Aumenta cifra de muertos en Siria en medio de la visita de observadores de la Liga Árabe

Por Nic Robertson, CNN

Zabadani, Siria (CNN) – La multitud en un poblado sirio rodeada por las tropas del gobierno celebraron la llegada de los observadores de la Liga Árabe el domingo mientras otros salían de la zona para escapar de los enfrentamientos.

Los residentes de Zabadani, ubicado alrededor de 50 kilómetros al noroeste de Damasco, levantaron en hombros a uno de los observadores y lo pasaron en medio de la muchedumbre durante la visita del domingo. La gente le dijo a CNN que les habían cortado el agua y la electricidad en los últimos tres días, y mostraron las heridas que dijeron habían sido producidas por miembros las fuerzas que apoyan al gobierno.

Los monitores recibieron una recepción diferente de parte de los soldados sirios, que los reprendieron mientras cargaban el cuerpo de uno de los camaradas que según ellos había sido impactado por un disparo de las fuerzas de la oposición.

La visita ocurre en tanto otras 25 personas fueron asesinadas por las tropas del gobierno tratando de acabar con el levantamiento de 10 meses contra el gobierno del presidente Bashar al-Assad, según dijeron los Comités de Coordinación Locales de Siria, un grupo de oposición. La cifra incluye 10 personas fallecidas en la ciudad de Idlib y otros 10 en Homs, el escenario de algunos de los peores combates hasta la fecha.

Durante una visita en el país fronterizo de Líbano, el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon le dio un contundente mensaje a al-Assad: “Deje de matar a su pueblo”. Entretanto, al-Assad anunció que iba a conceder amnistía a los manifestantes contra el gobierno por “todos los crímenes” desde que empezaron las protestas el pasado marzo, reportaron los medios estatales de Siria.

En Zabadani, un equipo de CNN que entraba a la ciudad con los observadores de la Liga Árabe vio a hombres, mujeres y niños saliendo de la ciudad huyendo de los combates. Cuando los observadores se preparaban para salir, muchos en la multitud les pidieron que se quedaran, advirtiendo que los ataques de las tropas del gobierno se reanudarían cuando se fueran.

Algunos ofrecieron mostrarles a los observadores en dónde estaban escondidos los tanques sirios en los campos que rodean a la ciudad. Bajo el acuerdo que Siria firmó con la Liga Árabe en noviembre está estipulado que no puede haber armamento pesado en las ciudades, pero los habitantes de Zabadani dicen que los tanques fueron retirados sólo cuando los observadores estaban en camino.

Fares Mohammed, vocero de los Comités de Coordinación Local, dijo que alrededor de 100 vehículos armados habían rodeado la ciudad por tres días, y que la energía y el agua habían sido cortados mientras la ciudad sufría de temperaturas bajo cero. Un miembro del Ejército de Libre de Siria –compuesto en su mayoría por desertores que se unieron a la oposición- dijo que había alrededor de 70 combatientes levemente armados en la ciudad. El miliciano pidió no ser nombrado por razones de seguridad.

“La situación es muy grave. El sitio a la ciudad nos está afectando, e incluso el aire se está agotando”, dijo el combatiente, agregando que los milicianos estaban estableciendo retenes para tratar de mantener a las fuerzas del gobierno por fuera de las áreas residenciales.

En su camino al poblado, los observadores fueron asistidos en un retén a las afueras de Zabadani durante cerca de hora y media mientras balas ocasionales zumbaban alrededor. Durante ese tiempo, las tropas sirias cargaron el cuerpo de un soldado que había sido impactado y descargaron su ira con los observadores.

“¿Es esto lo que quieren”, preguntó uno. “¿Es esto lo que el mundo quiere? ¿Esto es una Siria libre?”.

Más de 5.000 personas han muerto desde mediados de marzo, dijo la ONU. Los grupos de oposición establecieron la cifra de víctimas en más de 6.000. Al-Assad, que ha caracterizado a los manifestantes contra el gobierno como “pandillas armadas”, dice que sus fuerzas de seguridad están combatiendo la pretensión de los terroristas de atentar contra los civiles y de fomentar los disturbios.

Su más reciente decreto de amnistía viene después de una liberación de 5.000 prisioneros de parte del gobierno sirio bajo su acuerdo con la Liga Árabe. El decreto concede amnistía general para los crímenes cometidos entre el 15 de marzo de 2011 y el 15 de enero de 2012, según reportó la estatal Agencia de Noticias Árabe Siria.

El decreto aplica para las personas que participaron en manifestaciones pacíficas, que llevaran o poseyeran armas sin licencia o municiones y que estuvieran prófugas, dijo la agencia. Los fugitivos deben entregarse antes del final del mes para beneficiarse de la amnistía.

Es la segunda vez que al-Assad ha concedido amnistía general a los manifestantes, que han estado pidiendo el final del régimen. Pero los reportes de hechos sangrientos aumentan cada día, a pesar de la presencia de observadores de la Liga Árabe en el país y de las peticiones internacionales de que cesen los enfrentamientos.

“Hoy le digo de nuevo al presidente Assad de Siria: detenga la violencia. Deje de matar a su pueblo”, dijo Ban en una conferencia sobre reforma política y democracia en Beirut. “El camino de la represión es un callejón sin salida”.

CNN no pudo verificar las versiones de lo que está pasando en Siria porque el gobierno restringe la actividad de los periodistas. A varios reporteros se les ha permitido la entrada al país en los días recientes, incluyendo al corresponsal de CNN, para que viajen con los observadores de la Liga Árabe.

La misión de la Liga Árabe empezó el 26 de diciembre y se espera que concluya el 19 de enero. Ha estado marcada por controversia desde su inicio, desde la escogencia del jefe de la misión –el teniente general Mohammed Ahmed al-Dabi, que fue jefe de la inteligencia del ejército de Sudán- hasta los reportes de que el gobierno sirio está limitando el acceso del grupo.