(CNN) — Siria calificó de “injusta y descaradamente politizada” la condena del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (UNHRC , por sus siglas en inglés), contra la represión que se comete en ese país.
“Es claro para el pueblo sirio y los países que se dan cuenta de la realidad que el interés del los sirios es lo último que tienen en mente los países que participan en semejantes sesiones y sus impotentes resoluciones, y que su verdadero objetivo es incitar a que continúe el terrorismo contra la ciudadanos”, según un fuente oficial citada por la Agencia de Noticias Siria Árabe.
El consejo aprobó este viernes (por 37 votos a favor y 4 en contra) una resolución que “condena enérgicamente las extendidas y continuas violaciones a los derechos humanos así como a las libertades fundamentales por parte de las autoridades sirias, tales como las ejecuciones arbitrarias, el uso excesivo de la fuerza, el asesinato y persecución de manifestantes, defensores de derechos humanos, periodistas, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, tortura y malos tratos, incluso contra niños”.
En la reunión realizada en Ginebra, Suiza, hubo seis abstenciones. El grupo acordó tomar acciones contra Siria tras conocer un reporte emitido el lunes por parte del la Comisión Internacional de Investigación Independiente, un grupo creado por el consejo. El reporte concluyó que las fuerzas militares y de seguridad sirias “cometieron crímenes contra la humanidad” en contra de civiles.
La resolución recomienda a los cuerpos de las Naciones Unidas “considerar urgentemente” el reporte de la comisión y “tomar acciones apropiadas”.
Jordania, Kuwait, Libia, Qatar, Arabia Saudita, Mauritania y Djibouti están entre los países que votaron a favor de la resolución. Estos países también son miembros de la Liga Árabe, una de las entidades internacionales que promovieron sanciones contra el régimen de Bashar al-Assad por la represión de manifestantes ocurrida durante los últimos nueve meses. Estados Unidos, la Unión Europea y Turquía también impusieron sanciones.
Esta semana, las Naciones Unidas dijeron que más de 4,000 personas han muerto desde mediados de marzo y que el número de víctimas mortales sigue creciendo. El sábado, al menos 17 personas murieron, de acuerdo con el Comité Coordinador Local de Siria, un grupo de activistas. De las muertes, al menos nueve ocurrieron en la zona restringida de Homs, tanto la ciudad como la provincia, al oeste del país.
El funcionario citado por la agencia SANA dijo que el reporte de la Comisión de Investigación hace juicios “basados en información promovida por algunos grupos afuera de Siria”. El gobierno culpa del derramamiento de sangre a “grupos terroristas armados”.
Y añadió que “varios países en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas dijeron que el reporte y la resolución no cumplían con los estándares mínimos de objetividad y profesionalismo, y que traspasaban la jurisdicción de la UNHRC, además de ignorar el contrabando de armas, así como el financiamiento y el entrenamiento de terroristas en campos ubicados fuera de Siria”.
Rusia, Cuba, China y Ecuador votaron en contra de la resolución.
Rusia, miembro permanente del consejo, dijo que la resolución “está diseñada para exacerbar el conflicto y no pacificarlo”. Aseguró que la resolución es “parcial, al culpar por completo de la actual situación al gobierno sirio y al ignorar crímenes serios cometidos por fuerzas antigubernamentales.
“Creemos que no hay bases para llamar a las actividades de Damasco crímenes contra la humanidad, y en todo caso, esto va más allá del alcance del consejo”.
Rusia ha llamado al fin de la violencia, sin importar su origen. Le preocupa que la resolución pueda llevar a “un llamado abierto a interferir en los asuntos internos de Siria, y permitir acciones militares, como una intervención”.
La fuente siria citada por SANA dijo que el consejo ignoró deliberadamente documentos e información y no tomó en cuenta las reformas implementadas por el gobierno.
A pesar de que se le negó el acceso a Siria, la Comisión de Investigación entrevistó a “223 víctimas y testigos, incluidos militares y fuerzas de seguridad que han desertado y testificado sobre el rol de las fuerzas del gobierno en el uso de violencia letal contra manifestantes pacíficos”.
Estados Unidos, Gran Bretaña y Human Rights Watch saludaron la resolución del consejo.
“Ha llegado la hora del Consejo de Seguridad de seguir a la Liga Árabe y a Turquía e imponer sanciones. Debe imponer un embargo de armas así como congelar cuentas y prohibir viajar a los funcionarios responsables de los abusos, así como enviarlos a la Corte Penal internacional”, aseguró Human Rights Watch.