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(CNN) — Las Naciones Unidas estudian una propuesta de la Liga Árabe que pide una misión de monitoreo conjunta en Siria, mientras el presidente Bachar al-Asad aumentó los ataques contra la oposición que quieren terminar con su régimen.

La medida ocurre luego de que el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, describió como una falla “desastrosa” el que el Consejo de Seguridad no se puso de acuerdo en una resolución que condenaba la violencia en Siria y pedía la renuncia de al-Asad, quien lleva 12 años en el poder.

Las consecuencias de la fallida votación en el Consejo de Seguridad de la ONU se viven en las calles de la sitiada ciudad de Homs —la tercera mayor ciudad de Siria— que se ha convertido en un punto focal en el levantamiento.

Este jueves, las fuerzas de al-Asad comenzaron el quinto día de bombardeos indiscriminados de vecindarios, de acuerdo a grupos opositores.

El presidente ha negado repetidamente que ataque a civiles, y dijo que las fuerzas sirias atacan a grupos armados y terroristas extranjeros que intentan desestabilizar el gobierno.

Los reportes dentro del país, sin embargo, cuentan una historia diferente. Activistas opositores describen explosiones de bombas cada ciertos minutos, personas que se desangran hasta morir en las calles debido a que no pueden obtener atención médica, y francotiradores disparando contra civiles que corren buscando refugio por las calles.

Al menos 105 personas murieron este jueves en Siria, incluyendo 93 en la ciudad de Homs, informó el grupo opositor Comités Locales de Coordinación. 10 de los muertos eran niños, según el grupo.

Se han reportado combates en la ciudad de al-Harra, donde el grupo opositor revolucionario sirio indicó que fuerzas de seguridad lanzaron un ataque utilizando ametralladoras y tanques.

El fallido voto del Consejo de Seguridad de la ONU también tensó las relaciones entre las grandes potencias, luego de que Rusia y China vetaron la resolución apoyada por Estados Unidos, la ONU, la Unión Europea y la Liga Árabe.

Tras el impase del Consejo de Seguridad, Estados Unidos y otros países llamaron a la creación de un grupo llamado Amigos de una Siria Democrática, como forma de apoyo.

“Estamos, francamente, consultando con países sobre qué haría dicho grupo cuando se logre confirmar, pero ciertamente uno de los problemas que quisiéramos que este grupo viera es el asunto del apoyo humanitario a los sirios”, dijo Victoria Nuland, vocera del Departamento de Estado.

Los comentarios de Nuland ocurrieron solo horas después de que el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, despegó rumbo a Washington, donde este jueves participará en las discusiones sobre la propuesta de la Liga Árabe que pide el reinicio de una misión de monitoreo para determinar si al-Asad está cumpliendo con sus compromisos para detener la violencia.

Turquía, que ha sido crítico de la represión de al-Asad, ofrecerá ser sede de una reunión del grupo de amigos de Siria. El país ya había ofrecido ser sede de una conferencia internacional sobre el mismo asunto.

Aun cuando no está claro si en el grupo participarán Rusia o China, Nuland dijo que los dos países ya dieron a conocer su posición sobre Siria con su veto en el Consejo de Seguridad.

Rusia, un aliado desde la época soviética de Siria, y uno de sus principales fuentes de armamento, afirmó que vetó la resolución debido a que no condenaba a la oposición al igual que al gobierno, lo que equivaldría a un llamado a un cambio de régimen.

Este jueves, China anunció que se reunió con integrantes de una delegación de opositores sirios, y urgió al gobierno sirio a comenzar un proceso político inclusivo.

“Hemos hecho mucho trabajo para aliviar la situación en Siria, dijo Liu Weimin, un vocero del ministerio de Exteriores chinos.

China, de acuerdo con el ministerio de Exteriores, espera mantener contacto con todos los grupos sirios relevantes como parte del esfuerzo para resolver la crisis.