José Antonio Vargas, el inmigrante y periodista que le da voz a los ilegales, encabeza la más reciente portada de la revista Time.

(CNNMéxico) — Los rostros de una docena de migrantes de diversas naciones que residen de forma ilegal en Estados Unidos ocupan la última portada de la revista Time esta semana. El personaje central de este grupo es el periodista José Antonio Vargas, también sin documentos de residencia y que hace un año reveló su situación.

A través de las páginas de la revista, Vargas comienza narrando su propia historia y cómo ha sido tratado por varios estadounidenses al no poseer un estatus legal en el país, una historia que de una forma u otra comparten 11.5 millones de personas que viven, tienen familias, trabajan y pagan impuestos como cualquier ciudadano, pero que son llamados “ilegales”.

Luego de que el año pasado este periodista de origen filipino confesara en un artículo para el diario The New York Times que vive como inmigrante indocumentado en Estados Unidos, Vargas permaneció varios meses con el temor —que muchos comparten y que explica en Time—, por saber cuándo vendrán las autoridades por él.

Lo hizo para dar a conocer su condición de inmigrante sin documentos, y al darse cuenta de que las autoridades no han actuado a pesar de su confesión, dedicó su tiempo a encontrar las historias de otros inmigrantes que han llegado a ese país, los miedos y las limitaciones que viven todos los días.

Después de participar en 60 encuentros de 20 estados de ese país donde se reunió con indocumentados y ciudadanos se dio cuenta cuánto el tema de la inmigración ilegal “divide a nuestro país (sí, es mi país también)”, afirma en el reportaje.

“Es un tema que afecta a personas de todas las etnias y orígenes: latinos y asiáticos, negros y blancos. (Y, sí, los inmigrantes indocumentados provienen de todo tipo de países como Israel, Nigeria y Alemania)”, escribe Vargas en la presentación del número de Time.

Así como él relata que llegó a Estados Unidos a los 12 años, sin documentos legales, y pudo estudiar y graduarse de la universidad, y ahora ser un periodista exitoso, considera que el tema de la inmigración a ese país debe trascender los discursos de las campañas y buscar soluciones adecuadas.

Después de la publicación de su texto el año pasado, Vargas creó el movimiento Define America a través del cual ha sido contactado por cerca de 2,000 indocumentados que, como él, piden que sean considerados como estadounidenses.

“En todo el país, cada día, más y más indocumentados y personas que nos apoyan están hablando, cuestionando la manera cómo nuestros políticos, los medios de comunicación y la Corte Suprema (en su decisión prevista en la ley de inmigración de Arizona) enmarcan el asunto”, explica Vargas.

“¿Por qué no ser legal?”, cuenta que le han cuestionado los ciudadanos estadounidenses e incluso los mismos ilegales. La respuesta que en las páginas de Time explica deja en claro que el camino para obtener una “tarjeta verde” que le otorgue la residencia puede llevar más de 10 años.

Por ello, esta semana comparte en la revista y en el sitio internet de Time la lucha que ha llevado en los últimos meses para intentar cambiar la visión que muchos en Estados Unidos tienen sobre los indocumentados, sus vidas, sus posibilidades y limitaciones.

“La vida diaria de un indocumentado de Estados Unidos significa una búsqueda constante de lagunas (legales) y puertas traseras”, retrata José Antonio Vargas.

El Pew Hispanic Center calcula el 58% de los inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos son mexicanos.

El flujo de inmigrantes mexicanos hacia Estados Unidos tuvo por primera vez en cuatro décadas un descenso de las personas que cruzan de forma ilegal, prácticamente hasta llegar a cero.

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