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Tecnología

Facebook vigilará cada uno de tus movimientos en tu vida virtual

Por Juan Andrés Muñoz

Hace un par de años, un investigador de Microsoft llamado Gordon Bell inició un experimento personal: se colgó una videocámara al cuello y la dejó encendida todo el tiempo para llevar un registro de su vida.

Era como una unidad de memoria externa de su cerebro, escribió en un libro titulado "Total Recall".

Suena un poco a ciencia ficción, ¿no?

Pero no tanto. Las actualizaciones para compartir en tiempo real que anunció Facebook pretenden hacer algo muy parecido, sólo que para internet, en lugar de para la vida real.

Antes de entrar en los detalles y las implicaciones, éste es un ejemplo en tiempo real de cómo funcionarán las actualizaciones, que se pondrán en marcha en las próximas semanas: mientras escribo esto, escucho música de la banda LCD Soundsystem en Spotify, un servicio de música en internet. Como actualicé y puedo ver los nuevos cambios en mi página de Facebook (aquí hay un artículo de TechCrunch sobre la manera de cómo hacerlo si estás interesado), e ingresé a Spotify con mi identidad de Facebook, cada canción que escucho se comparte automáticamente en la red social.

De repente, lo que escucho deja de ser privado. Es público. Todos mis amigos de Facebook lo ven. Y lo juzgan. Lo más probable es que esto afecte el comportamiento en línea de las personas. Si eres un fan secreto de Lady Gaga, o de Bjork o de Enya (yo soy fan de las tres), tendrás que dejar de escucharlas o de lo contrario tus amigos podrían tomarte el pelo en Facebook con frases como:

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“¡Dios Mío!, ¿Estás escuchando eso?”

En el viejo mundo de Facebook, yo tendría que hacerle un "Me gusta" a una canción para que apareciera en mi perfil. Te lo pensabas y decías: “Está bien, me gusta de verdad esta canción, y quiero que todos mis amigos sepan que la escucho en este momento”. Ahora, la acción de compartir es un tanto pasiva y automática.

Y así con todas las nuevas aplicaciones en tiempo real.

Desde que ingresé a Yahoo! News con Facebook, cada vez que leo un artículo en ese sitio, se publica en mi Timeline.

Lo mismo con Hulu y las series de televisión.

Y con el juego de internet, Words with Friends. Cuando coloque una palabra en este juego como en Scrabble, esta aparecerá en Facebook, junto con una imagen del tablero más reciente.

Para Facebook, esto es algo bueno. El objetivo del sitio, como se postula en Zuckerberg’s Law (las leyes de Zuckerberg), siempre ha sido conseguir que la gente comparta cada vez más información. Y eso sucederá en esta nueva era de compartir en automático.

También parece bueno para los desarrolladores de aplicaciones de Facebook. En una presentación en San Francisco el jueves, el presidente ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, dijo que al principio era escéptico con el tema, ya que le daría a Facebook demasiada información sobre las preferencias de películas y programas de televisión de los clientes de Netflix.

Sin embargo, decidió que era inteligente, después de usar él mismo la aplicación en tiempo real y darse cuenta de que era tan adictiva que sin lugar a dudas la gente verá más videos en Netflix.

Pero los beneficios para los usuarios de Facebook son menos claros.

Los blogueros y analistas de tecnología temen que esas actualizaciones automáticas en tiempo real revelen demasiado.

Si ya estás harto de leer lo que desayunó tu tía y los nuevos amigos de tus compañeros de trabajo en Facebook, espera a que te actualicen con toda la música que escuchan y las películas que ven.

“No es difícil imaginar que lo que se comparte en Facebook se duplique después de los lanzamientos en la F8”, escribió Liz Gannes en el blog AllThingsD. “Millones de pequeñas acciones pasarán de ser implícitas a explícitas. Podrás comenzar a darte cuenta por qué Facebook puso en funcionamiento su feed de noticias Ticker a principios de esta semana (ese es el flujo en tiempo real del que muchos usuarios se quejan)”.

Con cada cosa que comparten de forma pasiva, los usuarios le enseñan a Facebook un poco más sobre sí mismos.

Esto es increíblemente valioso para los anunciantes, quienes pueden usar esos datos para enfocar su mercadotecnia.

También es una potencial invasión a la privacidad, Justin Brookman del Centro para la Democracia y la Tecnología escribió en el Daily Beast.

“Ya que un clic garantizará un permiso permanente a cualquier aplicación para poder recolectar y exponer la información personal en tu nombre, Facebook se tendrá que asegurar que sus usuarios comprendan completamente lo que implican estas nuevas aplicaciones antes de ponerlas en marcha, o correrá el riesgo de una nueva reacción por el asunto de la privacidad”, dice.

Sin embargo, Brookman está de acuerdo con los cambios en Facebook.

“Por supuesto, para Facebook el punto es que tú le des más información sobre tu vida, la que pueden utilizar para mostrarte anuncios con los que probablemente te sientas más atraído (lo que les generará más dinero). Pero existe un verdadero valor potencial aquí, si la gente puede descubrir formas de compartir con sus amigos lo que escuchan de música y lo que les gusta cocinar de una forma más sencilla”.

Compartir de forma pasiva no es igual a invasión de la privacidad, pero “mata el gusto”, escribió Farhad Manjoo en Slate.

“¿Por qué compartes una historia, un video o una foto? Porque quieres que tus amigos lo vean. Y ¿Por qué quieres que tus amigos lo vean? Porque crees que eso les gustará”, dice. “Sé que esto suena muy obvio, pero de alguna manera eludida, Zuckerberg no se da cuenta de que compartir, fundamentalmente se trata de una elección. Te suceden una gran cantidad de cosas todos los días, pero sólo escoges unas cuantas para contarle a tus amigos, porque no vale la pena mencionar la mayor parte de lo que haces”.

La revista MIT Technology Review señala que Facebook intentó hacer algo parecido en 2007. Fracasó.

“Las nuevas funciones pueden resultar polémicas”, dice Tom SImonite. “De alguna manera se parece a Beacon, un proyecto de 2007 que fracasó, en donde sitios como Amazon publicaban automáticamente en las actualizaciones de Facebook cuando una persona compraba algo. Beacon se canceló después de protestas públicas sobre la falta de controles de privacidad”.

Veremos cómo reacciona el público con lo que Zuckerberg llama “casualidad en tiempo real”, cuando esos cambios se pongan en marcha en unas semanas. Pero si estos permanecen, y las personas se inscriben en estas nuevas aplicaciones de Facebook que comparten de forma automática, entonces tal vez pronto todos nosotros tendremos un registro semipúblico de todo lo que hacemos en línea. Al igual que Bell, el investigador con la cámara colgada al cuello.