El incendio en la cárcel de Comayagua, Honduras, que causó la muerte de al menos 358 personas “fue un acto meramente accidental y no inducido por mano criminal”, afirmó el fiscal general hondureño, Luis Rubí.

“Todo indica que no hubo actos criminales”, dijo Rubí.

El funcionario descartó que un cortocircuito o el uso de gasolina hayan provocado el fuego, de acuerdo con la información preliminar que ha reunido, por lo que rechazó que fuera un acto provocado como se ha afirmado en medios locales de forma extraoficial.

El fiscal también desmintió que hubieran disparado durante el incendio, como se especuló en algunos medios.

Funcionarios del departamento de bomberos corrigieron el domingo la cifra de personas que murieron durante el incendio en la prisión de Comayagua, en el centro de Honduras, indicando que fueron 358.

El sargento Josué García dijo que 353 cuerpos fueron encontrados en el lugar, mientras que otras cinco personas murieron en un hospital, como consecuencia de sus lesiones.

La semana pasada, un jefe de bomberos del departamento de Comayagua dijo que 382 personas habían muerto en la prisión.