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Combatientes rebeldes dieron a los leales a Moammar Gadhafi, en Sirte, hasta este lunes para desarmarse o enfrentar la “liberación”, aseguró un vocero de la oposición.

Miles de rebeldes se reunieron el domingo en las afueras de Sirte, lugar de nacimiento de Gadhafi, a pesar de que uno de los hijos del dictador ofreció negociar el fin de esta larga guerra.

Las milicias de Gadhafi han recibido la orden de desarmar y permitirle a los rebeldes entrar a la ciudad, dijo Ahmed Bani, un vocero militar del Consejo Nacional de Transición (NTC, por sus siglas en inglés).

El ultimátum surge tras días de combates y reportes sobre negociaciones entre los rebeldes y los leales para la capitulación de la ciudad, ubicada al este de Trípoli.

Pero a medida que los rebeldes se movían para sofocar los últimos bastiones de la resistencia, el domingo surgieron evidencias de atrocidades presuntamente cometidas por el régimen de Gadhafi, en sus últimos días en el poder, con el descubrimiento de un depósito lleno de cuerpos carbonizados.

La semana pasada, cuando se marchaban, fuerzas comandadas por Khamis, el hijo de Gadhafi, asesinaron aproximadamente 150 civiles prisioneros, arrojando granadas y balas con gases dentro de un edificio lleno de hombres a los que habían prometido liberar, aseguró un sobreviviente.

La masacre tuvo lugar el 22 de agosto, comentó a CNN el sobreviviente, Muneer Masoud Own.

En su camino a Trípoli, los rebeldes descubrieron los cuerpos carbonizados dentro de una bodega junto a una base militar. Además, un habitante que vive cerca de ahí, le dijo a CNN que al menos 22 cuerpos fueron encontrados en un zanja, en las inmediaciones de la base, aunque no fue del todo claro si esos cadáveres estaban relacionados con los de la bodega.

CNN no pudo verificar la afirmación.

La base se encuentra sobre el camino principal que va de Trípoli al aeropuerto de la capital, el cual fue tomado por los rebeldes el viernes tras días de intensos combates.