(CNN) — Mientras los diplomáticos de Naciones Unidas hacen otro intento para condenar la masacre de civiles en Siria, un residente de la ciudad de Homs pidió al régimen del presidente Bachar al Asad tener misericordia por las víctimas inocentes.

“Solo queremos que Asad nos permita mover a un bebé herido, son solo los bebés”, dijo un activista llamado Omar. “Tienen que salir del área para recibir un buen tratamiento… Él ni siquiera nos deja proteger y tratar a nuestros bebés (lesionados)”.

Al menos seis personas murieron la mañana de este sábado en Homs, de acuerdo con los Comités de Coordinación Local de Siria, un grupo de oposición que organiza y documenta las protestas.

Activistas en contra del régimen dicen que cientos de personas murieron en Homs durante la semana pasada, porque el gobierno trata de eliminar a la oposición a través de bombardeos indiscriminados y disparos de francotiradores.

“Hoy es el séptimo día consecutivo que estamos bajo el bombardeo, el bombardeo constante”, dijo Omar este sábado. Las fuerzas progubernamentales han rodeado la zona con miles de soldados y decenas de tanques, dijo el activista. “No los tanques normales. Grandes tanques. Tanques rusos”.

La violencia no es exclusiva de Homs. Un activista fue asesinado este sábado en los suburbios de Damasco, de acuerdo con el Observatorio de Derechos Humanos Sirio, un grupo de oposición.

En tanto, la Agencia de Noticias Árabes Sirias, estatal, dijo que un “grupo terrorista armado” mató al director de un hospital frente a su casa en Damasco este sábado por la mañana.

Los enfrentamientos sectarios en Trípoli, Líbano ─entre miembros de la etnia alauí de Al Asad y los suníes, quienes han organizado protestas en apoyo a la oposición─ provocaron la muerte de una persona, reportó este sábado la agencia estatal libanesa NNA.

Los líderes mundiales han tratado de aprobar resoluciones para denunciar la masacre, pero han sido bloqueados por Rusia y China.

Casi una semana después de que estos países vetaron una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU destinada a detener la matanza, Arabia Saudita elaboró un documento similar, pero sin el mismo impacto.

El proyecto de resolución Arabia será sometido a votación ante la Asamblea General de la ONU, donde los vetos no son permitidos, pero las resoluciones no son jurídicamente vinculantes.

El borrador de tres páginas “condena enérgicamente” las violaciones de los derechos humanos cometidas por las autoridades sirias. Cita “el uso de la fuerza contra la población civil, ejecuciones arbitrarias, asesinatos y la persecución de los manifestantes, defensores de derechos humanos y periodistas, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, la interferencia con el acceso al tratamiento médico, la tortura, la violencia sexual y los malos tratos, en particular contra los niños”.

Una fuente diplomática entregó una copia del texto a CNN, con la condición de que no se publicara en su totalidad, pues podría ser modificado.

La Asamblea General de la ONU se reunirá este lunes y escuchará las observaciones de la alta comisionada de Derechos Humanos, Navi Pillay, sobre Siria.

Además, los asesores especiales de Naciones Unidas sobre la Prevención del Genocidio y de la Responsabilidad de Proteger reiteraron una preocupación que habían expresado en julio pasado respecto a que “los ataques generalizados y sistemáticos contra la población civil podrían constituir crímenes contra la humanidad bajo el derecho penal internacional”.

Tanto Rusia como China, que tienen amplios lazos comerciales con Siria, han dicho que apoyan el fin de la violencia, pero están en desacuerdo con el proyecto de resolución de la ONU rechazado la semana pasada.

“Creemos que, para frenar la violencia, la vía armada debe detenerse no solo por parte del gobierno, sino por la oposición”, dijo Vitaly Churkin, el embajador ruso ante las Naciones Unidas. “Esa era la falla clave del borrador de la resolución”.

CNN no puede confirmar los detalles de la lucha en Siria de manera independiente porque el gobierno ha limitado severamente el acceso a los periodistas internacionales.

Pero casi todos los reportes provenientes del país indican que las fuerzas de Al Asad reprimen a manifestantes y otros grupos civiles. Activistas de oposición en Homs describen un panorama de incesantes bombardeos de parte del régimen, gente herida en las calles porque no puede recibir atención médica y francotiradores atacando a civiles que corren para protegerse.

Funcionarios de la ONU estiman que unas 6,000 personas han muerto desde que las protestas para derrocar a Al Asad comenzaron, hace casi un año. Los Comités de Coordinación Local dicen que van 7,300.

El régimen de Al Asad insiste en que las medidas represivas son contra grupos armados y terroristas extranjeros con el objetivo de desestabilizar al país.

Pero el embajador de Estados Unidos en Siria, Robert Ford, ha dicho que la realidad es obvia.

“Sabemos quién está bombardeando Homs”, dijo. “No es la oposición, es el gobierno”.

Ford citó una foto satelital de Homs que aparece en la página de Facebook de la embajada estadounidense en Damasco, la cual muestra una ciudad devastada por cráteres y líneas de vehículos armados frente a edificios incendiados.

“La oposición armada tiene rifles, ametralladoras, granadas, pero no tiene artillería. Solo un lado tiene artillería”, dijo Ford.

La esperanza en los soldados desertores

Un activista opositor, quien habló bajo el pseudónimo Danny, dijo la semana pasada que el Ejército ha lanzado nuevos ataques contra Homs, luego de que docenas de soldados han desertado.

Desde entonces, la violencia continúa, particularmente en el barrio Baba Amr, en Homs.

“Aún no hay escape de Baba Amr. Bachar al Asad quiere limpiar esta área” dijo un videógrafo llamado Rami este sábado. “No tenemos suministros médicos y la comida escasea, pero no hay nada que la gente pueda hacer”.

Y los intentos para rescatar a los heridos o recoger a los muertos pueden ser igualmente fatales.

“El ejército de Asad utiliza una estrategia terrible de bombardear el mismo punto dos veces o más de una vez, así que es muy peligroso acercarse a cualquier lugar que ya ha sido atacado”, dijo Omar.

Pero algunos residentes ponen sus esperanzas en los desertores del régimen sirio, algunos de los cuales pelean con el opositor Ejército Libre Sirio.

Este viernes, 10 tropas del gobierno fueron asesinadas luego de que desertores detonaron un dispositivo explosivo improvisado y lanzaron granadas contra vehículos militares en la provincia de Idlib, de acuerdo con el Observatorio de Derechos Humanos Sirio.

El mismo día, ocurrieron dos explosiones contra edificios del gobierno en la ciudad de Aleppo, por lo cual el régimen culpó a “terroristas”.

La televisora estatal siria dijo que los “ataques terroristas” dejaron 28 muertos y unos 235 heridos, incluido un número desconocido de soldados.

Mientras los residentes de Homs se atrincheran en sus casas, sin estar seguros de cuándo la próxima artillería atacará, Omar pidió apoyo, “no solo hablar, hablar, hablar”.

“Queremos no solo al mundo, sino al ejército internacional; queremos que el diablo venga y saque a Bachar al Asad”, dijo.

Salma Abdelaziz, Amir Ahmed y Richard Roth, de CNN, contribuyeron con este reporte