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Nueva York (CNN) — Algunos atletas se esfuerzan por conquistar una montaña, pero Andrea De Mello empezó con una meta mucho más humilde: un poste de luz.

Ella había tenido un derrame cerebral en 1980 a los 10 años y pasó la mayor parte de los siguientes años en una cama de hospital o en una silla de ruedas. Al final se mudó de su natal Brasil a Nueva York para su tratamiento, y un amigo de la familia le insistió que se pusiera en contacto con Dick Traum, quien había empezado un club de corredores para atletas discapacitados.

Cuando conoció al grupo en Central Park un sábado por la mañana de 1986, Traum le insistió para que tomara ciertas medidas que a la postre le cambiarían la vida.

“Dick dijo que caminara de un poste de luz a otro”, recordó. “Caminé muy despacio. Fue muy difícil”.

Ese día, De Mello caminó la distancia de seis postes de luz, unos tres kilómetros. La siguiente semana caminó ocho postes de luz. Cada semana mejoraba y para el siguiente año acabó el Maratón de Nueva York.

“Me sentí genial porque hice algo para ayudarme a mí misma”, dijo De Mello, de 42 años. “Empecé mi vida de nuevo”.

Hay muchas historias como la de De Mello en Achilles International, la organización no lucrativa que inició Traum hace casi 30 años.

Hoy en día la organización ofrece entrenamiento atlético gratuito, apoyo y un sentido de comunión a más de 10.000 atletas discapacitados en 70 países alrededor del mundo.

La idea es relativamente simple. Con carreras semanales, los voluntarios con cuerpos capaces se emparejan con corredores discapacitados con una variedad de retos físicos y mentales.

“Amputaciones, sillas de ruedas, derrames cerebrales, autismo, diabetes, esclerosis múltiple, parálisis cerebral, probablemente no puedes ni pensar en una discapacidad que no esté representada”, dijo Traum.

Corriendo lado a lado, los atletas se ponen en forma, construyen confianza y hacen amigos.

Es una atmósfera que Traum, de 71 años, todavía ama. Con una amputación arriba de la rodilla todavía lo puedes encontrar en Central Park cada domingo por la mañana, haciendo reír a la gente —y gemir— con sus chistes malos.

“La camaradería es la parte más importante de todo lo que hacemos”, explicó Traum. “Lo hacemos algo divertido, entonces no solo es acerca de qué tan rápido o qué tan lejos puedo correr, es acerca de compartir la carrera del grupo”.

Muchos de los atletas discapacitados entrenan para alcanzar metas específicas, así sea una carrera de cinco kilómetros o el Maratón de la Ciudad de Nueva York. Traum cree que cuando compitan en carreras importantes, las opinones cambian en dos niveles.

“Cuando alguien con una pierna rebasa a un corredor con un cuerpo apto, cambia su percepción de lo que los discapacitados pueden hacer”, dijo Traum. “También cambia la manera en la que los atletas discapacitados se perciben a sí mismos”.

Es un círculo de inspiración que ha ido creciendo desde que Traum empezó su trabajo.

Habiendo vivido toda su vida en Nueva York, Traum siempre fue atlético, incluso como luchador a nivel colegial. Pero cuando tenía 24 años y estaba estudiando su doctorado, sufrió un accidente de auto y a la larga acabó con una pierna amputada.

“De alguna manera no estaba molesto”, dijo él. “Cuando pierdes una pierna, no hay ambigüedad. Te dan una pierna artificial y sigues corriendo”.

Empezó un negocio exitoso, pero las largas horas que se la pasaba en el trabajo le pasaron la cuenta. Cuando un amigo murió de un ataque cardiaco en 1975, pensó que necesitaba ponerse en forma.

Se metió al Young Men’s Christian Association (YMCA) y empezó a correr. Al principio solo podía correr solo unos cuantos metros. Pero poco a poco llegó al kilómetro y después a cinco. Corriendo con su pierna prostática era una visión poco común.

