(CNN) — Científicos en el Ártico descubrieron el florecimiento de fitoplancton más grande que se haya encontrado bajo una capa de hielo. Este hallazgo, de acuerdo con los expertos, equivale a descubrir el Amazonas en medio del desierto Mojave.
Los investigadores se sorprendieron al descubrir la colosal cantidad de 100 kilómetros de fitoplancton creciendo bajo el hielo ártico, en julio del año pasado, en la región norte de Alaska.
Anteriormente se daba por hecho que que el hielo bloqueaba los rayos del sol necesarios para el crecimiento de las plantas marinas. Pero se encontró cuatro veces más fitoplancton debajo del hielo que en las aguas despejadas de la zona.
Los científicos creen ahora que las albercas de hielo derretido funcionan como domo y lentes de aumento, enfocando los rayos del sol al agua de mar y crean las condiciones perfectas para el florecimiento adecuado del fitoplancton, lo que hace que el agua se vea como una sopa de chícharo.
El fitoplancton del océano fue descubierto en la década de 1970 y ahora sabemos que es tan importante para la producción del oxígeno que se encuentra en nuestra atmósfera como las plantas en la tierra.
Las consecuencias ecológicas del brote polar aún no han podido evaluarse en su totalidad, pero dada la posición del fitoplancton en la base de la cadena alimenticia, los científicos esperan que tenga implicaciones para los animales del océano que se alimentan en el área.
Fue un descubrimiento azaroso para los científicos que, como parte del programa Impactos del Clima en los Ecosistemas y la Química del Medio Ambiente en el Pacífico Ártico (ICESCAPE, por sus siglas en inglés) de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA), estudiaban el impacto del cambio climático en el mar Chukchi, en donde la temporada de deshielo provoca cambios profundos en el área.
Abriéndose paso por el hielo de un metro de grosor a bordo del Healy, el rompehielos más grande de la Guardia Costera de los Estados Unidos en julio del año pasado, los científicos observaron con sorpresa las cantidades de clorofila fluorescente, indicando la presencia de la fotosíntesis de la vida de las plantas.
“Si alguien me hubiera preguntado antes de la expedición si veríamos brotes debajo del agua, les hubiera dicho que era imposible”, dijo Kevin Arrigo, jefe de la misión ICESCAPE de la Universidad de Stanford, en una conferencia de prensa que anunciaba la publicación de los descubrimientos en la revista especializada Science de este mes. “Este descubrimiento fue toda una sorpresa”.
Donald Perovich, geofísico americano que estudió las propiedades ópticas del hielo, describió al área bajo el hielo como si fuera un negativo fotográfico.
“Debajo de las áreas sin hielo que reflejan muchos rayos solares, era obscuro. Debajo de los estanques derretidos, era muy brillante”, explicó.
Los científicos descubrieron que las albercas derretidas permitían el paso de cuatro veces más luz que la del hielo cubierto de nieve. Protegido de los rayos ultravioleta, el fitoplancton crece dos veces más rápido debajo del hielo que en el mar abierto.
Para la investigación usaron un sistema de microscopio automatizado llamado Imaging FlowCytobot. Sam Laney, biólogo de la Institución Oceanográfica de Woods Hole, tomó millones de fotografías de los organismos del fitoplancton, algunas de las que también encontró en los canales de agua de mar dentro del hielo.
El tipo de plancton encontrado cerca de las costas puede florecer rápidamente cuando hay cambios en la disponibilidad de la cantidad de luz y nutrientes. Algunos brotes son tóxicos para los humanos y la vida marina.
Si el hielo del Ártico sigue adelgazándose, los brotes pueden expandirse aún más y aparecer más rápido, lo que puede ser un problema para las aves y ballenas migratorias, dijo Arrigo.
“Cuando los brotes estén en su máximo esplendor pueden hacer más y más difícil la medición de los ciclos de vida de las especies migratorias para estar en el Ártico”, dijo. “Si su suplemento alimenticio llega antes, pueden perderse el bote”.
“En este punto no sabemos si los ricos brotes de fitoplancton han estado sucediendo en el Ártico por mucho tiempo, o si simplemente no los habíamos observado”, agregó.