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Opinión

Gerry Adams: La paz en el País Vasco dio un paso esencial

Por Juan Andrés Muñoz

Por Gerry Adams

Nota del editor: Gerry Adams es presidente del Sinn Féin

(CNN) - Los términos decididos y positivos de la respuesta de ETA a la "Declaración" de la Conferencia Internacional de Donostia-San Sebastián del lunes deben ser bien recibidos, así como la respuesta del gobierno español y otros.

Han hecho falta muchos años de labor paciente para llegar a este punto y se deben hacer todos los esfuerzos para impulsar el proceso.

Me involucré por primera vez en el proceso de paz en el País Vasco en el momento de nuestro propio acuerdo de paz, en 1998. Un sacerdote irlandés, el padre Alex Reid, a quien conozco desde hace casi 40 años, había desempeñado un papel clave en el proceso de paz irlandés y había recibido la petición de un sacerdote de esa región para que aportara su experiencia.

En los años posteriores, líderes del Sinn Féin, incluido yo, hemos viajado con regularidad a la región y nos hemos reunido con representantes tanto del País Vasco como del estado español.

Es obvio que muchas de las personas con las que nos reunimos en la región vasca están comprometidas con la paz y que han tratado de aprender conscientemente de la experiencia irlandesa. Hace casi dos años, un nuevo grupo de la izquierda abertzale, que incluye a la ilegalizada Batasuna, acordó una nueva estrategia política para avanzar.

Para los que conocen el proceso de paz en Irlanda, el lenguaje utilizado por la izquierda abertzale es sorprendentemente similar al usado en Irlanda.

La izquierda abertzale se comprometió a utilizar "vías y medios exclusivamente políticos y democráticos" para lograr sus objetivos políticos. Y busca el cambio político "en ausencia total de violencia y sin injerencias, rigiéndose el diálogo y la negociación entre las fuerzas políticas por los principios del senador Mitchell".

Estos principios fueron delineados por el ex senador estadounidense George Mitchell, que presidió las negociaciones de paz en Irlanda.

El lunes pasado volví a Donostia-San Sebastián, en Euskadi, para una "conferencia internacional para promover la resolución del conflicto en el País Vasco".

Nos pidieron a un grupo de internacional de líderes (yo mismo, Kofi Annan, Jonathan Powell, Bertie Ahern, Pierre Joxe y Gro Harland Bruntland) que habláramos sobre ese tema y planteáramos nuestra visión de los próximos pasos necesarios para fomentar un paso adelante en el proceso de paz vasco.

En mi contribución, señalé que la violencia suele producirse cuando la gente cree que no existe otra alternativa. Transformar una situación de conflicto en paz exige crear una alternativa. Esto es muy difícil. Requiere que tratemos de entender lo que motiva, lo que inspira, lo que impulsa a nuestro rival.

Cada conflicto es distinto, pero a lo largo de nuestros intentos, los republicanos irlandeses aprendimos que hay principios generales de búsqueda de la paz y métodos de resolución de conflictos que pueden aplicarse en otras partes y que pueden ayudar a acabar con los conflictos si se aplican adecuadamente.

Estos elementos incluyen: diálogo, hacer frente a las causas en la raíz del conflicto, participación de buena fe por todas las partes, un proceso inclusivo con todas las partes tratadas como iguales y que se respeten los mandatos. Todos los temas deben plantearse en la agenda; no puede haber precondiciones, vetos o intentos de predeterminar el resultado o impedir cualquier resultado. Y debería haber plazos.

Lo más importante es que los participantes mantengan el foco y estén preparados para asumir riesgos y participar en iniciativas y medidas para generar confianza.

Pero si hay un punto de partida, ése debe ser el diálogo. Lo reitero una y otra vez. Este es el fundamento en el que se basará cualquier avance.

Tras nuestras deliberaciones, el Grupo Internacional expresó su opinión de que "es posible terminar con la última confrontación armada de Europa".

Hicimos un llamado a ETA a "hacer una declaración pública de un cese definitivo de toda acción armada y a pedir conversaciones con los gobiernos de España y Francia para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto".

El comunicado del jueves cumple ese requisito. El gobierno español también dio la bienvenida a esa declaración.

Así que se ha logrado un avance, pero se debe actuar rápidamente para lograr lo que es posible. Los próximos pasos deberían centrarse en promover la reconciliación, tratar el tema de las víctimas y reconocer que se debe hacer un esfuerzo serio para curar las heridas personales y sociales.

Hay otros temas que deben abordarse y que pueden servir para generar la confianza dentro del proceso.

Por ejemplo, entre ellas está el tema de los presos y la desmilitarización del ambiente y del respeto y reconocimiento de los derechos democráticos de todos los partidos políticos y tratarlos a todos ellos como iguales. Y para el pueblo vasco está el tema fundamental del derecho del pueblo de esa región histórica a la auto-determinación.

Como aprendimos de nuestra propia experiencia, lograr la paz es muy difícil. Pero como demuestran los procesos de paz en Irlanda y Sudáfrica, no hay conflicto que no pueda solucionarse. Si hay voluntad política, imaginación y disposición a asumir riesgos por la paz, es posible reescribir el guión, avanzar y lograr acuerdos.

(Las opiniones expresadas en este comentario corresponden exclusivamente a Gerry Adams)