“Le preguntaba a mi entrenador cómo me estaba yendo comparado con otros amputados, y él me decía ‘igual’”, recordó Traum. “La broma era que no había otros corredores con amputaciones”.

“Hubo más de un niño que me preguntaba si era un hombre biónico”, dijo él.

En 1976, Traum se convirtió en el primer amputado en correr al Maratón de Nueva York, terminando con un tiempo de siete horas y 24 minutos. Para el conocimiento de Traum, él es la primera persona en correr esa distancia con una pierna prostática.

El logro de Traum inspiró a Terry Fox, un adolescente canadiense que había perdido una pierna por el cáncer.

Fox decidió correr a través de Canadá, corriendo en promedio una distancia de 42 kilómetros al día para recaudar fondos para la investigación del cáncer. Nombró su cruzada como el Maratón de la Esperanza, y corrió más de 5,000 kilómetros recaudando millones de dólares y conciencia internacional antes de que el cáncer acabara con su vida en 1981.

Traum nunca conoció a Fox. Pero después de ir a Canadá para competir en una carrera en honor a Fox tuvo la idea de empezar con Achilles International, en honor al guerrero griego, quien era perfecto con excepción de una vulnerabilidad.

El grupo, que obtiene su patrocinio de donaciones corporativas y de fundaciones, no cobra cuota de membresía y muchas veces paga las entradas a las carreras para la gente que no las puede pagar. Traum nunca ha querido que nada impida la participación de los atletas.

“Correr ese primer maratón es probablemente el día favorito de mi vida”, dijo Traum. “Solo estoy tratando de dar esa felicidad a otros”.

Aunque correr siempre ha sido el enfoque principal del grupo, en años recientes, Achilles ha empezado a ofrecer sillas de ruedas de manivela, ciclismo en equipo, entrenamiento de triatlón y kayak. Después de una cirugía de remplazo de rodilla hace unos cuantos años, Traum dejó de correr y cambió a una silla de ruedas de manivela: baja, de tres ruedas y que se mueve con los brazos.

Achilles también desarrollo un número de programas especializados como Achilles Kids, que trabaja con más de 4,000 niños discapacitados, y el Freedom Team de Veteranos Heridos, que ha ayudado a más de 1,000 veteranos discapacitados a terminar maratones a lo largo del país.

El capitán de la armada David Rozelle fue amputado de un pie en el 2003 después de que su Humvee chocara con una mina terrestre en Iraq.

Él empezó a entrenar con Achilles en el Hospital Walter Reed en Washington y solo 10 meses después de su lesión corrió el Maratón de Nueva York. Él mismo pidió ser destituido de su actividad militar y en el 2005 se volvió a reunir con su unidad en Ira1, convirtiéndose en el primer amputado en regresar a la guerra.

La historia de Rozelle hace que Traum brille de orgullo.

“Literalmente estamos haciendo a la gente adicta a los triunfos”, contó Traum. “Se sienten bien consigo mismos y su nivel de aspiración aumenta dramáticamente”.

Desde que caminó hasta ese poste de luz, De Mellona ha seguido compitiendo en 20 Maratones de Nueva York y cinco Juegos Paralímpicos, compitiendo en natación y esgrima en silla de ruedas. Es una vida que ella dice que jamás pudo haber soñado sin Traum.

“Él se convirtió en mi amigo, mi familia, mi entrenador y mi héroe”, dijo ella. “Dick me ayudó a darme cuenta de que todo es posible en mi vida”.

La influencia de Traum en los atletas discapacitados también se puede encontrar en vecindarios comunes a lo largo del país.

“Ahora los ves corriendo en el parque todo el tiempo”, dijo Traum. “Es como cuando una semilla está bien plantada”.

¿Quieres involucrarte? Checa el sitio web de Achilles International en www.achillesinternational.org y ve cómo puedes ayudar.