Por Patricia Janiot, CNN en Español
(CNNEspañol) – Tras dos meses en el poder, el presidente Enrique Peña Nieto tiene un reto: mostrar los resultados inmediatos que los mexicanos quieren ver en cuanto a la reducción de la violencia.
Este fue uno de los temas centrales de los que hablé con el mandatario, un presidente moderno, bastante más cercano y sin tanta parafernalia que solía acompañar a los presidentes mexicanos.
Esperé más de un año para la entrevista y encontré a un mandatario “a gusto”, como dicen los mexicanos: a gusto con su investidura, comprometido con sus responsabilidades y metas, abierto a hablar de diferentes temas; aunque esquivo para entrar a escudriñar detalles de los asuntos más sensibles.
El reto del sucesor de Felipe Calderón en materia de lucha contra la droga es garantizar la seguridad de los ciudadanos desarticulando los carteles sin que esto signifique librar una guerra indiscriminada que afecte a la poblacion civil.
“Los resultados se deberán observar en el mediano plazo”, dijo Peña Nieto.
“Es un tema sensible y de prioridad para los mexicanos. Esto nos lleva a cambiar de estrategia, que se concentra en atender las causas del delito y la violencia. Hay que lograr que México tenga oportunidad para los que viven en condiciones de pobreza, para que todos tengan empleo, recuperación de espacios públicos, instrumentación de escuelas de tiempo completo para que los niños pasen más tiempo en las escuelas.
“Esto, complementado con mayor inteligencia para dar golpes certeros y no propiciar enfrentamientos en los que la violencia provoque más violencia.”
La guerra contra el narcotráfico dejó unos 100.000 muertos, según un promedio de cifras oficiales, medios de comunicación y ONGs, durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón, quien militarizó la estrategia contra los drogas abriendo la puerta a todo tipo de denuncias de flagrantes violaciones a los derechos humanos que incluyeron desapariciones forzadas, abusos y torturas.
Le pregunté a Peña Nieto si la Corte Penal Internacional debe investigar al expresidente Calderón en tanto existen dos recursos por los numerosos abusos documentados en la guerra contra el crimen organizado.
Después de evadir responder directamente a mi pregunta volvi a indagar.
“Pues mire, yo no eximo, porque no me corresponde a mí eximir de responsabilidad alguna a nadie, pero creo que la actuación del Estado va más allá de quién la instrumentó y de quién tuvo la responsabilidad de asumir esta decisión”.
“Ante un hecho insisto que me parece innegable y era francamente inevitable que el Estado, con todas sus capacidades, tuviera que hacerle frente. Así lo sigue siendo ahora y me parece que la Corte Internacional tendrá que valorar y juzgar a partir de todos estos lineamientos”.
“Mi gobierno estará en disposición a prestar toda la colaboración y todo aquello que haya definido o que haya determinado esta posición y esta estrategia que se haya seguido para hacerle frente al crimen organizado”.
“¿Los militares serán retirados de la primera línea de batalla?”, pregunté.
“Los militares y la armada de México gradualmente tendrán que irse retirando; pero eso no podrá ocurrir hasta tanto no tengamos mejores condiciones”.
También le pregunté sobre la cuestionada liberación de la ciudadana francesa Florence Cassez, acusada de secuestro extorsivo y cuya liberación fue ordenada por la Suprema Corte de Justicia no porque fuera inocente, sino porque el proceso para juzgarla estuvo viciado entre otras cosas por la manipulación de las pruebas.
Fue evidente la decepción de Peña Nieto, que manifestó su respeto por las decisiones judiciales:
“Sin duda es un evento que ha causado conmoción. La gran mayoría señalando cierto grado de frustración frente al fallo”, dijo.
“Instruí a los funcionarios para que actúen apegados a la ley y al debido proceso”, agregó.
“¿Pero cree que se deben determinar culpas?”, le pregunté.
“La Procuraduría General de la República ha señalado que habrá de llevar a cabo las investigaciones correspondientes para “determinar si en los errores cometidos eventualmente hubo la comisión de algún delito, que de haberlo habrá la persecución correspondiente o la investigación debida”, respondió.
Otro tema de coyuntura que le planteé fue el fallo del IFE que exoneró al PRI de una millonaria multa por la supuesta financiación ilegal de su campaña por el caso de los monederos electrónicos o tarjetas prepago Monex. Hubo más de 66 millones de pesos mexicanos que se obtuvieron, la mayoría en efectivo, a través de estas tarjetas prepago.
“Aquí no hay nada oculto ni manejado de manera subrepticia”, afirmó. “Aquí el partido reconoció que era parte del manejo y la manera de hacerle llegar apoyos a funcionarios del partido y así lo acreditó ante la autoridad electoral. Y corresponde a esta autoridad como ya lo determinó si el haber hecho este mecanismo incurría en alguna falta que le llevara a alguna sanción y el fallo ha sido claramente determinado: que no hubo tal falta, que fue un mecanismo que es legal y por eso fue que no se llegó a la sanción que se pretendía por la impugnación que habían hecho los otros partidos”.
Más adelante, cuando ahondé en detalles de la cuestionada votación, fue tajante: “Bueno; pues quien considere, que tenga duda o no esté satisfecho con la decisión, tiene la posibilidad de recurrirlo ante el Tribunal Federal Electoral”.
La entrevista transitó por uno de los temas obligados: el Pacto por México. Se trata de un pacto histórico de 95 compromisos en los que los 3 principales partidos se pusieron de acuerdo para sacar adelante las reformas que el país necesita.
La pregunta es si se mantendrá el compromiso político para avanzar con éxito en la agenda legislativa.
Por ahora hay un clima favorable; sin embargo, algunos creen que la oposición perdió capacidad de maniobra al negociar con el Gobierno.
La prueba de fuego vendrá con las reformas fiscal, de telecomunicaciones y energética.
Peña Nieto quiere hacer de Pemex una empresa más competitiva, “que pueda ser más productiva, pueda desarrollar mayor infraestructura para aprovechar de mejor manera la riqueza petrolera. He propuesto la participación del sector privado sin que eso signifique la privatización de la empresa”.
“Esto está contemplado en el Pacto por México y espero que logremos consenso que hagan posible esta reforma”.
Una de las próximas iniciativas será la reforma en telecomunicaciones, que sin duda tocará muchos y poderosos intereses de los grandes capitales y fortunas del país.
La idea, dice el Gobierno, es abrir el mercado de televisión, telefonía e internet a una mayor competencia y cobertura para que el usuario se beneficie con un mejor servicio a mejores precios.
“También he comprometido, y lo anuncié en mi toma posesión, de que en mi gobierno se estará lanzando una convocatoria para dos nuevos canales de televisión abierta”.
Donde parece haber mejores condiciones es en la escena política, que registra por ahora un alto grado de coincidencias entre los distintos partidos alrededor del llamado Pacto por México. Hay que esperar que ese “por ahora” se alargue un buen tiempo para beneficio de los mexicanos.