La violencia recrudece en Siria

Aleppo, Siria (CNN) -- Los rebeldes sirios aseguraron este lunes que habían derribado un jet militar, operación que el gobierno negó y adjudicó la caída de la nave a una “falla técnica”.

Un video publicado por los rebeldes muestra el ataque contra el avión, y cómo este estalla en llamas y cae. Un hombre grita con entusiasmo en la grabación: “¡Un MiG de combate fue derribado en Mouhasen!”, refiriéndose a un lugar en Deir Ezzor, en el noreste de Damasco. “¡Dios es grande!”, remata.

La cadena de televisión estatal reportó que el caza sirio se había estrellado durante una misión de entrenamiento de rutina debido a “fallas técnicas” y que el piloto había logrado evacuar el avión sano y salvo. “La búsqueda del piloto continúa”, declaró una fuente militar a la televisora.

Unas horas más tarde, los Comités Locales de Coordinación publicaron un video en el que se mostraba al supuesto piloto al que identificaron como el coronel Mufeed Mohamad Suleiman. El hombre, vestido de civil y rodeado de hombres armados, incitó a otros oficiales del ejército a desertar. Dijo que los rebeldes le habían proporcionado primeros auxilios para curar los golpes que había sufrido en la cara al evacuar el avión. Un hombre, quien se identificó como capitán de los rebeldes, dijo que el piloto sería tratado como prisionero de guerra. CNN no ha podido confirmar de manera independiente la autenticidad de los videos.

El reporte se publicó el martes al tiempo que China extendía una invitación al enviado del presidente sirio Bachar al Asad para visitar Beijing; el gobierno chino agregó que “también se está evaluando invitar a miembros de la oposición siria”.

Un vocero del Ministerio del Exterior de China dijo que el enviado, Bouthaina Shaaban, se reuniría con el ministro del Exterior, Yang Jiechi. La ONU anunció el lunes que Valerie Amos, subsecretaria general para asuntos humanitarios y coordinadora de la ayuda de emergencia, estará de visita en Damasco y en Beirut, Líbano, de martes a jueves, para llamar la atención sobre la deteriorada situación humanitaria.

Los activistas de la oposición destacaron las dificultades para la solución de la masacre a través de un informe publicado este lunes en el que se denuncia que las fuerzas gubernamentales han ejecutado públicamente al menos a 10 personas en Damasco. Según los Comités Locales de Organización (CLC), al menos 93 personas murieron este lunes en todo el país, 16 de ellos en Homs y 55 en Damasco y sus alrededores.

La agencia estatal de noticias SANA reportó este lunes que las fuerzas armadas de Siria habían matado a “muchos terroristas mercenarios” en el bastión disidente de Homs. El Consejo Nacional Sirio (CNS), grupo de oposición, declaró el domingo que las fuerzas del régimen habían ejecutado a 10 hombres en Homs.

El CNS señaló que “los militares se dirigieron a los habitantes desde las mezquitas alrededor del vecindario de Shammas para exigir que todos los jóvenes salieran con las manos detrás de la cabeza”. Otro grupo opositor, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, señaló que tres niños murieron cuando las fuerzas del régimen dispararon contra un minibús con habitantes que huían del vecindario de Shammas. El gobierno culpó del ataque a los “terroristas”.

Algunos activistas de la oposición se deslindaron de unas imágenes publicadas en YouTube, en las que aparentemente los rebeldes aparecen tomando el control de un edificio de comunicaciones del gobierno en El Bab, en la provincia de Aleppo, y arrojando desde la azotea los cuerpos de los combatientes del gobierno.

La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo este sábado que EE.UU. empezaría a desarrollar planes de contingencia en conjunto con sus aliados turcos ante la posibilidad de que el régimen sirio colapse. El anuncio se pronunció 17 meses después del inicio de una crisis por la que alrededor de 150.000 personas han huido del país. Turquía alberga a 59.000 refugiados sirios, más de 4.000 llegaron desde el sábado.

Cerca de 17.000 han muerto durante el conflicto, de acuerdo con las Naciones Unidas, que estiman que dos millones de personas han resultado perjudicadas. Los activistas de la oposición calculan que el número de víctimas supera las 20.000.