El gobierno de Obama nominó para la embajada en San Salvador a Mari Carmen Aponte, a la izquierda de esta imagen junto a la jueza de la Corte Suprema de Justicia, Sonia Sotomayor.

Por Juan Carlos López

(CNN) - La Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó las nominaciones de tres diplomáticos estadounidenses clave para la relación de Washington con América Latina.

Se trata de Roberta Jacobson, quien sería la próxima Secretaria de Estado Adjunta para el hemisferio occidental, en reemplazo de Arturo Valenzuela; Adam Namm para la embajada en Ecuador, y Mari Carmen Aponte, como embajadora en San Salvador.

En los casos de Jacobson y Nanm, ambos diplomáticos recibieron el voto bipartidista, con la objeción del senador republicano Marco Rubio, de Florida.

Aponte, actual embajadora en El Salvador, recibió la nominación por 10 votos a favor y 9 en contra, es decir bajo líneas partidistas, pero ahora depende de la confirmación del Senado para poder seguir en su cargo después del 31 de diciembre.

Aponte, una prominente abogada puertorriqueña, fue designada mediante la figura de nombramiento bajo receso, que le permite alpPresidente designar a un funcionario sin contar con el visto bueno del Senado, y lo puede hacer si esta rama del Congreso está en receso, como ocurrió en agosto de 2010 cuando Obama nombró a Aponte en su actual cargo.

El senador Jim DeMint, republicano de Carolina del Sur, se opone a la confirmación de la embajadora Aponte por un editorial que ella escribió felicitando al gobierno salvadoreño por una ley que protege los derechos de la comunidad LBGT, (Lesbianas, bisexuales gays y transexuales) en ese país, y por una relación sentimental que Aponte tuvo con un cubano-americano vinculado con la Sección de Intereses de Cuba en Washington. La relación terminó en 1994.

Aponte negó que hubiese existido intento alguno de funcionarios cubanos de reclutarla  como informante y que sus contactos con ellos fueron solo de carácter social.

Pero el principal escollo que enfrenta la embajadora Aponte, según funcionarios del Senado con conocimiento del proceso, es el nombramiento que recibió durante el receso del Congreso en 2010, por lo que ahora requiere de por lo menos 60 votos en el Senado para su confirmación.

Esto siempre y cuando un legislador no congele el nombramiento, algo que el senador Rubio no descartó en un comunicado: “Me opongo a estas nominaciones en el Comité de Relaciones Exteriores y reservo mi derecho de bloquear o votar en contra de cualquier nominación para el hemisferio occidental hasta que la administración tome acciones significativas para cambiar sus política”.

Rubio quiere cambios en tres áreas: “Primero, Estados Unidos debe inmediatamente adoptar medidas significantes, tanto bilaterales como regionales, para promover la restauración del orden constitucional en Nicaragua.  Segundo, Estados Unidos debe tomar acción inmediata para imponer sanciones adicionales contra el régimen cubano por mantener al estadounidense Alan Gross como rehén.  Y tercero, Estados Unidos debe comprometerse a dedicar nuestros recursos para promover la democracia en Cuba solamente en actividades que cumplen con la sección 109 del Acto de Libertad (Libertad Act)”.

No está claro si hay espacio para una negociación entre el gobierno y los republicanos en el Senado para avanzar en la nominación de la embajadora Aponte, quien acaba de terminar con éxito el “Asocio para el crecimiento”, un acuerdo entre Estados Unidos y El Salvador, el único país de America latina incluido en el proceso, que estudia la economía del país y sugiere áreas de trabajo en conjunto con Washington para mejorar el desempeño de la economía y reducir los índices de criminalidad.

Los otros países que participan del proceso son Tanzania y Filipinas y Ghana.