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Ciencia y Espacio

El Curiosity, ¿una hazaña necesaria o un gasto excesivo de la NASA?

Por CNN en Español

(CNN) — ¡Hey, Marte! ¡Ya regresamos! Esperamos que no te importe si cruzamos en nuestro SUV científico para recopilar algunos datos científicos y tomar algunas imágenes impresionantes. Oh, y también podríamos dar algunas vueltas marcianas en tu patio delantero.

Ahora que el Curiosity está seguro y estacionado en Marte, el rastreador no tripulado del planeta desarrollado por la NASA parece estar listo para rodar.

Un vendedor de automóviles disfrutaría vender esta belleza: está equipado con un conjunto de cámaras sofisticadas, una suspensión rocker bogie (el nombre del diseño de las ruedas y soporte delvehículo), un brazo robótico, dos gigabytes de memoria flash, un láser de vaporización de rocas y un sistema de energía de combustible de plutonio.

Opera con control remoto desde millones de kilómetros y tiene una velocidad máxima de arranque de 30 metros por hora. Su precio es de 2.600 millones de dólares.

Durante su vida útil – prevista en 23 meses– todo este genial hardware podría ayudar a resolver grandes misterios: ¿Existió alguna vez vida en Marte? ¿Qué puede decirnos Marte de nuestro propio planeta? ¿Nos podemos beneficiar de los recursos marcianos?

Pero hay preguntas menos románticas que giran alrededor del cuarto planeta: ¿El precio realmente vale la pena? ¿Quién pagará por la primera misión tripulada a Marte? ¿Las misiones espaciales tripuladas podrían ser reemplazadas por la exploración robótica?

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Las respuestas pueden ser difíciles de ver en medio de toda la algarabía por el Curiosity. Y no es la primera vez que los vehículos crean este tipo de emoción.

En 1997, un robot en Marte más pequeño de la NASA, el Sojourner encendió la web.

“Cuando internet era joven, era el acontecimiento en internet más grande en la historia de ese medio”, dijo a CNN James Bell, un miembro del equipo del Curiosity. El pequeño vehículo encontró pistas que sugerían que Marte alguna vez tuvo una atmósfera más densa y agua líquida. Sojourner y su nave espacial matriz, Pathfinder, costaron 265 millones de dólares (PDF).

“Después, en 2004, cuando los robots Spirit y Opportunity aterrizaron, se volvió una de las sensaciones de internet más grandes del mundo”, dijo Bell, quien también trabajó en esta misión. “Colapsó el sitio web de la NASA”. Estos vehículos hicieron varios descubrimientos incluyendo evidencia de un antiguo ambiente húmedo en Marte. El precio del Spirit y el Opportunity: 800 millones de dólares (PDF).

Ahora (al menos para algunos fanáticos de los viajes espaciales), los robots marcianos ya no son tan geniales.

El Curiosity “es sólo otra caja con ruedas en Marte”, dijo un lector de CNN llamado it_could_always_be_worse. “Desarrollen tecnología útil, no estas cajas con ruedas en todo el lugar. Envíen a gente y estaré orgulloso”.

Otro usuario de CNN, Max Lewes no está de acuerdo. “Esto realmente fue un gran salto de misiones previas”.

Después de la emoción inicial del aterrizaje de este lunes, incluso el equipo del Curiosity bromeando reconoció que las primeras fotografías empolvadas en blanco y negro que en envió el robot ya perdieron su brillo.

“Ya no es una imagen grandiosa”, dijo un sonriente Mike Watkins a los reporteros. Prometió fotografías panorámicas y a color en los próximos días.

De verdad, sin importar cuán exitosas puedan ser las misiones no tripuladas, los robots nunca reemplazarán la necesidad de exploración espacial humana, dice Bell.

En un sentido, el Curiosity desempeña una misión de exploración para una misión tripulada estadounidense a Marte que el presidente Barack Obama predice pasará durante su vida.

