(CNN) — Cuatro jugadores de la NFL fueron declarados elegibles para jugar este fin de semana, a pesar de haber sido suspendidos por su participación en el polémico programa de “recompensas” de los Santos de New Orleans, informó la liga este viernes.
Sus suspensiones deben ser revisadas por el comisionado Roger Goodell, de acuerdo con la NFL. La decisión se produjo poco después de un fallo de un panel de apelación de tres miembros.
“De acuerdo con la decisión del panel, el comisionado Goodell, siguiendo las órdenes, tomará una determinación pronta sobre los castigos impuesta por la violación de la regla de la liga sobre pago y recompensas por desempeño”, dijo el vocero de la liga, Greg Aiello.
“Hasta que la determinación se tome, los cuatro jugadores serán reintegrados y elegibles para jugar a partir de este fin de semana”.
En marzo, la liga suspendió a cuatro jugadores y exjugadores de los Santos —Jonathan Vilma, Fujita Scott, Anthony Hargrove y Will Smith— luego de concluir que tenían posiciones de liderazgo en el programa de pago por golpear a rivales. La liga también suspendió a tres entrenadores y al gerente general de los Santos este año.
Vilma, un capitán defensivo, ayudó al coordinador defensivo del equipo a establecer y financiar el programa, informó la NFL en un comunicado.
“Múltiples fuentes independientes confirmaron también que Vilma ofreció una recompensa específica (10.000 dólares en efectivo) a cualquier jugador que golpeara al mariscal de campo de Arizona, Kurt Warner, en el Juego Divisional de las finales de 2009; y más tarde comprometió la misma cantidad a cualquier persona que golpeara al mariscal de campo de Minnesota, Brett Favre, en el Juego de Campeonato de la NFL en 2009, la semana siguiente”, concluyó la liga después de una investigación interna de meses de duración.
La NFL dijo que su investigación encontró que los Santos tuvo un “programa de recompensas activo”, durante las temporadas 2009, 2010 y 2011, periodo en el que los jugadores se les ofreció, supuestamente, pagos si lograron lesionar a los jugadores contrarios para que salieran de un juego.
Vilma luego demandó a la NFL y a Goodell, afirmando que su reputación y su carrera profesional estaban “dañadas irreparablemente”.