(CNN) — A unos 200 metros de la prisión de Comayagua, en Honduras, donde cientos de presos murieron en un incendio este martes por la noche, Carlos Alfredo García Zepeda estaba dentro de su casa cuando escuchó una serie de explosiones.
“No le presté mucha atención, porque tenemos muchos fuegos artificiales”, dijo Carlos Alfredo a CNN.
En cuanto las llamas comenzaron a crecer y columnas de humo se elevaron esa noche desde la prisión de Comayagua, el testigo de 21 años comenzó a grabar lo que veía, material que subió a la plataforma de CNN iReport.
Entonces se escucharon disparos. “Lo que yo entendí, lo que estaba pensando (que ocurría es que) habían muchos reclusos que se estaban dando a la fuga”, dijo el joven, que hizo notar que la prisión está rodeada por un extenso campo.
“Yo estaba fuera de mi casa (grabando el video)”, dijo el joven, que aseguró que tuvo que refugiarse porque había demasiados disparos. “En esta situación no se sabe si lo hacían al suelo o si los hacían al aire”.
Aunque escuchó gritos, llegó un momento en que estos se detuvieron. “Es algo muy indignante. Fue demasiado pronto, supongo que ya no pudieron hacer nada”.
Según Carlos Alfredo, los bomberos llegaron unos 40 minutes después de que inició el incendio. “Intentamos llamar a los bomberos, nunca nos contestaban las llamadas”, afirmó el joven.
La cifra de muertos en el incendio se elevó a 382, según un agente de bomberos informó a CNN en Español. Otras 35 personas resultaron heridas como consecuencia de la tragedia, una de las peores de su tipo en América Latina y que destapó las condiciones de las prisiones en la región.
El baile de cifras ha acompañado al suceso desde el comienzo. Las autoridades han ofrecido diferentes reportes sobre cuántos prisioneros murieron en el incendio. Funcionarios hondureños aseguran que más de 300 prisioneros murieron, mientras que la Comisión Nacional de Derechos Humanos mantiene la cifra en 357 la de desaparecidos y que pudieron haber muerto. De momento, los equipos de forenses ya han trasladado más de 150 cuerpos de las instalaciones hasta este miércoles por la noche.
Las autoridades aún no han dado a conocer que causó el incendio en el penal, localizado a unos 60 kilómetros al noroeste de Tegucigalpa. Las dos hipótesis que se contemplan son un cortocircuito y que uno de los presos prendiera un colchón.
Mariano Castillo y Elvin Sandoval contribuyeron con este reporte.