El administrador de la NASA, Charles Bolden es más específico: las misiones tripuladas a Marte están a al menos 18 años de distancia; en algún momento en la década de 2030.

Pero primero, los planeadores de la misión necesitan más información sobre la superficie marciana para que puedan escoger los mejores lugares de aterrizaje.

“No queremos que los astronautas se sorprendan”, dice Bell. Misiones de robots, como la Surveyor, son predecesoras de los aterrizajes en la luna del Apollo y estas sondas marcianas desarrollan tareas similares.

Poner un valor monetario en la exploración espacial es imposible, dicen los expertos, debido a que hay muchas preguntas sin responder, como si Marte, la Luna o los asteroides tienen minerales preciosos, agua y recursos de energía baratos que podrían ser extraídos y llevados de regreso a la Tierra.

“La razón para enviar humanos será porque lo tenemos que hacer”, dice Bell. “Si algunas cosas pueden ser hechas por robots, deben ser hechas por robots. Pero enviar un equipo de perforación a Marte o a la luna de Júpiter, Europa, para aprovechar un manto acuífero que puede tener organismos vivos en él; ese tipo de cosas necesitan gente”.

Luego está el valor desconocido del conocimiento recién descubierto. Los científicos quieren saber qué nos puede decir Marte sobre el clima y geología de nuestro planeta. Ese conocimiento, dicen los expertos, podría ayudar a resolver problemas ambientales difíciles en la Tierra.

“Explorar es parte de la naturaleza humana”, comenta Bell. “Al ir a lugares difíciles o peligrosos, llevamos al resto de nuestra especie con nosotros. Estas historias se vuelven parte de nuestra cultura, parte de nuestro patrimonio, parte de nuestra necesidad compartida de explorar los mundos a nuestro alrededor. Es un esfuerzo humano que es en parte ciencia y en parte inspiración”.

Por cierto, el Curiosity fomentó el empleo, dice la NASA; más de 7.000 personas trabajaron en el proyecto en 31 estados de Estados Unidos.

¿Qué sigue? La NASA planea vuelos de prueba para Orion; una nave espacial diseñada para llevar astronautas fuera de la órbita baja de la Tierra, en el 2014. La NASA planea lanzar a Orion con un nuevo cohete de carga pesada llamado el Sistema Espacial de Lanzamiento en el 2017.

Pero algunas grandes preguntas permanecen: ¿Cómo podría pagar la NASA para el desarrollo de un vehículo de aterrizaje? ¿O un vehículo para astronautas para viajar en la superficie marciana o lunar? ¿O cómo desarrollaría un astronauta un hábitat adecuado para los meses que le tomaría viajar a Marte o a los asteroides?

El presupuesto propuesto de la NASA para 2013 es de 17.700 millones de dólares; 59 millones menos que en 2012 (PDF). Incluye un “programa de menor costo” para misiones no tripuladas a Marte (PDF). Para ponerlo en perspectiva, los 2.600 millones de dólares que costó el Curiosity de Marte equivalen al 14,7% del presupuesto propuesto de 2013 para la NASA.

Sin embargo, el presupuesto también pide más dinero para programas espaciales tripulados, incluyendo 3.000 millones de dólares para Orion y el Sistema Espacial de Lanzamiento.

En mayo, algo ocurrió justo encima de nuestras cabezas que nos dio un vistazo al futuro de la exploración en Marte: la empresa privada SpaceX exitosamente acopló su nave espacial Dragon con la Estación Espacial Internacional.

La NASA estudia una propuesta; referida como Red Dragon, que utilizaría un cohete de SpaceX para misiones no tripuladas menos costosas a Marte.

Pero las misiones de robots son sólo un paso previo a lo que muchos expertos dicen es una conclusión inevitable.

“Los humanos vivirán en Marte en el tiempo de vida esperado del presidente”, dice el consultor espacial comercial Charles Miller, un exejecutivo de la NASA. “Ocurrirá como una asociación entre los empresarios estadounidenses, la industria privada y la NASA”.