stanley Cup de este año, cuando Boston consiguió cinco goles en situación ventajosa, y Vancouver sólo dos. Vancouver fue superado 10-0 en el segundo periodo.
“Por fin hemos llevado llevado nuestro juego desde casa al camino”, dijo Zdeno Chara a Team Radio Canadá. “Jugamos físicamente y cuidamos del disco, jugamos muy duro y pusimos atención a los detalles”.
Ahora, los Bruins han ganado la Copa Stanley en seis ocasiones, siendo el cuarto mayor en cantidad entre todas las franquicias de la NHL, pero no habían capturado el premio más codiciado del deporte desde 1972. Habían estado en la final cinco otras veces, desde su última victoria, pero esta vez marcó su primera aparición desde 1990.
Los Canucks han llegado a las finales tres veces en sus 41 temporadas en la liga, pero nunca han ganado. Tuvieron la ventaja en casa, al ganar los dos primeros juegos de la serie, pero perdieron los tres partidos disputados en Boston, antes de perder en casa el miércoles.
Estaban tratando de convertirse en el primer equipo canadiense en ganar el título de la NHL desde los Canadiens de Montreal en 1993.