El satélite BLITS ahora se aleja de la Tierra y está inservible, según el Centro de Estándares e Innovación del Espacio.

Por Melissa Gray, CNN

(CNN) — Un trozo de basura especial que dejó una prueba de misiles chinos en 2007 chocó contra un satélite ruso este año, dejándolo inservible, dijo un investigador el sábado.

La colisión parece haber ocurrido el 22 de enero. Se cree que una pieza del satélite climático Feng Yun 1C, que fue destruido en la prueba de misiles en 2007, accidentalmente chocó contra el satélite ruso, dijo T.S. Kelso, astrodinamicista del Centro de Estándares e Innovación del Espacio (CSSI por sus siglas en inglés).

El choque cambió la orientación y la órbita del satélite ruso, que estaba siendo usado para experimentos científicos, dijo Kelso. También lo habría averiado.

“Hay un pedazo de basura espacial catalogada por el Comando Estratégico de Estados Unidos como resultado de una colisión”, dijo Kelso. “Eso sugeriría que al menos una parte del satélite se rompió debido a la colisión”.

Fue el 4 de febrero cuando dos científicos del Instituto para la Ingeniería de Instrumentos de Precisión en Moscú notaron un cambio en la órbita del satélite, conocido como BLITS, dijo Kelso.

Los científicos estimaron que el cambio ocurrió el 22 de enero. Contactaron a Kelso ya que el CSSI opera un servicio que detecta acercamientos de satélites cercanos, dijo.

CSSI buscó objetos que hubieran podido tener un acercamiento al satélite BLITS al momento de la colisión. La basura espacial china era el único objeto cerca.

Aunque la distancia prevista entre el escombro y el satélite parecía excluir una colisión, el hecho de que el acercamiento entre los objetos ocurriera en un rango de 10 segundos antes del cambio de órbita hace que la parte del Feng Yun 1C sea la causa más probable, escribió Kelson en un blog.

CSSI ahora trabaja con los científicos rusos para saber más sobre la colisión.

BLITS es una pequeña esfera de vidrio que reflejaba rayos de láser para investigación. Debido a la colisión, el satélite ahora está en la dirección equivocada y no puede ser usado, dijo Kelso.

El choque también aceleró el periodo de rotación del satélite de 5.6 segundo a 2.1 segundos, aseguró Kelso.

China lanzó el satélite climático de órbita polar Feng Yun 1C en 1999. Fe destruido en 2007 cuando China apuntó hacia él para una prueba balística de un misil de mediano alcance.

Los sensores de rastreo de Estados Unidos determinaron que la colisión del misil creó cientos de piezas de basura espacial, según dijo un oficial estadounidense en ese entonces. La prueba propició protestas formales de parte de Estados Unidos y varios aliados como Canadá y Australia.

El problema de las colisiones que dejan escombros espaciales no es nuevo.

“Las colisiones pasan todo el tiempo, en todas partes. Los grandes choques son los poco comunes”, dijo el experto en basura espacial William Schonberg, presidente del Departamento de Ingeniería Civil, Arquitectónica y Ambiental de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Misuri.

La más reciente gran colisión de basura espacial en el espacio fue en 2009, entre el Iridium 33, un satélite de comunicaciones estadounidense actualmente en operación, y el Cosmos 2251, un satélite ruso fuera de servicio, dijo Kelso.

Los científicos sólo conocen de unas pocas colisiones de ese tipo, pero eso se debe a que ocurrieron con objetos que estaban siendo monitoreados. Kelso y Schonberg dicen que es probable que haya colisiones “basura con basura” de objetos no monitoreados de los que nadie sepa.

En este caso del satélite ruso en enero, “habría sido muy difícil decir que había una colisión si no fuera por el hecho que de alguien estaba operando el satélite y notó el choque”, dijo Kelso.

Expertos y agencias del gobierno han estado trabajando en el problema de la basura espacial durante décadas, pero es un asunto difícil de resolver, le dijo Schonberg a CNN.

Al intentar atrapar o desviar basuras espaciales se corre el riesgo de empeorar el problema, dijo. Los escombros podrían romperse en más pedazos o podrían cambiar de órbita y quedar en curso de colisión contra algo más.

Algunos láseres de suave impacto pueden empujar los objetos a una órbita calculada hacia la Tierra para que puedan ser llevados hacia abajo y puedan quemarse en la atmósfera, dijo Schonberg. Pero los científicos deben asegurarse que eso ocurra sobre el océano para minimizar el peligro para las personas.

“Nuestra tecnología hasta ahora no cumple nuestro deseo de limpiar el desorden” en el espacio, dijo Schonberg.

“Esta colisión —dijo Kelso— fue un recordatorio que probablemente pasará de nuevo, y tal vez deberíamos volver a trabajar para intentar saber cómo resolverlo”.