(CNNEspañol.com)– Ya ha pasado un día desde el atentado perpetrado en la línea de meta del maratón de Boston y todavía se desconoce quién está detrás de las explosiones en las que murieron tres personas y más de 180 quedaron heridas.

El presidente Barack Obama calificó a las explosiones de “actos terroristas atroces y cobardes”. Sin embargo, en medio del terror, aparecen situaciones de esperanza.

La historia de Carlos Arredondo es una de ellas.

Arrendondo era un espectador y testigo directo de la explosión pero en vez de quedarse quieto o salvarse decidió ayudar a las víctimas.

El costarricense, quien perdió su hijo en la guerra de Iraq, buscó la forma de despejar los escombros para que los doctores pudiesen llegar a las víctimas y tuvo en sus manos a un hombre que perdió sus piernas a raíz de la explosión.