(CNN) — Kimberly Ritter no podía creer lo que veía.
Jóvenes prácticamente desnudas, que sugerían todo tipo de actos sexuales, estaban en la sección de acompañantes de la página Backpage.com. Cuando vio las fotografías un poco más de cerca notó algo inquietante: Podía reconocer las habitaciones.
Ritter planea reuniones en el Nix Conference and Meeting Management de St. Louis. Ella y sus colegas trabajan con 500 hoteles alrededor del mundo y visitan 50 propiedades al año. Es capaz de reconocer muchas cadenas hoteleras utilizadas en los anuncios de acompañantes por sus edredones, tinas de baño, unidades de aire acondicionado y picaportes; a veces también puede identificar una propiedad específica.
El código de conducta
Ritter se ha convertido en una fuerza internacional del movimiento en contra del tráfico sexual, donde usa su experiencia para identificar los hoteles más importantes, de segmento medio y alto, utilizados por los criminales.
Esta activista negocia con las cadenas hoteleras para luchar contra la trata de personas; intenta convencer a los gerentes de que hacerlo es un buen negocio. Para ello busca que firmen el Código de Conducta Turística para la Protección Infantil, un conjunto de principios voluntarios que pueden adoptar empresas para combatir el tráfico sexual.
Su compañía, que creó una versión para los planificadores de reuniones, fue la primera en firmar. Ritter espera reunir a más empresas.
Cuando ella y sus colegas se dieron cuenta de que podían causar un impacto, pensaron “que esto debería ser algo que podrían hacer todos los planificadores”, dijo.
Aunque las organizaciones antitráfico no están seguras de cuántas personas son forzadas a realizar trabajos sexuales, la Iniciativa de Naciones Unidas contra la Trata de Personas estima que la actividad representa un negocio de 32,000 millones de dólares alrededor del mundo, de los cuales 15,500 millones provienen de países industrializados (la cifra incluye labores forzadas sexuales y no sexuales de niños y adultos).
Un estimado de 100.000 a 300.000 niños están en riesgo de explotación sexual en Estados Unidos, de acuerdo con la organización End Child Prostitution and Trafficking (ECPAT), que creó el código de turismo.
El National Human Trafficking Resource Center ha grabado por cuatro años unas 46,000 llamadas de personas que piden información, dan algunas pistas sobre el tráfico y conectan a unas 3.600 víctimas con servicios sociales.
No es solo sexo a la venta
El tráfico sexual no es prostitución, que es estar con alguien a cambio de dinero.
La trata tiene tres partes: una persona que retiene a una víctima usando la “fuerza, fraude o coerción” para hacer que ésta se involucre en actos sexuales a cambio de dinero y un tercero que paga por sexo, explicó Brad Myles, director ejecutivo del Proyecto Polaris, que opera la línea de atención con fondos del gobierno.
Si la víctima es un niño, no es necesario el uso de la fuerza, fraude o coerción para que el sexo sea un crimen.
Obviamente, los anuncios de acompañantes sexuales no describen que se vende sexo con niños, dijo Ritter, pero los clientes que quieren estar con menores saben que tienen que buscar palabras como “fresco”, “dulce” y “nuevo en el juego”.
Las víctimas menores de edad con frecuencia huyeron de su casa o fueron abusadas, por lo que son vulnerables a proxenetas que prometen trabajos de modelaje, dinero, comida y drogas.
Después de que un explotador y un cliente hacen un trato —por lo general vía internet o teléfono— los hoteles son el lugar elegido para llevar a cabo la relación sexual.
“Hay privacidad, es un lugar neutral para el cliente, hay cierto anonimato y no tienen que quedarse mucho tiempo”, explicó Noelle Collins, coordinadora de la unidad de Trata de Personas para el distrito este de Missouri, que procesa tres casos. “Esto puede pasar en cualquier lugar, pero los hoteles son un lugar lógico para encontrarlo”.
Ritter no pensaba en el tráfico sexual cuando se reunió con la Federación de las Hermanas de San José para reservar la conferencia de la organización en el 2011. Ese año, las monjas decidieron hacer algo al respecto. “Siempre hemos hecho algo de acción social en nuestra conferencia”, dijo Patty Johnson, directora ejecutiva de la federación, que abarca las 16 congregaciones de Hermanas de San José en Estados Unidos. “Nos gusta dejar la ciudad (que visitamos) un poco mejor de como la encontramos”.
Las monjas le dijeron a Nix, la empresa de Ritter, que querían que el hotel donde se hospedarían firmara el código de conducta del turismo desarrollado por ECPAT, una red mundial de organizaciones e individuos que luchan contra la explotación sexual comercial de niños.
Hilton Worldwide, Wyndham Worldwide, Carlson Rezidor Hotel Group (que incluye la marca Radisson) y la aerolínea Delta Air Lines forman parte de esta iniciativa. Luego de que la investigación en línea que Ritter llevó a cabo mostrara hoteles reconocidos, estuvo de acuerdo en plantear el tema con sus posibles sedes.
