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Crimen

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El abogado del asesino de Noruega pide que lo declaren cuerdo

Por CNN en Español

OSLO, Noruega (CNN) — En el último día del juicio en contra del asesino confeso de 77 personas en Noruega, Anders Behring Breivik, su abogado dijo que éste debe ser considerado cuerdo y que debe ser absuelto.

Breivik ha admitido que el 22 de julio de 2011 llevó a cabo un atentado contra un campamento de jóvenes del Partido Laborista en la isla de Utoya, por el cual murieron 69 personas, así como un bombardeo en Oslo dirigido a trabajadores del gobierno, donde fallecieron ocho más.

El acusado, que se jacta de ser un ultranacionalista y que asesinó a sus víctimas para luchar en contra del multiculturalismo en Noruega, dice que actuó por "necesidad".

Su abogado defensor, Geir Lippestad, argumentó que Breivik debería ser absuelto de los cargos de homicidio voluntario y de cometer actos de terrorismo en Noruega. Lippestad agregó que esto debería basarse en que el acusado lo hizo por necesidad y no por demencia.

Si Breivik no es absuelto, al menos deberían otorgarle la menor sentencia posible, según Lippestad.

El abogado pidió a los jueces descartar la solicitud de los fiscales de que el presunto asesino está mentalmente enfermo y que debería ser transferido a una institución psiquiátrica.

Varios amigos y familiares de las víctimas dejaron la sala del tribunal en protesta, mientras Breivik se paró para dar su argumento final.

Describió sus acciones el pasado 22 de julio como "bárbaras", pero dijo que solo dos de los más de 30 expertos que lo han evaluado lo han encontrado demente. Algunas personas en la sala se reían mientras el acusado criticaba a la sociedad multicultural de Noruega y sus valores modernos.

La corte ordenó que su discurso no fuera transmitido por televisión.

Tras sus declaraciones, los jueces dijeron que emitirán un veredicto el 24 de agosto.

Antes, la gente aplaudió durante los testimonios de sobrevivientes y familiares de víctimas. Algunos jueces y fiscales mostraron su conmoción con lágrimas.

Afuera de la corte, Tore Sinding Bekkedal, un sobreviviente, dijo a CNN que se sentía "aliviado de que el juicio haya sido tan digno, meticuloso y apropiado".

Ver que el sistema legal lo ha llevado como cualquier otro caso criminal es la mejor muestra de fortaleza posible, dijo el joven de 24 años.

Bekkedal, un político joven de Oslo, dijo que el caso ha destacado el peligro de la fobia a los islámicos en la sociedad noruega y la necesidad de luchar contra eso.

Escuchar los testimonios de sus compañeros sobre los ataques en Utoya ha sido menos difícil que ver el impacto en las familias de las víctimas, dijo.

"Conoces a gente que ha perdido a familiares e hijos, hermanas y hermanos, y es una pérdida mucho más profunda que perder amigos, aunque yo haya perdido a unos muy buenos amigos y modelos a seguir", dijo.

La cuestión de la cordura de Breivik ha sido la discusión principal del caso.

Si no es encontrado mentalmente enfermo, los fiscales pedirán una condena de 21 años de prisión, dijo una vocera de la oficina del fiscal.

En el último día del juicio, Lippestad argumentó que su cliente no tiene un historial de actos violentos, sino de activismo político.

"El criterio central de la demencia es que la capacidad de uno para evaluar la relación con el mundo exterior está en gran medida abolida", dijo. "¿Es la fantasía violenta la madre de estas acciones o se trata de su opinión política?".

El abogado destacó la vida política y activista de Breivik, desde sus días como miembro de un partido hasta sus publicaciones extremistas en línea.

Lippestad también recordó cómo la madre del acusado explicó que estaba muy interesado en la política. Tanto ella como los amigos de Breivik dijo que era intenso cuando hablaba de política, pero nunca precisaron si era igual sobre la violencia, dijo el abogado.

Cuestionó un reporte psiquiátrico inicial entregado a la corte que señalaba que su cliente había actuado bajo delirios, y dijo que la radicalización de Breivik se desarrolló durante su participación en comunidades extremistas en internet.

El abogado citó las actividades de compra y venta de acciones, la vida social y la preparación de Breivik como ejemplos de por qué no debería ser considerado un enfermo mental.

Bajo ese criterio, él debería ser desinteresado, apático, inactivo, centrado en sí mismo y retirado de la sociedad, dijo Lippestad. "Apático es ciertamente la última cosa que diría sobre este hombre", dijo.

Lippestad argumentó que Breivik eligió a sus objetivos por motivos políticos y que no atacó a gente no política, como al capitán del barco que tomó para llegar a Utoya y los niños más pequeños de la isla.

El abogado dijo al tribunal que compartía la opinión del fiscal de que los ataques, a los que llamó "un cruel acto de terrorismo", eran demasiado horribles para ser verdad.

Pero dijo que la cuestión clave para su cliente era saber si actuó bajo el principio legal de la "necesidad".

El mes pasado, Breivik prometió que no apelaría si la corte lo encontraba cuerdo y culpable.

Bjorn Ihler, un sobreviviente del ataque de Utoya, dijo a CNN que corresponde a la corte emitir un "juicio justo y bueno" para Breivik, en concordancia con los principios de justicia de Noruega.

El veredicto sobre si está cuerdo o no importa menos que el hecho de que los puntos de vista extremistas de Breivik son compartidos por otras personas, dijo vía Skype.

Sin embargo, escuchar al acusado en la corte lo ha hecho parecer menos como un "monstruo", dijo Ihler. "Ahora es solo un hombre patético sentado ahí".

Al pedirle un mensaje personal a la corte, Ihler dijo: "Aún estoy vivo, soy un sobreviviente, no una víctima, y viviré y pelearé para trabajar contra actos extremistas en el futuro".

Las cuestiones que han surgido durante este juicio han llevado a las autoridades noruegas a reevaluar las sanciones del país a criminales peligrosos que son considerados como enfermos mentales.

En mayo, el gobierno propuso reformas a la Ley de Asistencia de Salud Mental, para "fortalecer las medidas de seguridad relacionadas con un grupo pequeño de pacientes especialmente peligrosos".

La ley actual permite "un gran riesgo de escape, toma de rehenes y violencia severa en contra de los pacientes y el personal" de las instituciones de salud, según un comunicado del Ministerio de Salud y Servicios de Asistencia.

La nueva legislación fortalecería las medidas de seguridad y permitirían el establecimiento de una unidad de seguridad extrema dentro de la prisión, que abriría la posibilidad de que Breivik permanezca en la cárcel donde ha estado detenido por casi un año.

Las reformas entrarían en vigor el 1 de julio.

En el curso del juicio, que inició a mediados de abril, la corte ha escuchado testimonios de los sobrevivientes de los ataques.

Familiares de las víctimas y testigos que resultaron heridos también han estado presentes en la sala para escuchar a Breivik dar su versión de los acontecimientos de ese día y la motivación de sus actos.

En su testimonio al principio del juicio, Breivik dijo que representaba un "movimiento de resistencia europea" y a "los europeos que no queremos que nuestros derechos étnicos nos sean arrebatados."

Diana Magany y Olav Mellingsæter contribuyeron con este reporte