(CNN) — Un grupo de derechos humanos ha pedido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas imponer un embargo de armas contra el régimen sirio “en respuesta a las matanzas y otras violaciones graves contra los niños”.
Human Rights Watch (HRW) también dijo que el consejo debe imponer sanciones específicas, tales como la congelación de activos y la prohibición de viajar a los líderes de Siria.
En una declaración de esta semana, el grupo de derechos humanos señaló que al menos 1,176 niños han sido asesinados desde febrero de 2011, de acuerdo con el Centro de Documentación de Violaciones de Siria, una red de activistas sirios.
HRW citó un informe del Consejo de Seguridad de abril en el que se incluyen afirmaciones de que el régimen sirio ha utilizado niños como escudos humanos, así como denuncias de que las fuerzas rebeldes, como el Ejército Libre Sirio (FSA, por sus siglas en inglés), han reclutado menores como combatientes.
Ninguno de los oficiales del Ejército Libre Sirio pudo ser contactado inmediatamente para hacer comentarios sobre la acusación. El régimen sirio, por su parte, hace tiempo que culpó a la violencia en el país a “grupos terroristas armados”.
El informe del Consejo de Seguridad también detalla desgarradores relatos de niños que son torturados en las manos de las fuerzas progubernamentales.
“La mayoría de los niños víctimas de la tortura describió cómo fueron golpeados, con los ojos vendados, sometidos a posiciones estresantes, azotados con cables eléctricos, marcados por las quemaduras de cigarrillos y, en un caso registrado, sometido a descargas eléctricas en los genitales”, señala el informe. “Los niños fueron detenidos y torturados porque sus hermanos o padres se supone eran miembros de la oposición o de la FSA, o ellos mismos eran sospechosos de estar asociados con la FSA”.
El terror de los 15 meses de derramamiento de sangre no ha cesado, ya que las fuerzas del régimen siguen bombardeando las ciudades de todo el país, dijeron activistas de la oposición.
Al menos 10 personas, entre ellas un niño, fueron asesinadas por proyectiles de mortero este martes en la provincia oriental de Deir Ezzor, dijo el Observatorio Sirio para Derechos Humanos.
Y en el centro comercial de Aleppo, las fuerzas del régimen dispararon decenas de proyectiles de artillería, destruyendo un gran número de hogares y causando un “desplazamiento masivo de residentes”, señalaron los Comités Locales de Coordinación Siria este martes.
Los últimos informes de la violencia llegan un día después de que fuerzas del gobierno dispararon indiscriminadamente desde un helicóptero sobre un pueblo en las afueras de Jabal Al-Zawiya, causando decenas de víctimas en la población civil y las fuerzas rebeldes, dijo un activista a CNN.
Ibrahim Swed, que habló desde la provincia de Idlib al noroeste de Siria, agregó que los combates entre miembros del Ejército Libre Sirio y las fuerzas gubernamentales continuaron durante seis horas y 32 personas murieron y 50 más quedaron heridas.
Activistas de la oposición dijeron que al menos 93 personas murieron en todo el país este lunes, incluyendo 35 en Idlib.
“El régimen está aumentando el uso de fuerzas violentas”, dijo un activista en Idlib a CNN, identificado únicamente como Ahmad por razones de seguridad. “No podemos creer que el mundo nos está viendo morir… queremos una intervención militar”.
La vocera del Departamento de Estado de EU, Victoria Nuland, dijo que los ataques muestran que el gobierno está desesperado.
El uso de helicópteros para disparar contra los civiles y el uso de matones llamados Shabiha por parte del régimen “constituyen una escalada muy grave”, comentó Nuland a los periodistas.
Kofi Annan, el enviado especial de las Naciones Unidas y la Liga Árabe, dijo que estaba “profundamente preocupado” por los informes de que la lucha entre el gobierno sirio y las fuerzas de la oposición había aumentado.
“Él está particularmente preocupado por el reciente bombardeo en Homs, así como los informes de la utilización de morteros, helicópteros y tanques en la ciudad de Al-Haffa, Lattakia”, dijo su portavoz Ahmad Fawzi, este lunes en un comunicado. “Hay indicios de que un gran número de civiles están atrapados en estas ciudades”.
Nuland dijo que los observadores militares de la ONU habían tratado de llegar a Al-Haffah pero que fueron bloqueados por las fuerzas gubernamentales.
Las Naciones Unidas han dicho que al menos 9.000 personas han muerto desde que estalló la crisis en marzo de 2011. Los grupos de oposición, sin embargo, dicen que la cifra es más alta, con estimaciones que van de por lo menos 12.000 a más de 14.000.
CNN no puede confirmar de forma independiente los informes de víctimas o de la violencia en Siria, ya que el gobierno ha restringido el acceso de los periodistas internacionales.
Holly Yan, Salma Abdelaziz y Hamdi Alkhshali conytibuyeron con este reporte