Por Claudia Palacios, CNN
Bogotá (CNN) – El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo a CNN en Español que pensaría en buscar la reelección siempre y cuando “la gente quiera” y no haya alcanzado a cumplir sus metas sociales, como la reducción de la pobreza y avances en la paz “por las buenas o por las malas”.
Santos habló sobre los futuros pasos en la búsqueda de la paz en Colombia tras la muerte del líder de las FARC, alias Alfonso Cano, el pasado viernes en una operación militar colombiana.
Santos dijo que espera que el próximo líder del grupo guerrillero tenga la sensatez de dar señales claras de que quiere un diálogo, empezando por el cese del terrorismo, y agregó que sus fuerzas armadas no dejarán de perseguir a los insurgentes.
Paralelamente a la ofensiva militar, el gobierno prepara un nuevo marco jurídico para una eventual negociación de paz con la guerrilla. En el Congreso se trabaja en un proyecto de reforma constitucional para establecer una justicia transicional que, entre otras cosas, permitiría que personas condenadas por delitos dolosos puedan aspirar a cargos públicos, una iniciativa que, a juicio de algunos analistas, dejaría en la impunidad delitos de lesa humanidad.
El presidente Santos aseguró en la entrevista que no habrá impunidad.
“Algo tendrán que pagar por los delitos”, dijo, pero añadió que “la Corte Penal Internacional tendrá que entender que en todo proceso de paz hay que hacer concesiones”.
Según algunos guerrilleros desmovilizados a los que entrevistamos, la muerte de alias Alfonso Cano es poco significativa para las filas insurgentes ya que nunca lo vieron como un líder de combate.
Dijeron que si bien sí puede desmoralizar y desencadenar más desmovilizaciones, las muertes del “Monojojoy” o del fundador de las Farc, alias “Tirofijo”, sí fueron golpes muy fuertes para la unidad entre los combatientes.
En el especial de CNN en Español “Operación Odiseo: La muerte de Alfonso Cano”, que se estrenará el sábado 19 de noviembre a las 7:00 p.m. hora de Atlanta, hablarán también los comandantes de tres de las fuerzas que participaron en la operación.
Cuentan detalles de cómo fue la ofensiva que obligó a Cano a huir de la zona donde había vivido cómodamente durante más de una década y que lo llevó incluso a cambiar su aspecto físico, con la afeitada de su emblemática barba.
El comandante de las fuerzas armadas nos dijo que sus infiltrados en la guerrilla y los guerrilleros cercanos a Cano que se desmovilizaron en los últimos meses dan cuenta de cómo ese aspecto afectó sicológica y anímicamente al líder guerrillero de 63 años que pertenecía a las FARC desde hace 30.
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