El entrenamiento en hoteles
Aunque muchos ejecutivos de hoteles tienen medidas de seguridad diseñadas para combatir el tráfico sexual, les preocupa ser reconocidos por este tema.
Una excepción es el gerente del Hotel Millenium en Saint Louis, Dominic Smart. Tras conocer el problema, Smart obtuvo el permiso de la compañía para implementar un programa piloto.
Por lo general, los ejecutivos hoteleros no quieren que sus clientes relacionen a su empresa con la prostitución o la trata de personas (el código requiere un reporte anual). Pero Smart, quien hasta ahora no ha detectado ningún caso, no se preocupa por eso.
“Sentimos que involucrarnos y luchar en contra del tráfico de personas era nuestra responsabilidad”, dijo el gerente, cuyo hotel firmó con EPCAT y llevó a cabo el entrenamiento de sus directivos y su personal, además de que fue anfitrión de la conferencia de las monjas.
Entrenar al personal del hotel es clave, dijo Michelle Gulebart, coordinadora del proyecto de ECPAT en Estados Unidos. Los gerentes podrían nunca encontrar señales de esta actividad criminal, pero las mucamas y los encargados del servicio a cuarto por lo general notan cuando algo no está bien; solo que desconocen qué.
“Las habitaciones de hotel son usadas como lugares para la explotación”, dijo Gulebart. “Un proxeneta puede tener a una o dos jóvenes en un cuarto y administrar el negocio desde otro. Suben anuncios en una página de internet y mandan a una muchacha a la habitación contigua”.
Las señales de las víctimas
Focos rojos a buscar: Alguien aparte del cliente renta una habitación, se registra sin maletas y se va del hotel. El niño que dejaron en el cuarto parece estar confundido con su nombre, puede parecer indefenso, avergonzado, nervioso o desorientado. Además puede mostrar signos de abuso como moretones en varias etapas de recuperación o tener tatuajes que reflejen dinero o propiedad.
Por lo general, los menores no tienen dinero o identificación; no pueden hacer contacto visual y usan ropa con mensajes como “La niñita de papá” o vestimenta inadecuada para el clima. A veces, el niño puede insinuársele a varios hombres mientras se registra en el hotel.
“Los hemos entrenado en estos focos rojos, en qué buscar”, dijo Smart. “Si los ven, lo reportan al gerente y nosotros nos haríamos cargo desde ese punto. El gerente puede evaluar la situación y acudir a la policía si lo necesita”.
Cómo ayudar
Los huéspedes también pueden mantener los ojos abiertos, dijo la trabajadora social Theresa Flores, sobreviviente del tráfico sexual de menores de edad y activista en Ohio.
Quienes noten algún foco rojo simplemente pueden llamar a la línea de atención nacional para reportar sus sospechas de manera anónima.
Frecuentemente, Flores viaja a lugares con grandes eventos deportivos y convenciones políticas para educar a los dueños de hoteles y moteles; dona miles de barras de jabón con el número de atención a víctimas y testigos de trata de personas.
Muchos de los fiscales estatales y activistas en contra del tráfico sexual culpan a Backpage.com y otras páginas por no hacer lo suficiente para erradicar estas prácticas. Los abogados de Backpage dicen que la compañía toma varias medidas contra el problema.
“Cualquier anuncio para adultos es monitoreado en tiempo real, 24/7”, escribió Steve Suskin, consejero legal de Village Voice Media, dueño de Backpage, en un comunicado enviado a CNN.com.
“Todos los desnudos están prohibidos, hasta para los anuncios de adultos, y cualquiera que quiera poner un anuncio sugestivo de menores de edad o de un menor explotado es inmediatamente reportado al NCMEC (El Centro Nacional para los Niños Desaparecidos y Explotados) designado por el FBI para alertar a los que aplican la ley para que los rescaten en un hotel u otra locación”.
A diferencia de otras páginas, Backpage no permite que las personas escriban bajo anonimato, señaló Suskin.
“Backpage cobra un dólar por anunciarse en la sección de personales, porque responsabiliza a los usuarios y provee información de la tarjeta de crédito para que la policía pueda identificar, localizar, arrestar y enjuiciar a quienes explotan a niños”, indicó en el comunicado. “Nosotros estamos invirtiendo millones de dólares en recursos humanos, tecnológicos y otras áreas para detectar y reportar predadores de niños y para ayudar a hacer cumplir la ley arrestándolos y enjuiciándolos”.
Pese a la migración del negocio del tráfico sexual a internet, el crimen se comete en algún lugar. “Los hoteles pueden ser realmente parte de la solución”, afirmó Myles, el director ejecutivo del Proyecto Polaris. “Estos son crímenes, esta es la manera en la que maltratan a las mujeres y estas son las formas de violencia en contra de las mujeres. Muchos hoteles no quieren estar relacionados con eso”.
Nota del Editor: El Proyecto Libertad de CNN resalta los horrores de la esclavitud de la época moderna, ampliando las voces de las víctimas, resaltando historias exitosas y ayudando a exponer las redes criminales de trata de personas.