Una mujer siria vistiendo una bufanda con imágenes del presidente Bashar Al-Assad introduce su voto en un puesto de votación en Damasco el 26 de febrero.

(CNN) – Al menos 45 personas murieron en Siria el domingo, según dijeron activistas opositores, durante la votación del referendo para cambiar la constitución de ese país.

Veintiún muertes se produjeron en el fortín de la oposición en Homs, según dijo el grupo Comités de Coordinación Local de Siria, una red de activistas opositores.

El Comité Internacional de la Cruz Roja ha estado intentando por días negociar incluso un cese al fuego temporal para poder entrar a Homs, pero no ha hecho ningún progreso aún, dijo un vocero de la organización asociada en ese país, la Media Luna Roja.

En tanto continúa la violencia, la secretaria de Estado de EE.UU. Hillary Clinton dijo que esfuerzos diplomáticos están siendo llevados a cabo para quitarle apoyo al presidente sirio Bashar Al-Assad.

“Tenemos muchos contactos, así como otros países –muchas fuentes en el Gobierno sirio, en la comunidad empresarial y en comunidades minoritarias- y nuestro mensaje es el mismo para todos: ‘No pueden seguir apoyando a este régimen ilegítimo porque va a caer’”, dijo.

Pero Clinton agregó que el Consejo Nacional Sirio todavía no es un movimiento de oposición unido como el que derrocó a Moammar Gadhafi con ayuda internacional en Libia el año pasado.

El exasesor de seguridad nacional de Estados Unidos Zbigniew Brzezinski advirtió que no se debe ver a Siria como otra Libia.

“No deberíamos ser descuidados en las comparaciones entre Assad y Gadhafi. Gadhafi era de lejos mucho más vulnerable de lo que es Assad. Creo que no está claro que Assad pueda, de hecho, ser derrocado”, dijo en el programa de CNN Fareed Zakaria GPS.

Brzezinski recomendó dejar a las potencias regionales tomar la batuta sobre la decisión de armar o no a la oposición siria.

El Gobierno dice que el referendo constitucional es un paso hacia la reforma.

Pero analistas y manifestantes consideran al referendo constitucional como una fachada, la última en una serie de medidas superficiales que buscan calmar a los críticos de Al-Assad.

Entre los cambios en la nueva constitución está un artículo que establece que “la ley debe regular las disposiciones y los procedimientos relacionados a la formación de partidos políticos”.

“No será aceptado que se lleve a cabo cualquier actividad política o crear partidos políticos o grupos con base en factores religiosos, sectarios, tribales, regionales, de clase, profesionales, o discriminatorios –por género, origen, raza o color”, dice el artículo.

El lenguaje sugiere que se necesita el permiso del gobierno para formar un partido y que se excluye a varias personas y grupos de la actividad política, dijo Andrew Tabler, experto en Siria del Instituto para Política del Cercano Oriente en Washington.

“No va a cambiar el hecho de que es una situación dominada por una minoría”, dijo. “Seguirá siendo un sistema presidencial con poderes particulares en manos del presidente”.

Tabler dijo que el presidente –cuya familia ha gobernado a Siria durante cuatro décadas- está usando esta “táctica para que la gente abandone las calles”.

Pero el excongresista sirio George Jabbour dijo que “la cláusula 8 del nuevo borrador de las constitución es un punto esencial”, del documento, pues “permite un sistema multipartidista, en oposición a que el partido Baaz sea el partido que dirige al Estado y a la sociedad como está estipulado en la constitución actual”.

Jabbour dijo que “comités especiales serán formados para supervisar que los permisos a nuevos partidos estén en línea con la nueva constitución”.

En cuanto a las elecciones presidenciales, serán “competitivas debido a que no hay un único partido que dirige y a que todos los candidatos de los partidos son elegibles si su candidatura es apoyada por al menos 35 miembros del parlamento”, dijo Jabbour.

Pero ya han aparecido reportes de que hubo fraude en la votación.

Según al teniente coronel Mohamed Hamado del opositor Ejército Libre de Siria, los civiles dicen que las autoridades del gobierno están presionándolos a votar a favor del referendo.

Activistas de oposición dicen que fuertes bombardeos y disparos de francotiradores han paralizado a Homs por más de tres semanas. Además de las crecientes matanzas en las calles, los habitantes reportan escasez o inexistencia de acceso a agua, comida, electricidad o cuidado médico.

CNN y otros medios no pueden verificar la información del gobierno y de la oposición porque Siria ha limitado el acceso al país de periodistas extranjeros.

Pero la gran mayoría de informes desde el lugar indican que las fuerzas del gobierno están masacrando a los ciudadanos en un intento para acabar con los disidentes que buscan la salida del poder de Al-Assad.

El grupo Comités de Coordinación Local dijo que alrededor de 9.000 personas han muerto desde marzo pasado, mientras que el Gobierno dice que más de 2.000 miembros de las fuerzas de seguridad han sido asesinados.